El abogado de la infanta Cristina admitió ante la Policía Judicial que dio el visto bueno para negociar con Ausbanc la retirada de la acusación en el ‘caso Nóos’. Eso sí, explicó que lo hizo “por curiosidad por saber qué ofrecían”. Precisó que no quiso intervenir personalmente “por razones deontológicas” pero que, sin embargo, supervisó todo el proceso y acabó rechazando una petición de tres millones.
Miquel Roca contó en su declaración, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, que aceptó de inmediato entablar conversaciones con Luis Pineda y que envió en su nombre a Madrid en apenas 24 horas al directivo del Banco Sabadell Gonzalo Barettino. No obstante, no supo explicar por qué tardó luego quince días en acudir a la comisaría a denunciar los hechos. Se limitó a decir que acabó haciéndolo tras una “posterior reflexión”.
Miquel Roca compareció ante la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) a las diez de la mañana del pasado 30 de marzo en compañía de Gonzalo Barettino. El abogado de Cristina de Borbón, que se sienta en el banquillo como acusada por cooperar en los delitos fiscales de su marido Iñaki Urdangarin en la trama vinculada al Instituto Nóos, reconoció que fue él quien autorizó la celebración de al menos una reunión personal con el presidente de Ausbanc.
Arguyó que no quiso acudir él en persona y que, para ello, envió en su nombre a Barettino, responsable de los Servicios Jurídicos de la entidad financiera. Pese a que Pineda les exigió en dicho encuentro “tres millones de euros” a cambio de la retirada de la acusación para “cubrir los gastos” en los que habían incurrido en el procedimiento judicial, ni Roca ni Barettino decidieron acudir de inmediato a la Policía. Esperaron un par de semanas y sólo cambiaron de opinión, según su propia versión ante la UDEF, tras una “posterior reflexión” que no detallaron en qué consistió.
Las “razones deontológicas”
En esta comparecencia policial conjunta, que obra en poder de este periódico, Roca y Barettino contaron que el 14 de marzo el segundo “recibió una llamada telefónica de Luis Pineda, presidente de Ausbanc. En ella le planteaba la posibilidad de tener una entrevista con Miquel Roca sobre el tema de Palma”. “Puesto en contacto con Miquel Roca”, explicó el ejecutivo del banco, “éste manifestó que no quería celebrar la entrevista por razones deontológicas pero que tenía cierta curiosidad por saber lo que Luis Pineda podía proponer”. “Por esa razón me solicitó si podía mantener la entrevista con Pineda”, añadió.
“En una segunda llamada se convino que la entrevista podía celebrarse al día siguiente en Madrid”, prosiguió Barettino. Tal y como reveló este diario, el ejecutivo del banco le espetó: “Roca está muy mayor pero me dice que negociemos nosotros y luego ya entra él”.
“Dicha entrevista se lleva a cabo”, continúa la declaración policial de Barettino, “y al inicio de la misma Pineda hizo una introducción sobre la situación del juicio de Palma” destacando que “estaban planteándose cambiar su posición en lo relativo a la acusación popular, pero que habían tenido muchos gastos procesales que estimaban que podrían incluso haber llegado ‘hasta los tres’. Consideré que se refería a tres millones de euros e interpreté que se estaba formulando un ofrecimiento”.
El “traslado” de la oferta a Roca
Según Barettino, “le manifestó a Pineda que no querían seguir hablando de este tema pero que lo trasladaría”. Roca declaró ante la UDEF que “al ser informado por Barettino de lo tratado en la entrevista” le dijo que “no quería seguir hablando de este tema ni tener más contacto con Luis Pineda”.
Tal y como ha desvelado este periódico, la Policía considera acreditada la existencia de una negociación entre el entorno de la infanta Cristina y Manos Limpias y Ausbanc. Hasta el punto de que las intervenciones telefónicas practicadas revelan que se llegaron a producir, además de la citada reunión, dos grandes procesos paralelos. De una parte, Roca habría negociado con Manos Limpias, llegando a realizar un ofrecimiento económico concreto, según asegura Pineda en los pinchazos. De otra, este último entabló negociaciones con La Caixa, utilizando como interlocutor en esta entidad financiera a Jaume Giró.
En este mismo sentido, el juez instructor del 'caso Nóos', José Castro, ha denunciado formalmente ante la Audiencia Nacional que Roca le propuso a finales de 2013 una “reunión secreta” en un finca para tratar de disuadirle de que imputara a Cristina de Borbón. Pese a los detalles aportados por Castro, que añade que comunicó aquel ofrecimiento al fiscal Pedro Horrach, la Fiscalía de la Audiencia Nacional considera que su testimonio “no es relevante” para el procedimiento.