Nervios y repasos de última hora a apuntes desgastados. En la mano el DNI y un par de bolígrafos y en la cabeza cálculos y cálculos para saber si la nota con la que los alumnos de Bachillerato afrontan la Selectividad será suficiente para poder acceder al título universitario soñado. Más de 200.000 estudiantes despiden hoy la última Selectividad de la historia con los exámenes comunes para todos: Lengua Castellana y Literatura, Filosofía o Historia de España y Lengua Extranjera.
La cuarta planta de la Facultad de Ciencias de la información de la Universidad Complutense ha estado reservada para preuniversitarios que han ‘enterrado’ la Prueba de Acceso a la Universidad tal y como la conocemos -el próximo año será sustituida por una ‘reválida’ tal y como recoge la Lomce- con un texto un análisis de un artículo publicado por Javier Marías en ‘El País Semanal’. La otra opción era elegir un fragmento de ‘¿Para qué sirve la ética? de Adela Cortina, aunque esta opción, al menos en este campus, ha sido la menos elegida.
“Ha sido un examen muy asequible. Un texto periodístico en la línea de los elegidos en otras ocasiones y unas preguntas sobre sintaxis y morfología bastante sencillas”, ha explicado a EL ESPAÑOL uno de los profesores que se ha desplazado para acompañar a los alumnos.
En este texto de la opción A, el más elegido por los chavales, aparecía la palabra “adarve” -según la RAE, “muro de una fortaleza”. Una palabra que si bien no era fundamental para entender el significado del texto, los estudiantes a su salida no sabían qué significaba. “No lo sé, pero no era necesario. He salido contento, me ha parecido muy fácil”, ha explicado un estudiante madrileño a su salida.
La opción B contenía una pregunta que ha cortado la respiración de muchos de los que este martes se examinan y que les ha llevado “directamente” a dar la vuelta al ejercicio para elegir el otro modelo. En ella había que explicar el concepto de metáfora. “Hasta ahí bien”, dicen. Y posteriormente, analizar el sentido metafórico de “Jugar al parchís de la existencia sin miedo”. “No lo entendía, lo he leído tres veces y no sabía a qué se refería ni leyéndolo en el texto”, explica a este medio un estudiante que el próximo año quiere estudiar Ingeniería química.
Los alumnos también han tenido que analizar sintácticamente las siguientes frases: “Son muchos los casos de padres-vándalos que le arman la bronca” y “Los grupos que pretenden prosperar en la lucha por la vida incorporan una tendencia al conformismo”. Otro profesor presente en los pasillos de la Universidad considera que la primera oración es más “atípica” porque presenta el sujeto al final, pero al ser más “corta”, puede que les haya resultado a los chavales “menos complicada” que la segunda, “más extensa pero con el sujeto al principio, que eso siempre facilita”.
Las preguntas que han cerrado el primer examen del la última Selectividad en Madrid correspondían a la parte de Literatura. Eran doce temas los posibles y al final, dos de la misma época. Así, en una cuestión que se valora con hasta dos puntos, han tenido que decidir entre la novela española de 1975 a finales del siglo XX o el teatro de 1939.
Las elecciones de 1977 y los 118 escaños del PSOE
Los estudiantes que han elegido examinarse de Historia de España en vez de Filosofía se han encontrado en su examen con una de las preguntas “más temidas”, aquellas que corresponde al final del temario y que por razones de tiempo, son a las que menos tiempo se les dedica durante el curso académico.
Así, como fuente histórica, los examinadores les han presentado un gráfico con el resultado de las elecciones de 1977 celebradas el 15 de junio. En él se podía ver cómo el PSOE obtuvo 118 escaños. “Quién los ha visto y quién los ve, firmaban ahora por ese resultado”, ha comentado otro profesor que aguarda a la salida de sus alumnos.
El gráfico debía de ser relacionado con la Transición a la democracia española. En esa misma opinión de examen, la B, los alumnos han debido elegir a desarrollar cuestiones como las invasiones barbaras, el descubrimiento de América o la crisis de 1640. Además, el examen contenía un extracto del Convenio de Vergara, ratificado en agosto de 1839, para ser analizado.
En la otra opción, los estudiantes de 18 años tenían entre otras cuestiones los pueblos prerromanos, los Reyes católicos o la práctica del deposito ilustrado de Carlos III. Y como tema estrella, el que más puntúa con hasta 4,5 puntos: La segunda República. La Constitución de 1931 y el bienio reformista.
“Bastante asequible, si han repasado pueden sacar buena nota”, valoran a este periódico los profesores el examen.
Platón nunca falla
“Un examen la mar de fácil”. Así ha calificado un profesor de Filosofía de un instituto de Carabanchel el último examen de la materia de la Selectividad. Los alumnos debían escoger entre dos auténticos clásicos en la Prueba de Acceso a la Universidad: Platón o Nietzsche.
Antes de que estudiantes cruzasen la puerta para salir del examen, los docentes que aguardaban en los pasillos lo tenían claro: “Van a elegir todos a Platón”. Basaban su predicción en que es el autor que se estudia en 2º de Bachillerato en primer lugar. Mientras que el texto de ‘La gaya ciencia’ de Nietzsche es “un fragmento complicado”, a lo que hay que sumar que “es un filósofo que a estas edades resulta complicado de entender”.
En ambas opciones han tenido que exponer las ideas fundamentales del texto propuesto y la relación que existe entre ellas. En el caso de Platón, debían explicar el problema del ser humano, mientras que con Nietzsche el problema a desarrollar era Dios.