La Comunidad de Madrid sigue en el grupo de las economías 'escapadas' que trata de superar la montaña de la crisis. Según un informe del BBVA, la región capitalina podría crear hasta 150.000 empleos en dos años, dejando la tasa de paro en el 14,5%, un nivel similar al de antes de que estallara la tormenta.
Madrid crecerá -siempre con los datos proporcionados por el banco en mano- un 2,9% en 2016 y un 3% en 2017, dos y tres décimas por encima de la media nacional.
Las claves del crecimiento
En palabras de Rafael Doménech, economista jefe de BBVA Research, "el principal soporte de la economía madrileña continúa siendo la demanda interna". El consumo de las familias sigue aumentando a pesar de la reducción de algunas partidas del gasto público.
El turismo, un clásico, también seguirá siendo un "elemento fundamental" para el crecimiento de la región. Ya en 2015, el incremento del número de viajeros que pernoctaron en la Comunidad fue del 8,7%, superando en 2 puntos la media nacional.
A esto habría que añadir la mayor renta de la que disponen los madrileños fruto del menor precio de la energía. Esto supone un "empuje" para el consumo y la inversión privada.
El BBVA también destaca en su informe los bajos tipos de interés -que dinamizan la economía- y la recuperación de las exportaciones. Todo ello en un contexto de reformas estructurales que han surtido su efecto.
Con el objeto de resumir los vientos de cola que ayudan a la economía madrileña, Doménech se ha referido al bajo precio del petróleo, la política monetaria expansiva, el moderado crecimiento de la eurozona y la política fiscal que tiende a ser neutral.
Riesgos para el crecimiento
Aunque el crecimiento es una realidad, el escenario mundial no es del todo halagüeño. El planeta crece a un 3%, pero esta cifra es todavía un punto inferior a la década anterior a la crisis.
Es cierto que el precio del petróleo ha subido un 46% y que las transacciones en los mercados se han incrementado un 12% -en datos de la Bolsa mundial-, pero la crisis en China, el Brexit, los conflictos en los países periféricos y una hipotética subida de tipos de la FED podrían convertir en barro el césped, que todavía es agradable.
La inclusión de los jóvenes en el mercado laboral es otro de los retos pendientes de la Comunidad. Aunque el porcentaje de 'ninis' ha pasado del 25,4% -entre 2007 y 2015- al 13,8%, el BBVA ha alertado del peligro que entraña que casi 14 de cada 100 jóvenes no estudien ni trabajen en Madrid. En España, la cifra es peor: un 17,5%.
La incertidumbre política
Rafael Doménech ha hecho hincapié en la incertidumbre política como uno de los riesgos más peligrosos para las economías española y madrileña.
Ha calificado de "muy psicológicas" las decisiones empresariales y ha mostrado preocupación cuando ha revelado los resultados de una encuesta de confianza: se percibe cierto pesimismo entre los inversores.
Tanto en industria como en servicios y construcción, la inversión ha caído según el índice del BBVA. La incertidumbre política podría reducir el crecimiento entre un 0,3% y un 0,6%.
La cuarta revolución industrial se atasca
Doménech ha expresado con gravedad que Madrid se encuentra lejos de las principales capitales europeas en lo que a transformación digital se refiere.
Por esta "cuarta revolución industrial" se entiende el uso de nuevos recursos, el comercio de nuevos bienes y servicios, el cambio de los factores productivos y la variación en la forma de trabajar de las empresas.
Madrid, a pesar de su buena posición respecto a la media española, sale perjudicada cuando se le compara con las potencias europeas. "Y es ahí adonde hay que mirar", ha dicho Doménech.
Los investigadores del BBVA han concluido con dos claves para prolongar y estabilizar el crecimiento: "Mejorar el capital humano y la calidad institucional".