El polvorín en el que se ha convertido Libia apunta directamente a la estabilidad de Europa. El enfrentamiento entre tropas oficiales y grupos insurgentes, más la fuerza con la que operan los grupos yihadistas, amenaza con convertir al país en un Estado fallido. En él actúan casi con total impunidad las mafias de tráfico de seres humanos. Por eso, la OTAN estudia el despliegue de una fuerza cuya misión sea de adiestramiento de las tropas locales y de asesoramiento al Gobierno libio. Y el Ejecutivo español ya estudia el modo en el que podría contribuir en dicho operativo.
De acuerdo a informaciones publicadas por El Confidencial Digital, la Alianza Atlántica ya trabaja en el operativo que desplegaría en territorio libio. Esta fase de preparación ya ha sido trasladada al Gobierno español, que estudia el modo en el que colaboraría en este escenario, previsto para 2017.
Desde esferas militares consultadas por EL ESPAÑOL se valora como “real” la posibilidad de un contingente de efectivos a territorio iraquí. Además, se muestra “la disposición” que las Fuerzas Armadas mantienen en el “cumplimiento” de su compromiso con las organizaciones internacionales de las que forma parte. En un último punto, destacan la “capacidad de despliegue” que ahora mismo caracteriza al Ejército español, capaz de hacer frente a un llamamiento de estas características.
La misión que la OTAN estudia desplegar en Libia no supone una intervención directa. El operativo sería similar al que se lleva a cabo en otros escenarios y que cuenta con una doble vertiente: por un lado, el adiestramiento de las tropas locales, para que adquieran las capacidades de combate contra los grupos rebeldes; por otro, el asesoramiento al Gobierno libio en tácticas y despliegue militar.
¿Por qué un despliegue en Libia?
En el caso de que las Fuerzas Armadas envíen un contingente militar a Libia -decisión que el Gobierno que salga de las urnas el 26J debería refrendar- no sólo serviría para cumplir con los compromisos adquiridos con la OTAN. El propósito de la misión tendría efectos inmediatos sobre los intereses que España tiene marcados como prioritarios en el escenario internacional.
Fuentes militares apuntan a Libia como el principal foco de tráfico de seres humanos en el Mediterráneo. La mayoría de las barcazas que parten desde África buscando suelo europeo lo hacen desde este país árabe. España ya participa de forma activa en la EUNAVFOR MED, la misión que la UE tiene desplegada en este mar contra las redes de tráfico de personas. Contribuir en la pacificación de Libia sería también acabar con las mafias que están detrás de este fenómeno.
Igualmente, Libia representa uno de los focos en los que el yihadismo está creciendo con más fuerza. Atentar en España es uno de los objetivos prioritarios de los grupos islamistas radicales y la intención es acabar con su influencia desde los países de origen. Por eso, 860 efectivos de las Fuerzas Armadas participan en doce misiones internacionales contra este tipo de terrorismo.
Desde esferas diplomáticas se apunta, igualmente, a las estrechas relaciones Madrid-Trípoli. El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, viajó en abril de este año hasta la capital libia para apoyar el Gobierno de unidad nacional que se sostiene en el país árabe. Allí, Margallo habló de "una Libia unida, democrática y en la que se recupere la seguridad para todos su habitantes": "España, como buen amigo, manifiesta su disponibilidad para ayudar”.
Capacidad de instrucción del Ejército español
Irak, Mali, Senegal, Mauritania o Somalia son algunos de los escenarios en los que hay destinados efectivos españoles con labores de asesoramiento e instrucción. En el caso de Libia, la proximidad cultural sería un punto a favor para que un contingente de las Fuerzas Armadas efectuase esta función. “Culturalmente, ellos nos perciben como algo próximo; como si no hubiera muchas diferencias. A lo mejor con otros contingentes del norte de Europa, sí encuentran más”, contaba recientemente a EL ESPAÑOL el coronel José María Gutiérrez del Olmo, al frente del operativo en Irak.
Allí, el adiestramiento de las tropas ha permitido que el Ejército iraquí no solo haya adquirido capacidades de ataque, sino que ahora lidera los ataques contra los bastiones del Estado Islámico. En uno de estos operativos abanderado por soldados iraquíes se retomó la ciudad de Ramadi, acontecimiento que podría ser el punto de inflexión para doblegar a largo plazo a los yihadistas.
El coronel José Antonio Vega Mancera, que lidera el operativo español en Mali considera que, “siempre es mejor combatir el terrorismo lejos de las fronteras que cerca”. Y, para sostener su argumento, pone precisamente como ejemplo el nuevo escenario en el que podrían aterrizar las Fuerzas Armadas: “Y también se trata de evitar que Mali, un país amigo, se convierta en un Estado fallido, como ha ocurrido en Libia, en el que los terroristas ganan en poder”.