Sevilla

La Junta de Andalucía no tenía entre sus prioridades la eliminación del amianto en los centros escolares andaluces hasta hace cuatro días. No cedía a la presión de las familias del colegio Reggio de Puerto Real (Cádiz), que desde el 10 de junio no llevan a sus hijos a clase, ni a las reclamaciones del sindicato CGT por la presencia de este material en este y otros centros ni al informe de oficio del Defensor del Pueblo Andaluz.

Además, el PSOE rechazaba con Ciudadanos la pasada semana en el Parlamento una iniciativa de Podemos. Ahora acaba de anunciar que en quince días presentará una propuesta de programación de retirada “progresiva” del asbesto.

El anuncio se produce la víspera de que acabe el curso escolar en Andalucía, pero también a tan sólo cinco días de unas elecciones generales, como critican desde CGT. Fue precisamente la consejera de Educación, Adelaida de la Calle, quien apuntaba el pasado viernes a un “interés electoralista” tras la proposición no de ley de Podemos, que coincidía con la movilización de los padres y madres del colegio puertorrealeño. “Estamos en periodo electoral y hay que sacar algún tema”, dijo entonces, mientras insistía en que no había fundamento para crear una alarma. Ese mismo interés es el que Ciudadanos vio en la iniciativa de la formación morada: un “uso torticero y electoralista” de un problema “sensible” para “arañar” votos.

La propia presidenta de la Junta, Susana Díaz, intentaba también calmar a las familias asegurando que la Junta iba a estar “siempre vigilante” y minimizaba el caso apuntando que “mientras no se manipule (el amianto) no hay ningún riesgo”. La postura oficial hasta hace una semana ante las manifestaciones del Reggio era que la presencia de fibrocemento “no debe ser un motivo de alarma para la comunidad educativa. Sólo si el material se manipula, perforándolo o cortándolo, o en menor medida si se rompe, puede haber riesgo de desprendimiento de partículas de amianto”.

Sin embargo, ha habido un giro. Tras la reunión semanal del Consejo de Gobierno, el portavoz del Ejecutivo, Miguel Ángel Vázquez, ha sido quien ha explicado que ya se está evaluando el número de centros que pudieran estar afectados. Al parecer no serán un número muy elevado, ya que los edificios afectados son los que ya tienen “una cierta antigüedad” en su construcción. La intervención para la retirada de la uralita se realizará de manera programada y será “compatible” con el calendario escolar para que no perjudique el desarrollo normal de las clases de los alumnos.

“Ante el mínimo dato de incertidumbre e inquietud por parte de las familias, este gobierno toma las riendas y genera una respuesta inmediata”, ha afirmado Vázquez para sostener ese “mensaje de tranquilidad”, a la vez que insistía en que para el Ejecutivo andaluz la educación pública es “prioritaria y fundamental”.

El Reggio sigue protestando

La noticia ha sido recibida con cierta alegría, pero también con mucha cautela por la presidenta de la Asociación de Padres y Madres del colegio Reggio, María del Mar Falcón. “Para otros centros escolares que también se están ya movilizando y que puedan estar afectados es esperanzador, pero para nosotros llega tarde, salvo que se haga algo con carácter urgente”, argumenta Falcón, que insiste en que pese al éxito de su movilización esta no va a parar y mantienen para mañana la concentración diaria.

Cree que el cambio de opinión de la Junta es “positivo”, y también comprende que el proceso tenga que hacerse “poco a poco”, pero recuerda que el inventario y el calendario para la eliminación de la construcción de amianto “ya debería estar hecho, porque la ley lo exigía”. “Es bueno el resultado, pero a nosotros lo que nos preocupa es nuestro colegio, ¿en qué orden va a estar para que se arregle el problema?”, se pregunta.

Los 487 alumnos del Reggio llevan diez días sin ir al cole y, por el momento, no se sabe qué va a pasar con un centro donde casi todos los tejados de los distintos edificios lo que componen están hechos con uralita, están bastante deteriorados y en una de las mediciones en sólido que se han hecho dieron positivo en presencia de amianto (las mediciones aéreas dieron negativo). La zona donde está el huerto escolar se tuvo que precintar y vallar, lo que hizo estallar a las familias y exigir a la Junta una respuesta.

Al no obtenerla, decidieron dejar de llevar a sus hijos al centro y llevan movilizándose a diario con concentraciones a las puertas del centro y que también son secundadas por el personal docente. También lograron reunir a más de un millar de personas en una manifestación el pasado viernes al contar con el apoyo de la federación local de asociaciones de padres y madres (Flampa). Su última amenaza es con cambiar a los niños de colegio si en septiembre no ha cambiado la situación del Reggio.

Ante la movilización del Reggio y la detección de otros casos similares en otros cuatro centros de Jerez de la Frontera y Rota, así como de la provincia de Málaga, el Defensor del Pueblo andaluz decidió abrir de inmediato un informe de oficio, en el que requería a la Junta tanto información de las medidas que “de forma urgente” va a adoptar como si tiene previsto un plan o calendario de actuaciones para ir sustituyendo las instalaciones o estructuras que contienen dicho material.

Desde CGT, que lleva meses con una campaña de denuncias ante la Inspección de Trabajo en los centros educativos donde detectan la presencia de amianto tanto en Cádiz como en otras provincias, también se toman el anuncio de la Junta con cautela. “Estamos en elecciones, será más creíble cuando presenten un plan en el que se concreten qué colegios, cuándo y en qué plazo, y cuáles son las actuaciones más urgentes”, explica Ignacio Casado, delegado de Enseñanza de CGT en Cádiz.

Casado tiene claro que la Junta sólo ha reaccionado por la movilización de la comunidad educativa, porque pese a las denuncias de CGT ante la Inspección de Trabajo, la respuesta que se había obtenido de la Consejería de Educación era que esas obras “no tocaban este año”. Por esta razón, tiene claro que los “protagonistas” de esta historia ha sido el alumnado, las familias y los docentes del Reggio.

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