Los españoles han vuelto a votar este domingo en medio de la incertidumbre sobre qué sucederá en los próximos meses en España y en el resto de la Unión Europea. Ningún bloque logra suficientes escaños para alcanzar la mayoría, pero el partido de Mariano Rajoy sale como el gran beneficiado de la repetición de las elecciones.
Con el 99% de los votos contados, el Partido Popular sube en votos y escaños mientras el PSOE retrocede, Unidos Podemos sube ligeramente y Ciudadanos es el que más pierde. La alianza entre Izquierda Unida y Podemos no ha logrado superar a los socialistas, como predecían las encuestas.
EL CAMBIO QUE NO LLEGA
"Teníamos expectativas diferentes", dijo Pablo Iglesias, secretario general de Podemos, en rueda de prensa. "Es el momento de reflexionar y de privilegiar el diálogo entre las fuerzas progresistas". Iglesias defendió el pacto con Izquierda Unida: "Es el camino correcto para tratar de acumular el mayor número de fuerzas posibles".
Un poco antes, Íñigo Errejón, el número dos de Podemos y uno de los más críticos con ese acuerdo, aseguró que su resultado no es sólo malo para su partido, sino también para España "porque retrasa el cambio". "Los procesos de cambio político no se dan de forma lineal ni a la velocidad que nos gustaría", dijo.
El gran beneficiado de la repetición de las elecciones es el Partido Popular, que ha conseguido alrededor de un 33% de los votos y 137 escaños, es decir 14 más de los que logró el 20 de diciembre. El PP ha ganado más de 400.000 votos. Todos los demás grandes grupos han perdido votantes.
EL OTRO "SÍ, SE PUEDE"
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, botó en el balcón de la calle Génova, la sede del PP. Sus seguidores gritaban alternativamente "yo soy español, español, español" y "sí, se puede", imitando el eslogan utilizado por Podemos.
A Rajoy le costó empezar a hablar, entre los gritos de los suyos y la emoción propia. "Ha sido una etapa muy difícil", dijo cuando consiguió articular su primera frase. "Este partido se merece un respeto", afirmó, ya a gritos.
Aunque ha superado las expectativas, el PSOE se ha quedado con el peor resultado de su historia, con 85 escaños, es decir cinco menos de los que logró el 20D. Sus mayores pérdidas se concentran en Andalucía. En cambio, recuperó posiciones en Madrid, donde ya no es la cuarta fuerza, sino la tercera.
Pedro Sánchez, el secretario general del PSOE, dijo que pese a la bajada su partido sigue siendo hegemónico en la izquierda. Culpó a Pablo Iglesias de haber perdido la oportunidad de "parar las políticas de Mariano Rajoy" por no haber apoyado el acuerdo entre socialistas y Ciudadanos.
Tras estas elecciones, Unidos Podemos tiene 71 diputados, dos más de los que consiguió Podemos sin Izquierda Unida el 20 de diciembre. La suma de votos de los dos es inferior a la que sacaron por separado hace seis meses.
El partido que más sufre es Ciudadanos en votos y, sobre todo, en escaños: baja a 32 diputados, es decir ocho menos de los que tenía hasta ahora.
Sin embargo, el líder del grupo, Albert Rivera, interpreta que sigue teniendo suficiente apoyo de los votantes.
"El centro viene a quedarse", dijo al final del escrutinio. Culpó de la pérdida de escaños a la ley electoral y se comprometió a reformarla en la próxima legislatura. No aclaró a quién apoyará, pero aseguró que "el voto de Ciudadanos va a ser útil".
EL EFECTO 'BREXIT'
Seis meses y seis días después de las elecciones del 20 de diciembre, más de 36 millones de votantes estaban llamados de nuevo a las urnas en un contexto más complicado que el de 2015.
La votación ocurrió sólo unas horas después de que el Reino Unido decidiera en referéndum salir de la Unión Europea y provocara el caos en las bolsas de todo el mundo.
Ya unos días antes de la votación, Pablo Simón, politólogo de Politikon, explicaba que el brexit podría beneficiar al PP: "Cuando ocurren este tipo de shocks suele favorecer a quien está en el Gobierno. Suele haber una tendencia a reagruparse detrás de la bandera”.
Las elecciones se han celebrado además tras meses de negociaciones fallidas y parón parlamentario en España, lo que era un elemento de desánimo para parte del electorado.
La bajada de la participación, según explica Kiko Llaneras, ha podido perjudicar a Unidos Podemos y a los socialistas. “El PSOE es el que tiene más votantes que están poco interesados por la política y más indecisos. Son dos abstencionistas potenciales”, explica.
La mayoría de los votantes no están contentos con ningún pacto entre los principales partidos, pero prefieren un acuerdo antes que celebrar unas terceras elecciones, según la encuesta de Llaneras en EL ESPAÑOL.
PRECIPITADO GARZÓN
El resultado no era el esperado ni por los líderes políticos ni por los encuestadores.
A las ocho de la tarde, la encuesta a pie de urna de las televisiones públicas difundida antes del escrutinio estimaba que Unidos Podemos superaría al PSOE y la suma de los dos sería suficiente para que formaran un Gobierno.
El 20 de diciembre, las mismas encuestas al cierre de los colegios electorales no estimaron correctamente el resultado final. Pero en estos comicios tenían mejores datos por el recuerdo de voto tan reciente.
En público, casi todos los partidos insistieron en pedir paciencia hasta tener datos definitivos del escrutinio. También lo hizo Podemos, pero Alberto Garzón, de Izquierda Unida y número cinco por Madrid en la lista Unidos Podemos, salió ante la prensa a vaticinar la formación de un nuevo Gobierno de izquierdas "capitaneado" por su grupo.
BAJA PARTICIPACIÓN
La participación en estas elecciones no llegó al 70%, similar a la de 2015.
El municipio de más de 10.000 habitantes con mayor porcentaje de votantes volvió a ser Tres Cantos, en Madrid, donde participó más del 81% del censo, según los datos recogidos por Politikon. El más abstencionista fue Isla Cristina, en Huelva, donde no votó ni la mitad del censo.
En estas elecciones el municipio que ha votado de manera más parecida a España ha sido Telde, en Las Palmas, con porcentajes casi idénticos al resultado final en todo el país.