Ciudadanos se prepara para una legislatura corta con un Gobierno de Mariano Rajoy en minoría. El partido de Albert Rivera cree que el PSOE acabará absteniéndose para facilitar la investidura del candidato del PP. Pero Ciudadanos se mantiene firme en el mensaje que transmitió en la campaña electoral: no formará parte de ningún gobierno presidido por el actual líder del PP.
El artículo de Francesc de Carreras en El País y los mensajes de los intelectuales catalanes que fundaron el partido pidiendo a Rivera que desbloquee la formación de gobierno por el bien del país no han quebrado la posición de Ciudadanos.
En cuanto a la investidura, fuentes de la dirección naranja recuerdan que sus diputados no son suficientes -la suma PP y C's da 169 escaños- para alcanzar la mayoría absoluta. Los 32 diputados de Ciudadanos tampoco valen para la mayoría simple (más 'síes' que 'noes') en una segunda votación de investidura si el resto de grupos votan en contra. En el partido de Rivera descartan por completo cualquier alianza con el Partido Nacionalista Vasco. Es la llamada 'vía del 176', que incluiría los apoyos de PP, C's, PNV, Coalición Canaria y el diputado de Nueva Canarias. "No vamos a darle la llave de España a los nacionalistas", dicen.
Las negociaciones
Ciudadanos sigue defendiendo un acuerdo a tres con PSOE y PP, pero Pedro Sánchez ha declinado la oferta. Los socialistas mantienen que ni apoyarán ni se abstendrán para facilitar la reelección de Rajoy. El presidente del Gobierno en funciones tiene previsto reunirse con Sánchez y Rivera en los próximos días y el PP pone encima de la mesa todo excepto la presidencia del Gobierno, que creen que debe ser para Rajoy porque fue él quien ganó las elecciones y recuperó 14 escaños con respecto al 20-D.
Sin embargo, en la dirección de Ciudadanos advierten que no prestarán sus votos a cambio de ofertas como la de convertir al diputado naranja Ignacio Prendes en presidente del Congreso, tal y como publicó EL ESPAÑOL este miércoles. Aunque en este momento, parece que las opciones de Rajoy no están claras, las fuentes de C's consultadas creen que unas terceras elecciones son inviables y que el PSOE terminará absteniéndose.
No entrarán al gobierno
Las cuentas de la investidura son diferentes a las del pacto de legislatura o la de la coalición. Una cosa es facilitar el arranque de la legislatura tras casi un año de parón y otra bien diferente es formar parte de un gobierno. En este caso, Ciudadanos tiene claro que sus 3,2 millones de votantes pidieron un gobierno con caras nuevas: "Dijimos que queríamos un gobierno con caras nuevas y no estaremos en un gobierno con Rajoy", aseguran.
Rivera se prepara para una legislatura corta, en la que Rajoy tendrá que negociar hasta la última coma de sus leyes. Ciudadanos confía en defender lo mejor posible entonces las medidas de su programa.
Rajoy quiere ser investido en julio
Por su parte, Rajoy ha adelantado este miércoles en Bruselas que iniciará los contactos con el resto de líderes políticos inmediatamente para conocer la disposición que tienen para cerrar un acuerdo. Si el líder del PP ve "buena disposición" a apoyar su investidura en las reuniones con Sánchez y Rivera, el PP está dispuesto a nombrar una comisión negociadora para poner encima de la mesa los puntos en común.
El candidato del PP a la reelección es consciente de que, con 137 escaños, su partido no puede aplicar “al cien por cien” su programa. “Lo más razonable”, a su juicio, es que el proceso de negociaciones se haga “con la mayor celeridad posible” y “todos” los implicados sean “rápidos, diligentes y constructivos”.
En Génova marcan en el calendario la última semana de julio como la fecha para celebrar la sesión de investidura donde se proclamaría presidente del Gobierno a Rajoy. Una vez que se constituyan las Cortes el 19 de julio y el rey Felipe VI haya celebrado consultas con todos los líderes con representación parlamentaria, el PP cuenta con que la sesión de investidura “sea rápida”. En un principio, el partido conservador buscará el apoyo a favor de PSOE y Ciudadanos. Si no lo consigue, pretende que al menos le dejen gobernar en minoría.
Si los márgenes para negociar se estrechan, en el seno del PP creen que beneficiaría a su partido, ya que los demás “quedarían retratados. Si no hay acuerdo, la culpa será de los que no quieren acercar posturas”. Rajoy admitió que no quiere incidir en los puntos que los partidos son “radicalmente distintos” y centrará su base de negociación en aquello en lo que puede haber entendimiento. “Lo importante es llegar a algún tipo de entendimiento. Si hay voluntad se llega a un entendimiento. Si no hay voluntad, pues no quiero ni pensar lo que puede ocurrir”. En el horizonte lejano está el fantasma de unas terceras elecciones.