Martín Blas dice que le instalaron una aplicación-espía tras dejar su móvil al número 2 de la Policía
Se grabó una reunión secreta con el CNI activando un sistema instalado en su teléfono por orden del número 2 de la Policía.
30 junio, 2016 01:34Noticias relacionadas
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El ex comisario de Asuntos Internos Marcelino Martín Blas declaró este miércoles en calidad de testigo ante el juez de Madrid que investiga el caso del pequeño Nicolás. El magistrado Arturo Zamarriego quiere averiguar quién grabó ilegalmente una reunión secreta mantenida en el despacho de ese mando policial entre éste y varios agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), en relación a la investigación que se llevaba a cabo sobre Francisco Nicolás Gómez Iglesias.
Durante el interrogatorio, el comisario, encargado de investigar al pequeño Nicolás, explicó que unos meses antes de celebrarse esa reunión, en octubre de 2014, entregó su teléfono móvil a la Dirección Adjunta Operativa (DAO) por órdenes de su jefe.
Según consta en la transcripción de la declaración, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Martín Blas explicó que unos meses antes de celebrarse la reunión, ahora objeto de investigación, nunca había dado su teléfono a nadie excepto en una ocasión que se lo requirió el DAO, Eugenio Pino, número 2 de la Policía, después del director general de la Policía, actualmente Ignacio Cosidó. Le dijo que dejara su teléfono porque le iban a instalar una aplicación de seguridad. Concretamente, le instalaron dos aplicaciones.
Fue a través de estas aplicaciones que, según sospechan los investigadores, se grabó la reunión. Los indicios que tienen es que a través de una llamada que el comisario recibió en su teléfono se pudo activar la aplicación espía para grabar tal reunión. Para el juez es fundamental averiguar quién está detrás de este espionaje porque esa grabación se hizo llegar al 'pequeño Nicolás' para intentar desacreditar toda la investigación y pedir la nulidad de todas las actuaciones.
Quien hizo esa grabación se la hizo llegar posteriormente al joven y presunto estafador e intentó hacer creer que en esa reunión se hablaba de lavar pruebas. Sin embargo, un estudio de la Policía Científica que consta en la causa ha demostrado que en ningún momento se dice tal cosa.
Dos investigados por la grabación
Por esta grabación hay dos personas investigadas. Por un lado, otro comisario, José Manuel Villarejo, adscrito al DAO, y señalado en unas anotaciones encontradas al pequeño Nicolás cuando fue detenido; y por otro lado, un periodista contratado por una web, Información Sensible, y detrás de la cual los investigadores sostienen se encuentra el propio Villarejo.
Esta web fue la primera en dar a conocer la existencia de esa reunión secreta y el periodista señalado fue quien realizó una llamada de trece minutos a Martin Blas mientras se estaba celebrando la reunión con el CNI para analizar la investigación al 'pequeño Nicolás', dado que este joven se había hecho pasar por agente del servicio secreto.
El redactor aseguró durante su declaración como investigado la semana pasada que esa llamada fue real y que habló con el mando policial sobre una noticia que iba a publicar dos días después y que la llamada fue tan extensa porque le leyó el artículo en su integridad. Sin embargo, el comisario negó ante el juez tal extremo.
Es más, aseguró que durante la reunión nadie cogió ninguna llamada; que se puede comprobar las horas de la reunión por los tickets de aparcamiento de los agentes del CNI, y que están aportados en la causa; y que de un posterior análisis de todos los teléfonos de los presentes el único teléfono que tuvo una llamada fue el suyo, pero sin su conocimiento. Por esta razón, los investigadores sospechan que aquella llamada lo que hizo fue activar una aplicación espía para grabar parte de la reunión.
Destituido por señalar a otro comisario
Según narró Martin Blas, la reunión se celebró el 20 de octubre de 2014 durante una hora y veinte minutos. Durante el encuentro, ni sonó su teléfono ni vibró. El periodista aseguró que no sólo habló aquel día con él sino también dos días después. Sin embargo, el comisario señaló que “no cree” que posteriormente haya mantenido ninguna conversación porque no le conoce.
Es más, según su versión, desconocía la existencia del medio para el que trabajaba hasta que empezó a publicar noticias sobre la reunión con los agentes del CNI. Fue entonces cuando se empieza a investigar esa web y se comprueba que detrás de ésta se encuentra la empresa Cenit, vinculada al comisario Villarejo.
Al descubrir esta relación, lo puso en conocimiento de su superior, el DAO, y tres meses después fue destituido de su cargo como responsable de Asuntos Internos. Según consta en la transcripción de su declaración, no sabe el motivo de su cese. “A mediados de noviembre empiezan a cesarle en varios medios de comunicación pero no le habían comunicado su cese. El DAO no le comentó el motivo. Fue el director general de la Policía quien le comunica el cese”, consta en la transcripción de su interrogatorio.
Sin enemistad con Villarejo
Martin Blas también sostuvo durante el interrogatorio que hasta esa fecha no había tenido ninguna enemistad con el comisario Villarejo. Le conoció por intermediación del DAO, Eugenio Pino, coincidiendo con él en el despacho de éste. Con el número dos de la Policía mantenía una “buena relación” desde los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, cuando Pino trabajó a sus órdenes. Después llegó a trabajar mano a mano con él cuando el director general de la Policía le nombra comisario de Asuntos Internos, siendo éste DAO. Sin embargo, también fue él quien después del episodio de la grabación ilegal y de empezar a investigar al otro comisario acordó su cese.
Es más, fue el hasta hace escasos días número 2 de la Policía -acaba de jubilarse- quien le atribuyó la investigación del pequeño Nicolás personalmente y “quien le dice que se ponga en contacto con los miembros del CNI”, según relató en sede judicial.
A partir de toda esta investigación, la relación entre comisarios, según el testigo, no existe, aunque insistió que no hay por su parte ninguna animadversión. A preguntas de una de las defensas, el mando policial no pudo contestar si en su cese intervino Villarejo.