Pablo Iglesias: "Puede que ganemos las elecciones o que nos demos una hostia de proporciones bíblicas"
El secretario general de Podemos se siente "arropado" para afrontar el futuro de Unidos Podemos asegurando que el enigma del millón de votos cierra un tiempo político convulso.
4 julio, 2016 13:52Noticias relacionadas
Tras la tempestad, no siempre llega la calma. Al menos, eso se traduce de las palabras que Pablo Iglesias ha pronunciado esta mañana en su conferencia de apertura de los cursos de verano de la Universidad Complutense en el Escorial. Un período que se avecina incierto para los dirigentes de una formación cuyo resultado tras la coalición con Izquierda Unida no parece haber cosechado los frutos esperados. Quedan muchas dudas por resolver de puertas para adentro, y otras tantas asperezas que limar.
Uno de los aspectos fundamentales que los dirigentes morados ya se plantean es la definición ideológica y social del partido en un futuro próximo, la identidad de Unidos Podemos de ahora en adelante. "En estas elecciones, ese millón de votos han cerrado un ciclo político. Pasamos de 'partisanos' a ejército regular en un escenario completamente nuevo en el que no hay garantía de que nos vaya a ir mejor". Para Iglesias concluye una etapa más "sexy", de actividad política vertiginosa, de "minutos yugoslavos" para dar paso a una período de actividad más cotidiana y ardua, de "guerra de posiciones" pero con perspectivas de futuro inciertas. "No sabemos si Podemos funcionará bien como ejército regular. Puede que nos consolidemos o puede que no sirvamos. Puede que ganemos las elecciones o que nos demos una hostia tremenda, de proporciones bíblicas", exclamó el líder morado.
"A pesar de una cierta decepción, estamos contentos con el resultado. Hace dos años nadie hubiera creído que esto sería posible", señaló Iglesias, quien aseguró, en una de sus pocas comparecencias tras el 26-J, sentirse arropado por los suyos para afrontar los retos que se avecinan. Así las cosas, en su conferencia el dirigente estuvo acompañado por Íñigo Errejón, Irene Montero, Luis Arroyo y un Juan Carlos Monedero que se mantuvo en un discreto papel sentado entre el público, plagado de miembros de la Universidad Complutense.
Otro de esos retos tiene que ver con descifrar el jeroglífico de ese 1.200.000 votos que han perdido tras la confluencia con Izquierda Unida. En este aspecto, los diagnósticos de los dirigentes resultan diversos, y colisionarán en el consejo ciudadano que se celebra esta misma semana. La incertidumbre es palpable en torno a esta incógnita. "Tengo la impresión de que nunca sabremos a ciencia cierta qué pasó. Creo que nos hubiera ido peor, pero nunca lo podremos saber", advirtió Iglesias en su ponencia.
Todas las incógnitas quedan ahora por resolver y no será hasta el próximo 9 de julio cuando algunas cartas puestas boca abajo sobre la mesa comiencen a revelarse.