Es la diplomacia 2.0. Barack Obama y su mujer, Michelle, se han repartido los papeles en su visita a España. Ella habló de su campaña para educar a millones de niñas en el mundo, se reunió con la reina Letizia y ofreció la cara amable. Él visitará las bases en la que operan los efectivos estadounidenses y tratará de consolidar las alianzas estratégicas ante las nuevas amenazas. Porque, para la Casa Blanca, España dibuja un escenario clave en su política de Defensa.
La fecha escogida por Barack Obama no es casual. Hace 15 años que un presidente estadounidense no hace una visita oficial a nuestro país. Ahora, el auge del yihadismo y el aumento de la presión militar de Vladimir Putin sobre el este de Europa configuran las políticas de la OTAN.
España, punta de lanza de la OTAN
Antes de aterrizar en España, Barack Obama asistirá a una cumbre de la Alianza Atlántica en Varsovia. De acuerdo a valoraciones de la Casa Blanca, el objetivo del encuentro es el de “reforzar la seguridad al este y al sur de la OTAN”.
Este encuentro coincide con el liderazgo de España en el Mando Componente Terrestre de la Fuerza Conjunta de Muy Alta Disponibilidad (VJTF) de la OTAN. O lo que es lo mismo, encabeza la punta de lanza de la Alianza Atlántica en escenarios de despliegue inmediato. Una brigada multinacional compuesta por 5.000 efectivos que se ha adaptado para responder de forma eficaz ante hipotéticos ataques a países aliados.
Esta punta de lanza es uno de los instrumentos más eficaces de los que dispone la OTAN. Los efectivos que la componen lo demostraron en el ejercicio Brilliant Jump 16 desarrollados en mayo de este año en Zagan (Polonia). Cómo reaccionar ante una crisis militar considerable y en cuánto tiempo hacerlo: Barack Obama reunirá toda la información sobre la operatividad de esta punta de lanza.
Las bases militares de Rota y Morón
Dentro de la OTAN, la Casa Blanca considera a España como “un aliado importante”. La valoración se adhiere al liderazgo que las Fuerzas Armadas ejercen en esta punta de lanza, pero va todavía más lejos: las bases militares que Estados Unidos tienen en Rota y en Morón de la Frontera (Sevilla) son esenciales en la geoestrategia dibujada por el Pentágono.
El presidente de Estados Unidos aterriza en Sevilla este sábado, 9 de julio. La relación bilateral que España y el Gobierno norteamericano sostienen en materia de Defensa -siempre en el marco de la OTAN- pasan por las bases de Rota y Morón de la Frontera (Sevilla), ambas españolas de uso compartido con los norteamericanos.
En la primera, con 4.200 militares estadounidenses, hay desplegados cuatro destructores que forman parte del escudo antimisiles de la OTAN. Este operativo juega un papel fundamental ante la presión militar que otras potencias, especialmente la Rusia de Vladimir Putin, juegan sobre el este de Europa.
“Se seleccionó Rota debido a su excelente posición geográfica, en la embocadura del Estrecho de Gibraltar, inmediato al Mediterráneo, pero sin entrar en él”, explica el general Benito Raggio Cachinero. La base de Souda Bay (Creta), la de Sigonella (Sicilia) o Marruecos son los otros escenarios en los que se podría haber desplegado un contingente de características similares, pero todos ellos quedaron descartados por varias deficiencias que Rota supera con creces.
Mientras, en Morón de la Frontera hay una “fuerza de respuesta de crisis” de 850 efectivos, que puede llegar a alcanzar los 1.100. El objetivo de este operativo es el de actuar lo más rápido posible ante hipotéticos escenarios de crisis, fundamentalmente africanos. El general Raggio Cachinero, en un informe publicado por The Hispanic Council, menciona al Sahel, Libia y Mali como los principales focos de inestabilidad. O lo que es lo mismo, donde el yihadismo tiene raíces más fuertes y amenaza con atacar posiciones aliadas.
Barack Obama abandonará España el 11 de julio, tras reunirse, además, con el rey Felipe VI y con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy.