El 21 de enero de 2016, Ahora Madrid, PP, PSOE y Ciudadanos aprobaron por unanimidad la creación de una mesa de convivencia y seguridad en Lavapiés. El texto acordado recogía la implicación del tejido asociativo del barrio y los propios partidos políticos. Y de repente llegaron los "círculos de custodia ciudadana", los "jurados vecinales" y los "gestores de barrio", que asustaron a la oposición, que no dio su apoyo para eso.
El Gobierno de Carmena reaccionó despejando la pelota muy lejos, hasta una consultora: "Nosotros no hemos utilizado estos términos. El informe que se ha filtrado es de una consultora". ¿Y qué les parece? "Todavía lo estamos estudiando", zanjó la portavoz del Consistorio, Rita Maestre.
¿Saltarse el pleno?
Pero estas estructuras podrían llegar a la capital sin pasar por el pleno. Un portavoz de Ahora Madrid relata a este periódico que el documento se ha puesto a disposición de la mesa piloto de convivencia en Lavapiés -el Ayuntamiento pretende instaurar una en cada barrio- para que, en caso de que lo considere necesario, pueda implantar estas figuras. ¿Con qué reglamento? "Siempre y cuando haya consenso". Pero, ¿cómo se vota? De momento, según confirma este miembro del Ejecutivo de Carmena, no hay un reglamento establecido, pero si se lograra la unidad, podrían llegar los jurados vecinales a Lavapiés. ¿Y si una parte se opone? "Se deliberaría para intentar llegar a un acuerdo".
La oposición se siente engañada. El 1 de julio fueron convocados por Carmena para asistir a una reunión destinada a poner en marcha la mesa acordada. Pero allí se habló de otra cosa. Se les explicó el significado de los círculos de custodio, los jurados vecinales y los gestores de barrio. Desde el PSOE al PP, pasando por Ciudadanos, se muestran radicalmente en contra de las intenciones sintetizadas en el informe. "No tienen competencia para hacer eso", coinciden.
¿Cuál es el plan?
Lavapiés, empieza el informe al que ha tenido acceso este diario, "es un barrio paradigmático (...) que muestra toda la riqueza de la ciudad y al mismo tiempo muchos de sus retos". Ante las reclamaciones vecinales, "las administraciones públicas han reaccionado siempre de forma diligente, pero con métodos tradicionales".
Dicho esto, se procede a explicar el diseño de un "sistema comunitario de seguridad". Un organigrama en el que quedan comprendidos los gestores de barrio, los círculos de custodia y los jurados vecinales, entre otras estructuras.
El gestor de barrio está en la cúspide del proyecto esbozado. Todavía no se ha especificado quiénes serán estas personas ni si cobrarán un sueldo público. Ahora Madrid apunta a "un community manager que dinamice la participación, la convivencia y la colaboración entre servicios (...) Es quien impulsa la gobernanza".
Los círculos de custodia ciudadana
La consultora que ha redactado el informe los define como "consejos de participación que conectan comunidades de vecinos alrededor de una plaza para participar en la definición de procesos y estructuras".
Estos círculos trabajarían para "reducir las infracciones por arrojo de suciedad y ruido".
Los jurados vecinales
El Gobierno de Carmena insiste en que estos jurados nunca podrán sustituir la justicia ordinaria. Suponen una "alternativa" para que "el infractor tenga la oportunidad de encontrarse con el entorno social donde cometió la falta, de reconocer su culpa y de acordar conjuntamente vías para restaurar el daño hecho a la comunidad".
"Así se agilizaría la Justicia y se mejoraría la convivencia", dice un portavoz del Ayuntamiento.
La mesa de convivencia de Lavapiés está a la vuelta de la esquina. Está por ver en qué quedan las estructuras recogidas en este informe. Ahora Madrid dice que todavía no ha adoptado una postura y que lo está estudiando, pero el documento se ha facilitado a la plataforma para que pueda hacer uso de él si lo considera adecuado.