A las 17:30 horas, con veinte minutos de retraso, el presidente de EEUU, Barack Obama, aterrizaba en la base aeronaval de Rota (Cádiz). La última escala antes de regresar a su país y tras una visita reducida a última hora por el tiroteo de Dallas del pasado viernes. Es la parada en la que ha entrado en contacto directo con los estadounidenses y, pese a las fuertes medidas de seguridad y la rigidez del protocolo, quizás la menos encorsetada. En cierta medida, estaba en casa.
En un discurso exprés, de escasos diez minutos (no ha llegado a dos horas su estancia en al base), el 80% de sus palabras ha sido de agradecimiento a las fuerzas americanas y españolas destacadas en la base.
En un "mundo incierto", en el que ha citado la amenaza terrorista, el ISIS, la piratería, la crisis de los refugiados por la guerra en Siria, los atentados de Bélgica, Turquía y París, el Brexit y hasta en dos ocasiones el conflicto en Ucrania, ha querido ensalzar el valor del "espíritu de colaboración y resolución" con los países aliados de la Unión Europea y de la OTAN (no obstante, acababa de llegar de la cumbre celebrada en Varsovia). De ahí que el mensaje fuera rotundo: "Un gracias por vuestro servicio para una América más segura, una España más segura y un mundo más seguro".
"Cuando me preguntan, ¿cómo mantienes la calma? Bueno, por más que haya amenazas, retos y peligros, he aprendido una cosa durante mi mandato: Estados Unidos es un pueblo bueno y decente y contamos con la fuerza de los aliados. Eso me hace confiar en la gente de buena voluntad frente a quienes en este mundo nos quieren dividir", ha dicho.
En clave española, sí ha deslizado que quiere que España, como país aliado, sea una "España fuerte y unificada, una España de valores compartidos de democracia, libertad y pluralismo". Un mensaje claro a la situación de Cataluña. No obstante, hace escasas horas se reunía con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y con los líderes del PSOE, Pedro Sánchez; Ciudadanos, Albert Rivera, y Podemos, Pablo Iglesias.
Ya centrado en Rota, ha dicho que pese a ser una visita reducida "por unos días muy difíciles en casa", no quería dejar de pasar a "dar un apretón de manos" y "dar las gracias por su servicio" que "brindan juntas Esapaña y Estados Unidos en coalición" en este recinto militar. "Pese a estar lejos de casa, en este lugar no se está tan mal, porque es un lugar bello" (de hecho, está considerado como una de las plazas favoritas de los militares norteamericanos en activo), ha destacado, mientras agradecía también su esfuerzo a las familias que acompañan a los militares.
En el Air Force One viajaba acompañado por el embajador de EEUU en España, James Costos, y de su marido. A pie de escalerilla, Obama ha sido recibido por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, el almirante general Jefe del Estado Mayor de la Armada, Jaime Muñoz Delgado; el vicealmirante jefe del Apoyo Logístico de la Bahía de Cádiz, Santiago Ramón González Gómez y el alcalde de Rota, el socialista José Javier Ruiz Arana. Por parte de EEUU, ha estado el Jefe de la 6ª Flota y 2º Jefe de las fuerzas navales estadunidenses en Europa, James.G.Foggo; el jefe de la base aeronaval de Rota, Mike MacNicholl y el agregado de Defensa en la Embajada de EEUU en Madrid, Doug Ten Hoopen.
Un hangar que ruge
El hangar 5, donde ha tenido lugar el que ha sido el acto central, estaba habilitado para que pudieran asistir 2.700 militares y civiles (2.000 estadounidenses y 700 españoles) residentes en la base. A las 15.00, dos horas antes de la llegada de su presidente, ya aguardaban en cola para poder pasar los férreos controles de seguridad, protegidos algunos con paraguas del sol y el calor que han azotado la costa noroeste de la provincia de Cádiz.
Familias enteras, algunas luciendo sus mejores galas, otras más informales, incluso alguna que parecía recién llegada de la playa, se entremezclaban con los uniformes azules, verdes y marrones de camuflaje de los marines y los blancos impolutos de la Armada española, pero eso sí la mayoría móvil en mano, han seguido el acto amenizado hasta la llegada del presidente con una banda de música (no han tocado los himnos de ninguno de los dos países).
El público, militares y familias, ha estado entregado al máximo, y el hangar rugía en gritos y aplausos, como si fuera una estrella de rock, cada vez que Obama se refería a las unidades desplegadas en Rota, así como en la cercana base aérea de Morón de la Frontera (Sevilla). Se le notaba relajado. De hecho, ha pronunciado su discurso en mangas de camisa y tras sus palabras, se ha acercado a saludar a las familias allí congregadas.
Un guiño andaluz
El hangar estaba decorado con la bandera de los dos países como telón de fondo y algo muy jerezano, el hombre de la capa del logo de las bodegas Sandeman, que se notaba que era una pintura con muchos lustros en la pared. Un guiño a Andalucía, que se ha quedado sin visita, tras la cancelación de la visita privada programada para este domingo a Sevilla, y en la que estaba previsto que disfrutara de los Reales Alcázares y de la Catedral y la Giralda, teniendo como cicerone a Felipe VI.
La importancia de Rota para EEUU...
La posición geoestratégica privilegiada de Rota, puerta de entrada al Mediterráneo, le ha convertido en pieza fundamental en el despliegue del escudo antimisiles, acoge a cuatro destructores norteamericanos que participan en este dispositivo (Donald Cook, Carney, Ross y Porter), y las operaciones de Afrocom, para la intervención rápida en África. La importancia de este despliegue para EEUU ha quedado patente, ya que Obama ha estado visitando, nada más llegar, uno de los buques, el USS Ross. En este caso, la parada ha sido de carácter privado y no ha estado acompañado por las autoridades españolas, que luego sí han estado presentes durante su discurso.
La base roteña, que es española pero de uso conjunto hispanoestadounidenses, ocupa una superficie de 2.300 hectáreas, con un perímetro de 26 kilómetros y sobre la que se asienta un puerto con 2.400 metros de línea de atraque para buques de gran porte y un aeródromo militar (el último año registró un tráfico de 21.000 aeronaves) también es un centro importante de logística, aprovisionamiento de combustible y de escala hacia Estados Unidos en caso de conflicto. Sin ir más lejos, durante la guerra en Irak, en 2003 se montó un hospital de campaña con capacidad de 116 camas, además de otro con 500.
Fue escala de los primeros marines heridos en este conflicto. Por eso, Rota siempre ha vivido en tensión en los conflictos de Irak (tanto en 1991 como en 2003) o Afganistán (2001).
En la instalación militar roteña, de acuerdo con el Convenio Bilateral de Defensa suscrito entre España y EEUU (se ha modificado en tres ocasiones, la última de ellas en 2015) , autoriza la presencia de 4.250 efectivos de personal militar de EE.UU. y 1.000 de personal civil. En la actualidad, según los datos facilitados por la Armada española, hay 2.500 militares, 430 empleados civiles y 950 empleados laborales locales. Por parte española, están destacados en esta instalación militar 4.700 militares y 275 empleados civiles.
...y para España
La base aeronaval de Rota es de uso conjunto y no es sólo clave para EEUU, también lo es para la defensa española, de hecho es sede del Cuartel general de la Flota, órgano auxiliar de mando del Almirante de la Flota (ALFLOT), y es Cuartel general Marítimo Español de Alta Disponibilidad de la OTAN, que está a bordo del buque de asalto anfibio Castilla (el Cuartel de Alta Disponibilidad terrestre está situado en la localidad valenciana de Bétera). Este cuartel general lidera por turnos los mandos componentes de la Fuerza de Respuesta de la OTAN (NATO Response Force, NRF), definida como un conjunto de fuerzas terrestres, aéreas y marítimas, tecnológicamente avanzadas y con capacidad de despliegue inmediato.
Entre las fuerzas que tienen base en su Rota está el buque anfibio portaareonaves Juan Carlos I, es un barco multipropósito y el mayor buque de guerra construido en España y que estaba atracado en el puerto militar roteño. El resto del despliegue lo conforman seis fragatas, además de los buques de aprovisionamiento Patiño y Cantabria, los de asalto anfibio Galicia y Castilla, y una flotilla de aeronaves con seis escuadrillas.
Protestas
A las protestas convocadas en Sevilla y Madrid, se ha unido también una en Rota. En la puerta principal de la base en el lado roteño (también ocupa parte del término municipal de El Puerto de Santa María), un grupo de unos 50 manifestantes se concentraban a mediodia en contra de la visita del mandatario estaodunidense. Ante la atenta mirada del fortísimo dispositivo de seguridad de Policía Nacional, con vehículos antidisturbios y agentes a caballo, los asistentes agitaron las banderas de Cuba, el PCE, CNT y la bandera andaluza con la estrella roja de cinco puntas, la arbonaida, símbolo del nacionalismo andaluz.
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