Ciudadanos no quiere cargar con el sambenito que quiere colgarle el Partido Popular, que pretende culpabilizar al partido de Albert Rivera de la convocatoria de nuevas elecciones en caso de que no vote sí a Mariano Rajoy. Los conservadores quieren replicar con Ciudadanos el pacto de El Abrazo que Rivera firmó con Pedro Sánchez en la legislatura pasada y acudir a una sesión de investidura con 169 síes asegurados: los 137 del PP y los 32 de Ciudadanos. Sin embargo, el líder de la formación naranja solo está dispuesto a apoyar con una abstención la candidatura de Rajoy, un político al que siempre se ha negado a apoyar por estar acorralado por la corrupción. Si las presiones para reconvertir su abstención en un voto afirmativo continúan, fuentes de C's confirman que exigirán otro candidato conservador en la Presidencia del Gobierno a cambio del sí.
Los vicesecretarios del PP han coordinado su discurso y han salido en tromba este jueves a desterrar el fantasma de un hipotético pacto con Convergència con contraprestaciones secretas a cambio de una ayuda extra para la gobernabilidad. Además, aprovecharon para redoblar las presiones sobre el equipo de Rivera y pidieron públicamente el voto afirmativo de Ciudadanos para allanar el camino hacia la investidura. Desde el partido naranja, sin embargo, no están dispuestos a cargar con esa losa y subrayan que si el PP continúa por esa línea, ellos lanzarán una ofensiva: "Que Rajoy facilite la gobernabilidad yéndose y dejando a otro candidato de su partido como presidente del Gobierno. Entonces habrá gobierno rápido", añaden.
Fue el portavoz de C's en el Congreso, Juan Carlos Girauta, quien anunció públicamente en una entrevista radiofónica hace un mes quiénes son los políticos del PP que, a su juicio, estarían capacitados para presidir el Gobierno de España: Cristina Cifuentes, Alberto Núñez Feijóo, Pablo Casado, Alfonso Alonso y Ana Pastor. Una prueba de que en Ciudadanos ven con buenos ojos a estos políticos conservadores es que los 32 diputados de Albert Rivera en el Congreso apoyaron la candidatura de la exministra de Fomento para presidir el Congreso. Otros nombres, como el de la secretaria general del PP, fue vetado por Ciudadanos.
El Partido Popular ha dado un giro de 180 grados en su estrategia para retener la Moncloa. Tras el 26J, se fijó en el PSOE para reclamar la gobernabilidad. Sin embargo, conforme pasaban los días y confirmaban la oposición frontal del equipo de Pedro Sánchez a facilitar un gobierno de Rajoy, los conservadores se pusieron otro objetivo: seducir a Albert Rivera, el rival al que tanto habían atacado en campaña, aunque sus votos no son decisivos para poder gobernar. Por el bien de España y para desatascar la situación de ingobernabilidad que se vive, Rivera cerró con los suyos abstenerse y facilitar el gobierno de la lista más votada, la del Partido Popular. Pero sigue siendo insuficiente para sacar una investidura adelante.
La cabeza del líder
El siguiente paso que ha dado el PP es exigir a Ciudadanos el sí. Un ataque que no ha gustado a Rivera, que amenaza ahora con cobrarse la cabeza del líder del PP a cambio de dejarles gobernar. El primer en salir a pedir el sí de C´s fue el vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado. A través de los micrófonos de esRadio a primera hora del jueves, el vicesecretario de Comunicación recordó que el pacto con Rivera sigue siendo la prioridad para el PP. Además, aseguró que no pierde "la esperanza" de que Ciudadanos pase "de la abstención al sí" en un debate de investidura.
"Rajoy y Rivera están hablando", dijo sin intentar ocultar ningún movimiento interno entre los dos equipos. Casi al mismo tiempo, otro vicesecretario, Fernando Martínez-Maillo, aprovechaba una intervención en Antena 3 para recordar al partido naranja que "su abstención no es suficiente" y que si no reconsideran su postura para votar a favor de Rajoy "la altranativa PSOE, Podemos e independentistas puede activarse".
La incertidumbre de la sesión de investidura
Un tercer 'hombre fuerte' de Mariano Rajoy en Génova, Javier Maroto, envió el mismo mensaje que sus compañeros. "Todas las opciones están abiertas", aseguró, y volvió a señalar a Albert Rivera como socio preferente para intentar formar un gobierno estable o, al menos, que ayude a Mariano Rajoy a superar una investidura. Casado insistió en que "los números son los que son" y que, por tanto, el apoyo positivo de los 32 diputados de C´s son decisivos para poner entre la espada y la pared a los socialistas. "Si el PSOE no desbloquea la situación, entonces habrá terceras elecciones", aseguró el vicesecretario de Comunicación. Maillo fue un paso más allá y recordó a Rivera que en el programa que el PP les envió como primer punto para empezar a negociar "hay muchos de los puntos que firmó con el PSOE en la anterior legislatura".
Mariano Rajoy no se someterá a una sesión de investidura para estrellarse como lo hizo Pedro Sánchez, el deseo de los socialistas antes de darles su abstención. Pablo Casado vino a decir en la radio que el presidente del Gobierno en funciones podría renunciar a ir a u na investidura otra vez, incluso si el Rey Felipe VI se lo pide. Como ya anunció el propio líder del PP tras la primera ronda de consultas con sus rivales políticos, el vicesecretario reconoció que se abriría un período de reflexión para que todos los líderes políticos reconsiderasen su postura y facilitasen un Gobierno sin "infantilismos. Digan claramente si van a apoyar o no la investidura", añadió Casado.