La investigación ordenada por el Ministerio del Interior sobre las actuaciones de María Seguí, hasta hace unos días directora de la DGT, ya ha dado sus frutos: incurrió en un conflicto de intereses al conceder varios proyectos de investigación a su marido, Francisco López Valdés.
Los proyectos se llevaron a cabo entre 2012 y 2013, a través del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón de la Universidad de Zaragoza. Interior ha afirmado a través de un comunicado que se "aprecian indicios de responsabilidad en la directora general de Tráfico por posible incumplimiento de las reglas de incompatibilidades de Altos Cargos", recogidas en la Ley 5/2006. De acuerdo al texto, aquella era la norma vigente durante los años en los que se produjeron los acontecimientos.
La investigación, mientras tanto, exime a otros trabajadores de la DGT de cualquier indicio de responsabilidad: "La selección, adjudicación y formalización de los tres contratos menores celebrados entre la Dirección General de Tráfico y la Universidad de Zaragoza-Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón en 2012 y 2013 se llevó a cabo conforme la práctica habitual que se venía realizando en la Dirección General en lo referente a la selección de los adjudicatarios que debían realizar los estudios de investigación".
Las conclusiones que ha obtenido la Inspección de Servicios, órgano dependiente de la Subsecretaría de Interior, serán remitidas a la Oficina de Conflictos de Intereses, donde se abordará la instrucción del caso y, en su caso, abrir "los expedientes sancionadores de los Altos Cargos de la Administración General del Estado".
María Seguí presentó su dimisión el pasado 22 de julio, presentándose como víctima de una guerra política en un "juego de caza mayor".