Más de 2.000 efectivos españoles están destinados en misiones en el extranjero, la mayoría contra el terrorismo internacional. En territorio nacional, además, sostienen actividades como la lucha contra los incendios forestales o el ciberterrorismo, entre otras. Su labor, la mayoría de las veces bajo condiciones extremas, no se podría llevar a cabo sin el apoyo de los soldados caninos: son la avanzadilla en escenarios en los que sus habilidades marcan la diferencia entre la vida y la muerte.
Las Fuerzas Armadas cuentan con unos 800 perros soldado, distribuidos entre sus tres Ejércitos (Tierra, Armada y Aire), además de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y la Guardia Real. Guía y animal permanecen "unidos siempre", de acuerdo a un vídeo difundido por el Ministerio de Defensa en el que se habla de la labor de los canes. El entendimiento entre ambos debe ser absoluto.
"Es el mejor amigo del hombre, capaz de hacer lo que sea por sus amos. En las Fuerzas Armadas cumplen funciones decisivas en gran número de unidades: en tareas de seguridad y combate, como detectores de drogas y explosivos, o en la búsqueda y rescate de personas, tanto vivas como fallecidas", detalla el Ministerio de Defensa a través del vídeo.
Y, para cumplir con esas funciones, deben abordar una serie de situaciones que requieren el mayor adiestramiento. Son capaces de saltar en paracaídas -atados a sus guías-, de helicópteros en marcha, viajan en la proa de las zodiac y caminan por terrenos pedregosos; neutralizan a enemigos y siguen rastros con su olfato.
Labores de rescate
Para cuerpos como la Unidad Militar de Emergencias (UME), el trabajo no se entendería sin la incorporación de los efectivos caninos. El comandante Iván Herreras, quien lideró el trabajo de un contingente tras el terremoto de Ecuador -en abril de este año, donde murieron 650 personas-, contaba cómo buscaban personas vivas entre los escombros con la ayuda de los perros: "No hemos localizado a una persona viva, sólo hemos rescatado cadáveres", lamentaba, en una entrevista reciente con EL ESPAÑOL.
En aquel caso, el contingente español desplegado en Ecuador para colaborar con las labores de rescate estuvo compuesto por 45 efectivos de la UME y 12 bomberos del ERICAM (Comunidad de Madrid). Con ellos viajaron seis perros: cuatro, de búsqueda de heridos, y dos, de búsqueda de cadáveres. El calor y la humedad fueron los principales enemigos de los animales durante la misión.
Diferentes adiestramientos
"¿Cómo funciona el perro? Nos da tiempo y seguridad: neutraliza una posible amenaza y salva vidas", explica el coronel Jorge Parra, jefe de la Escuela Cinológica de la Defensa.
Los canes que llegan a la escuela pueden ser de cría o comprados, aproximadamente con un año de edad. La duración de los cursos que recibe el animal en esta escuela -requisito indispensable para desempeñar las labores- varía en función de la dificultad de las tareas que el perro pueda asumir: entre cinco meses y un año. Todo ello, como detalla el Ministerio de Defensa, para cumplir con "objetivos prioritarios para la seguridad nacional".
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