Spartan Race. No es una carrera apta para cualquier deportista. Tampoco para cualquier efectivo de las Fuerzas Armadas. Trece pruebas a lo largo de un recorrido de 1,9 kilómetros que ponen a prueba los límites físicos. El escenario: Irak y los más de 30 grados que ya marcaban los termómetros a las seis de la mañana. Un reto que el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Fernando García Sánchez, enfrentó en su última visita al contingente español desplegado en Besmayah.
La competición tuvo lugar el pasado 26 de julio, con motivo de la celebración del Día de Santiago. "Salto al Olimpo", "Presa de Mosul", "Las trincheras del Somme", "Barranco de las Thermópilas" o "Sal de las cloacas" son algunos de los nombres con los que se bautizaron a las pruebas que constituían el reto. O lo que es lo mismo: "saltar por encima de una brecha de fuego", "reptar debajo de la alambrada", "acarrear al miembro más pesado de su patrulla por un recorrido marcado" o "pasar un paso estrecho donde podrán ser sorprendidos por unos seres indeseables". No apto para cualquiera.
Pero el JEMAD de las Fuerzas Armadas no quiso declinar el reto al que le sometió el contingente. Le pesaron más las medallas que posee -Gran Cruz del Mérito Naval y Caballero gran cruz de la Orden de San Hermenegildo- que sus 62 años.
En las fotos difundidas por el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) se ve al almirante general García Sánchez saltando en brechas inundadas de barro, corriendo con sacos llenos de arena sobre la espalda y arrastrándose bajo coches blindados y alambradas.
No se conoce la clasificación final de la carrera. Por evidentes motivos de seguridad, no trasluce la identidad de los efectivos que participaron en la Spartan Race. Sobre el JEMAD, toda la información se reduce a un escueto "no ganó".
Los motivos de la visita a Irak
La visita del JEMAD al contingente español desplegado en Besmayah estuvo motivada por la reunión que mantuvo con los efectivos, en la que se repasaron los objetivos de la misión y se hizo balance de los logros obtenidos hasta ahora.
En total, 307 soldados de las Fuerzas Armadas están desplegados en Irak. Un puñado de ellos permanecen en una base de Bagdad, aunque el grueso del contingente está en Besmayah. El propósito del despliegue, bajo el paraguas de la Inherent Resolve auspiciada por la Coalición Internacional, es el adiestramiento de las tropas locales en la lucha contra el yihadismo.
Por el momento, las tropas iraquíes de élite formadas por el Ejército español han influido de forma decisiva en misiones trascendentales, como la toma del bastión yihadista de Faluya.
"Se empieza a ganar la batalla"
El coronel José María Gutiérrez del Olmo, al frente del contingente español -compuesto por la BRIMZ XI Extremadura-, sostuvo recientemente en una entrevista con EL ESPAÑOL que "se le empieza a ganar la batalla al Estado Islámico en Irak". Su afirmación se sostiene en la pérdida del territorio de los yihadistas en el país, estimada en un 40%. Además, en un operativo reciente se acabó con la vida de Al Shishani [El Checheno], al frente de todas las decisiones militares del Daesh.
Estos avances han permitido que la Coalición Internacional se plantee la recuperación de Mosul, uno de los enclaves en los que los yihadistas se han hecho más fuertes.
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