Una treintenta de vecinos de A Pobra do Caramiñal y de otras localidades próximas se han sumado a las labores de rastreo coordinadas por la Guardia Civil en busca de cualquier indicio del paradero de Diana Quer. Las batidas, puestas en marcha a iniciativa popular, se efectúan este jueves y este viernes en el monte de la Curota, a unos cinco kilómetros en coche desde la localidad en la que desapareció la joven madrileña hace diez días. De momento, la del jueves ha concluido sin ninguna novedad.
Los voluntarios, divididos en diez equipos de tres personas, comentaban sus inquietudes momentos antes de iniciar la batida. “Creo que encontraremos una pista… o a ella”. Argumentaba Ricardo, un hombre de 70 años, quien asegura conocer el monte “como la palma de su mano”. “Todo esto es muy raro -añadía Manuel, otro de los voluntarios-. No sabemos nada y las pistas son extrañas. No sé si encontraremos algo”.
Las labores de rastreo han comenzado pasadas las diez de la mañana. Los voluntarios se reunieron en las bases de Protección Civil, donde recibieron las indicaciones de cómo debían actuar. Todos ellos iban equipados con chalecos reflectantes y ninguno podía llevar el teléfono móvil consigo. Un agente de la Guardia Civil ha acompañado a cada uno de los equipos, y a él debían dirigirse si encontraban cualquier cosa que les llamase la atención.
Zonas boscosas y matorrales
Los coches del Instituto Armado, de Protección Civil y de la Policía Local han trasladado a los voluntarios desde el punto de encuentro hasta el lugar en el que durante dos días se efectuarán las batidas. Los vecinos han sido dispuestos a ambos lados de la carretera, con unos cuatro metros de espacio entre cada uno de ellos, y han comenzado a caminar campo a través. Las zonas boscosas y los matorrales son los puntos clave para encontrar cualquier indicio.
Los voluntarios que se apuntaron a la batida se reunieron este miércoles en el salón de plenos del Ayuntamiento. Un centenar de personas se inscribieron en el operativo, que han sido repartidas entre las diferentes batidas previstas. “Lo más importante es seguir las instrucciones de la Guardia Civil”, instó el alcalde de A Pobra, Xoan Lois Piñeiro.
La retirada de la custodia
La batida de los vecinos ha coincidido con una noticia que también salpica al caso de Diana Quer: un juzgado ha retirado a su madre -también Diana- la custodia de su otra hija, Valeria, que ahora pasará a estar con su padre, Juan Carlos.
Algunos vecinos que vivían en las inmediaciones del domicilio en el que veranea la familia escucharon una fuerte discusión entre la madre y Diana Quer pocos días antes de que ésta desapareciese. La familia siempre ha desvinculado este enfrentamiento con la desaparición, y mucho menos creen que ésta se fugase. En la vivienda se encontró, además, el DNI y el dinero de Diana, lo que debilita la hipótesis de que se escapara.
Mientras, el padre -Juan Carlos- admitió que están abiertas todas las hipótesis de la investigación, que se encuentra bajo secreto de sumario. “Lo único que puedo hacer para ayudar a mi hija es estar aquí”, argumentó.
La inquietud de A Pobra do Caramiñal por la falta de noticias de Diana Quer se ha extendido hasta las localidades colindantes; prueba de ello es que buena parte de los voluntarios que se ofrecieron para participar en la batida son de otros municipios. Se cumplen diez días desde la desaparición de la joven madrileña y no existe ningún indicio que permita descartar ninguna posibilidad.
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