La 'rentrée' de Letizia en el pre-otoño caliente de Madrid
La reina consorte regresa al trabajo junto al rey para conmemorar el centenario del nacimiento de Camilo José Cela. “Cuánto disfrutaríamos hoy de su particular y provocador sentido del humor”, dice Felipe VI.
8 septiembre, 2016 01:57Noticias relacionadas
Fuera, el infierno. Dentro, el congelador. El Instituto Cervantes, con el aire acondicionado a tope para luchar contra los 40 grados de la calle, ha sido el escenario elegido este miércoles para la rentrée de la reina Letizia tras cuatro semanas sin agenda oficial. El lunes fue el día del regreso del rey en La Zarzuela con el despacho con Ana Pastor, la presidenta del Congreso. Este miércoles lo han hecho juntos los reyes para conmemorar el centenario del nacimiento de Camilo José Cela.
El pre-otoño se presenta políticamente tan caluroso como las temperaturas de esta semana: la situación de bloqueo ya ha obligado a los reyes a permanecer durante ocho meses en una especie de standby. “Cuánto disfrutaríamos hoy de lo que podría habernos dado desde su marcha hace 14 años con su particular y provocador sentido del humor, con su rigor intelectual y su sensibilidad con las cuestiones permanentes de la vida y la sociedad: nos lo podemos imaginar”, ha dicho el rey en velada referencia a la inédita situación de un Gobierno en funciones que entra ya en su noveno mes.
Felipe VI es consciente del hartazgo que invade a los españoles. También de las costuras de la Constitución. Por eso el lunes, además de renunciar a la quinta de ronda de consultas, pidió a los políticos que dialoguen y que piensen en los españoles. A partir de ahora, Zarzuela luchará por aprovechar cualquier ventana de oportunidad para que se pueda retomar el máximo de actividad institucional, incluida la internacional, mermada desde hace un año.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, que ha acompañado a los reyes al acto, ha recordado las citas al otro lado del Atlántico: Asamblea General del ONU y Cumbre de Desarrollo Sostenible para la adopción de la Agenda 2030. La asamblea comienza a partir del 18 en Nueva York, y la Cumbre el 26 y 27 de septiembre. Un mes más tarde tiene lugar en Cartagena de Indias (Colombia) la XXV Cumbre Iberoamericana, un aniversario redondo en el que urge la presencia del Jefe del Estado español. Su padre, Juan Carlos I, inauguró estos encuentros junto a Felipe González en 1991 con el ánimo de crear lo más parecido a una commonwealth latinoamericana.
Las fechas del calendario político español no ayudan en absoluto a los viajes reales. Ya en primavera se llevó por delante Arabia Saudí, Londres, Japón y Corea del Sur. Ahora, la determinación es ir a pesar de que la cumbre de Nueva York es justo después de las elecciones vascas y gallegas, y la de Cartagena justo antes de la disolución de las Cortes el 31 de octubre si es que antes no se ha producido una investidura.
“Cela nos deja, pues, un amplio legado cultural y literario que se impregna de nuestra historia reciente y de la identidad diversa de nuestro país”, ha señalado el rey cuatro días antes de la Diada, el día de Cataluña que desde 2012 se ha convertido en el símbolo del apoyo ciudadano al proceso soberanista. Y el mismo día en el que se ha sabido que el PNV va a incluir en su programa una propuesta de referéndum similar a la catalana.
Bloqueo político en Madrid y envites nacionalistas en Barcelona y Vitoria. En momentos de especial dificultad, Felipe VI ha recordado el “compromiso” del Nóbel gallego “con la vida pública, cuyo mejor ejemplo fue la contribución personal que realizó durante la Transición en las Cortes como senador real, y su permanente lealtad a la Corona”.