Tanto en la primera jornada del debate sobre el Estado de la Comunidad como en la segunda; tanto vestida de rojo como de blanco; independientemente del rival político al que le tocara replicar, Cristina Cifuentes se ha referido en decenas de ocasiones al "bloqueo institucional". De ahí que guardara como postre esta sorpresa: una reforma electoral para que gobierne en España la lista más votada.
La propuesta formaba parte del máximo de siete medidas que podía presentar cada partido al término del debate. Cifuentes ha colocado este proyecto a la cabeza de las suyas, pero el parlamento lo ha rechazado.
Podemos y PSOE han votado en contra y Ciudadanos se ha abstenido. Un diputado naranja desmiga a EL ESPAÑOL su postura: "No hemos votado ni a favor ni en contra porque queremos que se abra el debate para cambiar la ley electoral, pero no en la forma que ellos proponen".
En cualquier caso, se trataba de una instancia desde la Cámara madrileña a las Cortes para pedir la reforma de la ley electoral. De haber sido aprobada, no hubiese ocurrido nada. Era simplemente un texto propositivo, simbólico y sin efecto vinculante.
Un nuevo sistema de asignación
El texto de Cifuentes rezaba: "Una modificación de la legislación electoral, a los efectos de aprobar un nuevo sistema para la elección de las Cortes que, a través de medidas como el establecimiento de una mayoría reforzada al partido más votado, tenga como objetivo prioritario la formación de Gobierno".
Un portavoz del PP relata a este periódico que lo que se buscaba con esta instancia era que las Cortes generales modificaran la forma de asignación de los escaños en relación a los votos recibidos por cada agrupación, de tal modo que el partido más apoyado se viera premiado con una proporción superior de diputados. "Así no ocurriría lo mismo que ahora. Ya es algo que existe en otros países y que funciona", explica.
Reapertura del debate
El movimiento de Cifuentes va en línea con lo que lleva promulgando la dirección nacional de su partido desde las elecciones del pasado 20 de diciembre. Mariano Rajoy, en reiteradas ocasiones, ha abogado por facilitar el gobierno de la lista más votada.
El bloqueo institucional, fruto de la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre los distintos grupos políticos, ha suscitado un debate teórico en el que, además de la postura del PP, hay quien ha pedido una segunda vuelta electoral para el sistema español. También están quienes han rechazado de facto cualquier variación en el texto legal que tenga que ver con allanar el camino a la lista más votada, ya que esto disminuiría el papel en el Congreso de los partidos minoritarios.