La Policía Científica ha confirmado este jueves ante el juez de Madrid Arturo Zamarriego que la grabación realizada de manera ilegal en una reunión entre los investigadores del 'caso del pequeño Nicolás' con miembros del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) no habla de “lavar pruebas”, como sostiene la defensa del joven.
Según fuentes presentes en el interrogatorio realizado por el instructor a los técnicos de la Policía Científica, hay muchas partes de la grabación, que a su juicio está manipulada, que son ininteligibles. Según los agentes, sólo un oído joven podría detectar los detalles del audio, que habría sido grabado a través de un teléfono móvil.
La hipótesis de los investigadores es que alguien, sabiendo que se iba a celebrar esa reunión en octubre de 2014, activó una aplicación espía previamente instalada en el teléfono móvil de Marcelino Martín Blas, comisario encargado de perseguir al joven que investigado por usurpación de funciones públicas.
En una de las piezas por las que ya está a punto de ir a juicio, el juez acordó la transformación en procedimiento abreviado contra el pequeño Nicolás y dos policías municipales por los presuntos delitos de usurpación de funciones públicas, malversación de caudales públicos, falsedad en documento público y dos delitos de cohecho. Según el magistrado, hay indicios de que el joven se hizo pasar por representante de la Casa Real y la vicepresidencia del Gobierno, contactó con el empresario Jorge Cosmen Menéndez-Castañedo, presidente del grupo Alsa.
Esa grabación entre policías y espías fue entregada a Francisco Nicolás Gómez Iglesias para que éste lo utilizara contra la investigación y solicitara al Juzgado la nulidad de la causa al considerar demostrado que habría tenido el teléfono intervenido sin autorización judicial.
Tras conocer los investigadores que habían sido grabados ilegalmente en un despacho de la Policía, se inició una investigación para determinar quién había sido el autor material de esa grabación y si lo había hecho bajo las órdenes de otra persona.
Por ahora, hay varias personas investigadas, entre ellas un comisario policial, José Manuel Villarejo, su mujer, y un periodista que habría sido, según consta en la causa, quien activó, a través de una llamada, la grabación. Según los agentes encargados del caso, este comisario habría sido quien habría dado la orden de realizar tal grabación para evitar salir salpicado en el 'caso Nicolay', por su presunta relación con el joven investigado que podría quedar desvelada.
Distintas versiones
En el marco de esta investigación, se aportaron a la causa dos informes periciales, uno de ellos elaborado por la Policía Científica y otro por un perito contratado por la productora Mandarina y que fue el aportado por el 'pequeño Nicolás'.
Durante su declaración, el perito de parte, un ingeniero en Telecomunicaciones aseguró que fue contratado para analizar una grabación que le dieron y que, según le dijeron, iba a ser utilizado para un programa en la cadena Telecinco. Él sostiene que no se hizo desde un teléfono móvil sino desde una grabadora externa y entiende que se trata de una grabación real que no ha sido alterada.
El perito mantiene en su informe que en aquella reunión, se dijo: “Vamos tan pronto como podamos. Para lavarlo lo que… nosotros lo que se pueda”. Sin embargo, los policías de la Científica mantienen que de esa grabación no hay ningún momento que se desprenda tal frase. A su juicio, se dice: “Pero vamos tan pronto como podamos… para darle lo que (inteligible)”.
Audio para oídos jóvenes
Según uno de los peritos policiales que declaró este jueves ante el juez, en la grabación no se dice en ningún momento la expresión “lavar pruebas”. Además, intentó desacreditar al perito contratado por la productora de televisión, y que la defensa del 'pequeño Nicolás' hace suya, sosteniendo que a su edad, 68 años, no es posible que escuchara gran parte de la grabación por su baja calidad, según aseguran fuentes consultadas presentes en el interrogatorio.
Además, según los agentes, para analizar el audio el perito contratado habría utilizado un sistema ajeno a las normas internacionales aplicadas sobre el análisis de audios.
Tampoco coincide la Policía Científica con el perito de parte en la autenticidad de la grabación. Según los funcionarios públicos, se trata de una grabación original, que ha sido alterada, debido a la existencia de cortes y posibles transitorios on/off (marcadas de parada y arranque de la grabación). Sin embargo, el peritaje de parte afirma que la grabación es auténtica y ha sido realizada en una sola sesión, descartándose cortes, borrados o añadidos en la grabación.
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