"No hay ningún pacto", asegura Luis Bárcenas cuando se le pregunta si su decisión de desistir de la acusación en el 'caso de los ordenadores' se debe a un acuerdo con el PP. Cuando ya se había cruzado el Rubicón del procedimiento -con el cierre de la investigación y con una resolución en la que la jueza instructora desgrana los motivos por los que cree que el Partido Popular y tres empleados de la organización deben ir al banquillo-, el extesorero ha dado instrucciones a sus abogados para que desistan del ejercicio de la acción penal, lo que le evitará presentar escrito de acusación contra la actual tesorera, Carmen Navarro; el jefe de la asesoría jurídica, Alberto Durán, y el responsable de los servicios informáticos, José Manuel Moreno.
Los tres, y el propio PP, están imputados por supuestos delitos de daños informáticos y encubrimiento por destruir los discos duros de los dos portátiles que utilizaba Bárcenas, eliminación que hicieron "a conciencia mediante el sistema de borrado más drástico, el de sobreescritura de 35 pasadas y rallado hasta su destrucción física" y en plena instrucción del 'caso de los papeles de Bárcenas', referidos a la financiación irregular del Partido Popular. La instructora, Rosa Freire, da por buena la versión del ex tesorero de que esos discos contenían "comprometida información" y "datos importantes referidos a la contabilidad paralela".
Bárcenas es, de hecho, el personaje central del procedimiento, que lleva abierto tres años y en el que su defensa ha estado presentando escritos hasta el pasado día 8, cuando impugnó los recursos de los imputados y del fiscal, que no ve delito.
"La razón principal por la que desisto de acusar es que no tengo recursos económicos" y "no quiero seguir acumulando deuda con los abogados", a los que no puede pagar en los numerosos procedimientos que mantiene abiertos porque "tengo los fondos embargados".
15 asuntos
El extesorero sostiene en la actualidad una quincena de procesos judiciales, la mayoría de ellos contra el PP o algunos de sus dirigentes, según Europa Press. Además de las causas relacionadas con la trama Gürtel -una de las cuales le sentará en el banquillo de los acusados a partir del próximo 4 de octubre- sus abogados actúan en procedimientos relacionados con su despido del PP y en demandas civiles contra varios dirigentes del partido, entre ellos la secretaria general, María Dolores de Cospedal.
"Son muchos escritos y muchas horas de trabajo de los abogados y lo que más me interesa es centrarme en el procedimiento principal, que es el de Gürtel. Ahí no puedo quedarme sin defensa, así que les dije 'aguantad, que os descargo de otros asuntos'", explica Bárcenas. Francisco Maroto y Joaquín Ruiz de Infante son el tercer equipo de abogados que trabaja para Luis Bárcenas, tras los bufetes de Miguel Bajo y Gómez de Liaño-Márquez de Prado.
Cuando se le pone de manifiesto que él ya sabía que intervenir en un procedimiento penal conlleva gastos y se le recuerda que se personó como acusación particular cuando ya tenía embargados sus bienes, Bárcenas señala que él no inició el 'caso de los ordenadores' y que en un principio fue citado como mero testigo. "En aquel momento, mis defensores estuvieron dispuestos a personarse y no pusieron pegas económicas. Pero luego son muchos recursos y diligencias en éste y en los demás asuntos".
"Instrumentalizado"
"Básicamente las razones son económicas", insiste. "Y también que me siento instrumentalizado cuando se me presenta como un elemento para desestabilizar al Gobierno", añade Bárcenas, asegurando que pretende conseguir "un escenario lo más tranquilo posible" y que su nombre no sea utilizado políticamente.
El extesorero niega, en todo caso, que su renuncia a acusar al PP en el 'caso de los ordenadores' se haya pactado con el partido. "Para que exista un pacto tiene que haber interlocutor y yo no tengo relación con nadie del PP desde el momento en que entré injustamente donde entré", dice en alusión a la cárcel.
Bárcenas no renuncia a las acciones civiles por la destrucción de los discos duros de los ordenadores y asegura que, si le citan en el proceso penal, volverá a declarar como testigo "y me ratificaré en lo que he dicho hasta ahora. Si no, cometería perjurio".
En el 'caso de los ordenadores' hay tres acusaciones populares personadas con legitimación para proseguir el procedimiento, al menos por el delito de encubrimiento. No obstante, la imputación del PP y de sus tres empleados está pendiente de la resolución de los recursos de apelación por la Audiencia de Madrid.