El secretario general de Caja Madrid entre 1996 y junio de 2009, considerado un hombre clave en el juicio por las tarjetas black utilizadas por directivos y consejeros de la entidad, no ha defraudado al fiscal Alejandro Luzón. Un breve interrogatorio del acusador público ha bastado para que Enrique de la Torre haya desmentido a los ex presidentes de la entidad Miguel Blesa y Rodrigo Rato, negando que los plásticos formaran parte de las retribuciones y fueran, por tanto, de libre disposición.
A De la Torre se debe el calificativo "black" (opacas) asignado a las tarjetas. Utilizó ese adjetivo en un correo electrónico dirigido en el verano de 2009 a su sucesor en la secretaría general, Jesús Rodrigo Fernández, para informarle de que los consejeros disponían de una tarjeta Visa "black a efectos fiscales".
Enrique de la Torre ha explicado ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga a los 66 acusados que al referirse a tarjetas "black" quería decir que "eran neutrales a efectos fiscales [es decir, no tenían que declararse en el IRPF de los beneficiarios] en tanto que gastos de representación y deducibles del Impuesto de Sociedades" de la entidad.
- Es decir, no eran retribuciones, ha remarcado el fiscal.
- No, eran gastos de representación que tenían que estar debidamente justificados, contestó el ex secretario general de Caja Madrid
- ¿Las tarjetas se trataron en la comisión de retribuciones?
- No se llevaron a esa comisión porque no tenían carácter retributivo ni salarial
A preguntas de su defensor, Gonzalo Martínez Fresneda, De la Torre ha calificado de "desfachatez" la afirmación del exconsejero en representación del PP Darío Fernández Yruegas de que el secretario general era el encargado de velar por la legalidad de las actuaciones del consejo y de sus miembros, subrayando que De la Torre nunca puso reparo alguno a la utilización de las tarjetas. "Yo no tenía acceso al uso de las tarjetas, excepto cuando la inspección de Hacienda rechazaba gastos", ha dicho De la Torre, que añadió que se sorprendió cuando el exdirector general Ildefonso Sánchez Barcoj le abordó para pedirle que hablara con la exconsejera Mercedes de la Merced, ya fallecida, sobre el excesivo uso que hacía de su tarjeta. "Eso no era mi competencia", ha indicado.
El fiscal pide dos años de prisión para Enrique de la Torre, que se gastó 320.742 euros con su tarjeta, que, en su caso, sí considera parte de su salario como directivo. El acusado no ha querido contestar a las defensas de los demás acusados.