El 27 de agosto de 2015, Antonio Valls, el quien fuera el primer alcalde de la democracia Ribesalbes (1979-1983), fue brutalmente asesinado cuando paseaba por una carretera de la localidad. Un hombre, de forma premeditada, le arrolló con su vehículo y luego le remató con dos piedras cuando yacía agonizante. Valls, de 71 años, murió poco después en el hospital de La Fe de Valencia.
El crimen, que en un principio pasó por un grave accidente de carretera, conmocionó al pueblo, un municipio de algo más de mil habitantes en pleno triángulo azulejero de la provincia de Castellón. El acusado será juzgado a partir de este lunes por un jurado popular. El fiscal, que ha relatado así los hechos en su escrito provisional, reclama para él una pena de 20 años de prisión por un presunto delito de asesinato y una indemnización de 86.000 euros para su viuda y otros 9.500 para cada uno de sus hijos.
Parecía un accidente
El suceso ocurrió a las once del mediodía, en pleno paseo matutino del exalcalde, que ya contaba 71 años. En un principio, la Guardia Civil informó del hecho como un accidente de tráfico pero las sospechas de que no fue así fueron creciendo por horas hasta el punto de que en el municipio ya se apuntaba a que había sido un vecino de Ribesalbes el que posiblemente había causado aquella muerte.
“En el pueblo había alarma social porque se sospechaba que no había sido fortuito”, explica el actual alcalde, el socialista César Pallarés. Además, estaban sus antecedentes. El regidor explica que la persona que lo atropelló se había personado meses antes en el cuartel de la Guardia Civil para confesar que había ahorcado a dos perros de su propiedad. La Comandancia llegó a emitir una nota de prensa con las fotografías.
Revisión psiquiátrica
Los rumores se confirmaron en la tarde del día siguiente. La Guardia Civil informó de la detención de un hombre de 58 años como presunto autor del atropello mortal de Antonio Valls. Tres días después, un juzgado de Castellón le envió a prisión provisional después de que la magistrada ordenara previamente su traslado a un psiquátrico para hacerle una revisión, tras la cual se optó por enviarle a un centro penitenciario.
Ahora, el fiscal encargado del caso solicita una pena de 20 años por un delito de asesinato. Según su escrito provisional, el acusado acudió con su vehículo a la carretera de Ribesalbes con el fin de localizar allí a la víctima y causarle la muerte. Ambos se conocían porque los dos eran vecinos de Ribesalbes.
Una vez que el acusado vio al exalcalde caminando por la carretera CV-189, condujo hasta situar el coche justo detrás de él y entonces aceleró, prosigue el fiscal. Acabó golpeándole con el coche de tal forma que su víctima salió proyectado de espaldas sobre el capó del coche y se golpeó en la cabeza con la luna del parabrisas frontal.
Después cayó al suelo y fue arrollado durante unos metros. El procesado paró entonces el coche, se bajó y se acercó a la víctima, que estaba agonizante en el suelo. En ese momento, tal y como recoge el relato provisional del fiscal, cogió dos piedras y le golpeó varias veces con ellas.
Sorprendido por un ciclista
Es en ese justo momento cuando un ciclista pasaba por la zona y el acusado dejó de propinar golpes. Sin embargo, el ciclista vio lo suficiente como para sentir miedo y no se detuvo. Su declaración fue fundamental para la detención. Pero el fiscal apunta a otros indicios de la premeditación con la que pudo actuar el acusado. Al poco tiempo de que se marchara el ciclista, pasó por el mismo punto de lo que parecía un accidente otro vehículo. El acusado le hizo gestos para que parara. Y el coche paró.
En ese momento, el procesado explicó a la conductora que había atropellado a una persona y que ya había avisado a una ambulancia. Pero era mentira. El fiscal considera que intentó retrasar el momento en el que la víctima fuera atendida por los servicios de emergencias. Fue la mujer la que llamó al 112.
Antonio Valls fue trasladado en helicóptero al Hospital de La Fe de Valencia y allí falleció como consecuencia de las heridas provocadas por el atropello y los golpes.
La Audiencia de Castellón acoge desde el lunes el juicio con jurado popular –constituido este viernes- contra el acusado de este crimen del que, de momento, no se conoce motivación.