El director de EL ESPAÑOL ha vinculado la libertad de expresión a la crisis económica y de modelo de negocio que sufre la prensa tradicional. Ha apostado poco después de iniciar su ponencia: “Al principio de la próxima década no se imprimirán periódicos de papel en España”. Ramírez ha declarado obsoleta la estructura de “las grandes catedrales del siglo pasado” –así se ha referido a las rotativas–: “La prensa de papel no podrá mantener su cuenta de resultados a pesar de los favores políticos que presta”.
El hundimiento de la publicidad y la caída de lectores ha mermado la libertad de expresión del periodismo tradicional, que ha traspasado el poder de las redacciones a “sus enlaces con la clase política, que les dictan aquello que se puede publicar”. En esta línea, Ramírez ha abordado las causas que han “narcotizado el periodismo, perro guardián de la democracia”. Sin ambages, ha agrupado al Gobierno de Mariano Rajoy, Pablo Iglesias y Juan Luis Cebrián, a quienes ha definido como “amenaza para la libertad de expresión”.
El director de EL ESPAÑOL ha recriminado al secretario general de Podemos que pida “periodistas militantes”. Sobre el Ejecutivo del PP, ha espetado: “Aprovecharon la debilidad de los medios para controlar la opinión pública”. Hubo algunos que no siguieron el carril y de ahí “la alta tasa de mortalidad de los directores en 2014”. Por último, y en relación al escrache sufrido por González y Cebrián en la Universidad, ha relatado: “Lo condeno. De igual forma que condeno el escrache jurídico con el que el presidente de Prisa pretende someter a El Confidencial”. Cebrián ha interpuesto una demanda contra este diario por “investigar los asuntos turbios que le rodean”.
Despertar al "perro narcotizado"
Dos citas para prologar la intervención de Pedro J. Ramírez en el Expocampus 2016, congreso dedicado a la reflexión acerca del aprendizaje digital celebrado en la Casa del Lector. Una de Mario Benedetti, rescatada por Antonio Basanta, director de la fundación Germán Sánchez Ruipérez: “Cuando teníamos todas las respuestas, nos cambiaron las preguntas”. Otra de García Cabrero, director adjunto del acto y presentador esta mañana del director de EL ESPAÑOL: “Pedro J. se ha inyectado internet en vena”. Y en esa inyección ha centrado Ramírez su intervención; una inyección que ha sabido generalizada nada más pisar el escenario. “¿Quién no tiene una tableta o un smartphone?”. Nadie ha levantado la mano entre los más de cien asistentes.
El periodista, que ha relatado ante los asistentes la aventura de fundar un medio nativo, ha asegurado que el periodismo digital contribuirá a crear un ecosistema "más saludable", al no depender su información de los poderes fácticos. “Despertemos al perro narcotizado”, bromeaba mientras invitaba a la suscripción a los presentes.
Pedro J. Ramírez, que ha reconocido ‘calzar’ gustoso el siglo XIX en sus intervenciones y escritos, ha elegido esta vez a Manuel Bretón de los Herreros. El dramaturgo publicó hace 180 años una comedia titulada “La redacción de un periódico”. Uno de los protagonistas, Fabricio, lamentaba: “Lo menos treinta –en referencia a los directores de periódico– finaron soñando una fortuna desecha”.
“Estoy seguro de que muchos lo leerían pensando que se ha escrito ahora”, ha dicho Ramírez antes de lamentar “una apabullante destrucción de puestos de trabajo en el sector durante los últimos años”.
10 millones de usuarios
A partir de ahí, el director de EL ESPAÑOL ha desmigado las claves que han llevado a su último proyecto a sobrepasar los diez millones de lectores en los últimos treinta días. “¿Lo digo de verdad, eh? Este dato es nuevo”. Como prueba ha mostrado un gráfico en su móvil al público, con Cesar Antonio Molina –exministro de Cultura– en primera fila como testigo. De pie y con las gafas puestas, el ahora director de la Casa del Lector ha confirmado: “Es verdad, es verdad”.
Ramírez ha mostrado su confianza en un modelo freemium, es decir; la combinación entre los ingresos publicitarios y aquellos fruto de la suscripción. Ha reconocido que los medios viven hoy “rehenes de sus audiencias”, un indicador que no lo es todo: “Una cosa es tener millones de lectores y otra conseguir monetizarlos”. La audiencia por sí sola, en palabras del periodista, no basta para garantizar la continuidad de las grandes redacciones.
Como muestra del fin que amenaza la prensa de papel, un dato y una confesión. Ramírez ha recordado cuando El Mundo logró vender más de 300.000 periódicos en un mes. Ahora, El País –que encabeza la clasificación– apenas alcanza los 100.000. En contra de lo que pudiera preverse, ha asegurado que, siendo director de El Mundo, ya sólo leía el diario en soporte digital en los últimos años. Pero no se trata de penetración o difusión, el director de EL ESPAÑOL ha afirmado: “La influencia del papel empieza a ser irrelevante en comparación con la de los medios nativos”.
Richard Vaughan: 30.000 horas de curro antes de ser famoso
El profesor más mediático de inglés ha completado el panel de ponentes plenarios en la inauguración de Expocampus. “¿Cómo puedo llegar a un ama de casa de Moratalaz?”, se ha preguntado al inicio de su conferencia, en la que ha relatado los factores que le han llevado a la cima de la docencia.
“Antes de ser famoso, tenía más de 30.000 horas de curro a la espalda”, bromeaba poco después de empezar. Vaughan confió en la radio como medio para difundir su proyecto. Acertó: “Concursé en nueve Comunidades Autónomas y fracasé. Tuve que comprar una emisora por un millón de euros”.
Vaughan ha revelado que sus potenciales clientes siempre le recibían con una misma pregunta: ¿por qué los españoles somos tan negados para el inglés? “No, lo que pasa es que muchas veces se niegan al esfuerzo”.
En contra de lo que pudiera parecer debido a la globalización de la tecnología, el profesor ha reiterado que la clave de su éxito pasa por el profesorado: “Su capacidad técnica y humana es imprescindible. Todo lo demás es puro adorno. Vale más un buen profesor enseñando en una cueva, que uno malo que disponga de mil pantallas”.