Apenas unas horas antes de comenzar la sesión de investidura donde Mariano Rajoy saldrá reelegido presidente, Albert Rivera ha mantenido una charla sobre las reformas que necesita España en el seminario que EL ESPAÑOL organiza por su primer aniversario. Lo ha hecho junto con el director de este medio, Pedro J. Ramírez; la adjunta al director, Ana Romero; y John Müller, también adjunto al director, y se ha mostrado muy tajante sobre cómo está el panorama político actual: "Habrá un gobierno continuista", el de Mariano Rajoy y sus ministros, "pero el cambio ha llegado al Parlamento", donde el bipartidismo cosecha las peores cuotas de popularidad de su historia.
El líder de Ciudadanos, que obligó al líder del PP a firmar una serie de reformas a cambio del apoyo de los 32 diputados de su grupo parlamentario a su investidura, explicó en una sala de la Universidad Camilo José Cela llena a rebosar los cambios que quiere impulsar en el Parlamento, siempre con el acuerdo de otros, desde la próxima semana, y dejó claro que "si no hay consenso, no habrá reformas".
Müller le preguntó sobre si ve a Cristóbal Montoro revalidando su cargo como ministro de Hacienda. "Ya sabe que soy súper fan", contestó, en un tono irónico. "Yo no voy a hacer el trabajo del señor Rajoy. Esperaremos a ver cuál es el gobierno. No me gustaría hacerle la quiniela. No voy a caer en la tentación porque Ciudadanos no se planteó entrar en el Gobierno". Rivera reconoció que el Ejecutivo de Rajoy "sigue siendo continuista, con casos de corrupción". Y pidió "regeneración", una regeneración que, a su entender, no pasa por Alberto Núñez Feijóo. "Si Feijóo es la renovación del PP, apaga y vámonos", dijo.
En la primera parte de la conversación, Ramírez y Rivera intercambiaron opiniones sobre las reformas políticas que emprenderá España en la nueva era sin mayorías absolutas en el Parlamento. Los dos trajeron al debate un informe que el Consejo de Estado confeccionó en 2006, en el que se abre la puerta a una posible reforma de la Constitución y delimitar las competencias de las comunidades autónomas. Aquel documento sostenía que el Gobierno debería aprovechar la reforma para delimitar las competencias del Estado "frente a los riesgos que genera la apertura del sistema". "Nuestra propuesta va en esa línea", reconoció Rivera.
El líder del partido naranja reconoció que ha llegado el momento de "acabar un ciclo de autonomismo y redefinir las competencias autonómicas, las del Estado y las municipales.Es fundamental también la financiación de servicios y sus competencias". Además, Rivera cree que en el momento en el que se abra el melón de reformar la Constitución, elaborada en 1978, hay que llevar a cabo una amplia reforma institucional. "No podemos dejar el Senado como está: si no se reforma, se cierra".
Adiós a los aforamientos
Rivera se comprometió también a impulsar las reformas para acabar con los privilegios de los diputados. "Nos quejamos de que Rita Barberá esté en el Senado, y eso pasa porque es aforada". El líder de Ciudadanos se mostró ante el público partidario de impulsar la democracia interna en el seno interno de los partidos. "Quien ejerce la democracia tiene que ser democrático. Por eso creo que las primarias tienen que estar en todos los partidos de España". Pedro J. Ramírez preguntó al invitado sobre la polémica reforma de la ley electoral para que el voto de todos los españoles valgan lo mismo, voten donde voten. "PP y PSOE no están por la labor, pero por fin en febrero en España habrá una ponencia sobre la nueva ley electoral. Eso es un logro. Hay espacio para el entendimiento si se quiere".
Diálogo y entendimiento fueron las palabras más utilizadas por el líder catalán. Serán los ingredientes básicos que se tendrán que imponer en el Parlamento si los partidos políticos quieren sacar adelante alguna ley. Con el Congreso más fragmentado de la historia de España, Rivera también quiere hacer hincapié en la necesidad de cambiar la elección de los miembros del poder judicial. "Deben ser elegidos por los jueces", insistió. Preguntado sobre si adelantaría la edad para votar por primera vez de los 18 años a los 16, Rivera se mostró contrario. "No es la solución, y eso que nuestros votantes son jóvenes. Lo importante es que cuando los jóvenes puedan votar tengan toda la información posible".
El director de EL ESPAÑOL puso sobre la mesa la necesidad de cerrar un gran pacto por la Educación como los cimientos necesarios para construir una nueva España. "Es de lo más complicado, pero hace falta una cultura democrática desde las aulas. Es uno de los temas que no debatimos, qué valores enseñamos". En el turno de preguntas, Rivera reconoció que en España ha fracasado "el modelo laboral y el educativo. Tener un 20% de paro estructural y un 40% de paro juvenil es fracasar. Y el populismo necesita que las cosas vayan mal".
La situación crítica de la Seguridad Social
En el segundo bloque del debate, los oradores hablaron sobre las grandes reforma económicas. Rivera insistió en que es necesario "garantizar y hablar en serio" de la situación crítica de la Seguridad Social. "La caja de pensiones se llena con cotizaciones", insistió. Además, para crear empleos de calidad, propuso abrir un debate inexistente, el de la natalidad. "Si no damos ayudas fiscales a los jóvenes para tener hijos, no podremos sostener el sistema", anunció Rivera.
La parte final del coloquio se reservó para la coyuntura política que atraviesa el país, Ana Romero preguntó a Rivera sobre el futuro de su partido: "¿Qué quiere ser Ciudadanos?", le preguntó. "En mi partido somos muy aburridos porque no nos peleamos. No hay cuchilladas ni navajazos", dijo en tono irónico haciendo referencia a la grave crisis que atraviesa el PSOE o a los dos almas de Podemos, los 'pablistas' y los 'errejonistas'.
El líder de C´s tuvo la oportunidad de recriminar a rivales políticos como Alberto Garzón o Pablo Iglesias su participación en manifestaciones como rodea el Congreso, prevista para la sesión de investidura del sábado. "La nueva política no es rodear el Congreso, sino trabajar dentro", advirtió. Y por eso cree que "no se puede aspirar a gobernar España sin antes hacer algo por tu país". De hecho, Albert Rivera cree que "los votos ya no son del PSOE ni del PP. Estamos en una etapa donde puede pasar de todo".