Cartel de Diana Quer en un coche de Protección Civil desplegado en el operativo.

Cartel de Diana Quer en un coche de Protección Civil desplegado en el operativo. G. Araluce

España

Diana Quer: ¿desaparición forzosa o marcha voluntaria?

La Guardia Civil maneja un abanico de pistas 78 días después de la desaparición, pero ninguna es definitiva para descartar las principales hipótesis.

8 noviembre, 2016 00:29

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Dos meses y medio de pesquisas en los que un puñado de pistas han servido a la Guardia Civil a reconstruir, hasta un punto concreto, los pasos que dio Diana Quer la noche de su desaparición. 78 días en los que los agentes al frente del caso han ido desmenuzando, con grandes dosis de esfuerzo, los indicios que han logrado arrancar de un caso envuelto por el misterio. Dónde estuvo, qué hizo y por qué son las tres grandes preguntas que sostienen la investigación.

Los primeros testimonios aclararon que Diana Quer abandonó el parque de Valle-Inclán, corazón de las fiestas de A Pobra do Caramiñal, sobre las 2.30 de la madrugada. Y que desde ahí emprendió el camino que debía conducirla a su casa, a unos veinte minutos a pie, en la que residían su madre, Diana López Pinel, y su hermana Valeria. A partir de ahí, la Guardia Civil no se encontró más que con sombras. El empeño del equipo al frente de la investigación, apoyado en el trabajo del grupo tecnológico, ha servido para arrojar algo de luz. Por lo menos, en los primeros pasos que dio la joven.

Con los datos obtenidos, el Instituto Armado ha sabido que Diana Quer abandonó A Pobra do Caramiñal cerca de las tres de la madrugada, y que lo hizo a bordo de un vehículo -los últimos indicios apuntan a que era una caravana- junto con tres hombres. Que se marcharon hasta otro punto distante a unos veinte minutos, Taragoña, en cuyo puerto se vieron con otro individuo. Y que la joven se bajó del primer coche y se montó en el de este último sospechoso, al que algunos testigos definen como "de mala pinta"

El teléfono de Diana Quer apareció en una ría muy próxima al puerto en el que se produjo el encuentro. El terminal emitió su última señal alrededor de las cuatro y media de la madrugada; una antena de repetición de Taragoña captó el movimiento. 

En los 78 días de investigación se ha aclarado dónde estuvo Diana Quer durante esas casi dos horas; casi un día de investigación, con todos los recursos que ello implica, para cada minuto del recorrido de la joven desaparecida. A partir de ahí, el suelo se desvanece. 

Con todas las pistas encima de la mesa, se mantienen abiertas dos posibilidades, cada una de ellas con una infinidad de ramificaciones: que Diana se marchase de forma voluntaria o que sea víctima de una desaparición forzosa. Estas son las pistas que respaldan las dos posibilidades:

La desaparición forzosa

Diana no llama. Cuando alguien rompe con su vida de forma voluntaria, antes o después termina llamando a sus seres queridos para informar de su nueva situación y calmar los ánimos. Diana Quer, de 18 años, no ha dado ninguna señal. Los agentes creen que, en caso de haberse ido por su propio pie, la joven habría reaccionado al ruido mediático y los mensajes que sus padres han lanzado a través de la televisión. 

Personas sospechosas. ¿Quiénes eran los tres ocupantes de la caravana en la que viajó Diana hasta Taragoña? ¿Y el cuarto hombre que les esperaba a bordo de otro coche en el puerto? La investigación gira en torno a estos cuatro individuos, puesto que fueron los últimos en estar con la joven desaparecida. La Guardia Civil ha pedido a las autoridades locales un listado de personas que habitan en la región de Barbanza con antecedentes penales para ir reduciendo el círculo en torno al caso.

Sin DNI ni tarjetas. Los agentes de la Guardia Civil que rastrearon la vivienda de A Pobra do Caramiñal encontraron en ella el DNI y las tarjetas de Diana Quer. La joven se marchó de su casa con la única ropa que llevaba puesta y algo de dinero. En caso de querer desaparecer de forma voluntaria, los investigadores creen que se habría llevado más cosas que le hubieran ayudado en la nueva vida que proyectaba. 

Un teléfono móvil destrozado. Los datos que se han podido obtener a través del teléfono móvil de Diana Quer, un iPhone 6, no hacen sospechar en ninguna marcha voluntaria. La Guardia Civil logró activar la nube virtual del terminal y así acceder a parte de sus contenidos. Ahora, tras el hallazgo del terminal en el fondo de la ría, los agentes tratan de extraer su memoria e instalarla en smartphone de la misma marca y modelo. Con este procedimiento quieren acceder a los mensajes que pudo enviar y recibir aquella noche. Por el momento, nada hace pensar que la joven planease una fuga inminente.

La marcha voluntaria

El testimonio de la madre. Los indicios que maneja la Guardia Civil no tienen el suficiente peso para considerar el crimen como la única vía a explorar. Diana López-Pinel cree que su hija ha sido secuestrada y que algún día aparecerá con vida. 

La organización SOS Desaparecidos ha lanzado varias alertas internacionales a petición de Diana López-Pinel. En un primer momento, el mensaje se extendió a las delegaciones europeas con las que colabora la organización; después, a Estados Unidos.

No hay ningún escenario del crimen. Los investigadores han rastreado con la ayuda de perros algunos escenarios de Taragoña en los que se reúnen parejas jóvenes. También han investigado algunas de las viviendas próximas al lugar en el que la antena de repetición captó la señal del móvil de Diana Quer. Pero por el momento no han encontrado ningún rastro, ningún indicio que confirme que aquella noche se cometiera un crimen. 

Diana se había marchado varias veces de casa. No sería la primera vez en la que Diana Quer abandonó su domicilio por propia voluntad. La familia Quer-López Pinel estaba partida en dos tras la reciente separación de los padres y la joven Diana se había ido en varias ocasiones a dormir a casa de amigos sin decir nada en casa. Pero estas fugas nunca duraban más de 24 horas, avisando al día siguiente de su ubicación y de los motivos por los que se había marchado.

Amigos extraños. Las amistades que últimamente frecuentaba Diana Quer eran, en cierta medida, desconocidas para sus padres. Juan Carlos Quer lo admitió en una entrevista en televisión. Sobre ellos advirtió que podrían estar rozando los límites de la legalidad. La Guardia Civil ha pedido a estas personas todos los datos que puedan aportar sobre sus últimos movimientos, por si Diana hubiera planeado marcharse con alguno de ellos.