Carlota Merchán: "La militancia del PSOE decidirá si es la hora de Susana Díaz"
"No toda la culpa es de Sánchez. El principal error del PSOE fue mayo de 2010" / "El Congreso Extraordinario debe estar en el horizonte, antes de que acabe el año" / " No creo que el PSOE se haya equivocado con Podemos, igual es Podemos que se ha equivocado con el PSOE".
15 noviembre, 2016 01:17Noticias relacionadas
- Susana Díaz acusa a Rajoy de actuar con los PGE como un niño: “Me llevo el balón porque es mío”
- PSOE y PSC crean una comisión para cambiar en dos meses las reglas de su relación
- Susana Díaz: "No entiendo el PSOE sin el PSC"
- Hernando sobre su cambio de postura: "No fue por amarrarme a un sillón, fue por España"
El día que Pedro Sánchez, a las doce y media del mediodía, renunció y entregó su acta de diputado, María Carlota Merchán Mesón (Llodio, 1973) estaba cocinando en su casa. Eso sí, "muy atenta, con la radio puesta". Desde este martes, pasará a ocupar el lugar que Sánchez dejó en el Congreso de los Diputados. Hasta ahora, la número ocho de las listas por Madrid trabajaba como concejala en el Ayuntamiento de la ciudad. Tras una vida de activismo, entra en el Grupo Parlamentario de un partido dividido en muchos pedazos. Son las astillas que quedaron en "el solar" del que habla Javier Fernández, presidente de la gestora del partido. En esas circunstancias, Merchán entra en el Congreso recogiendo el testigo de Sánchez, el ex líder del PSOE, elegido por la militancia.
¿Qué le pareció la renuncia de Pedro Sánchez al acta de diputado?
Me produjo tristeza. Además de ser el secretario general y el primero elegido en primarias, ha desempeñado su trabajo con nota. Sé que ama la política y que ama su compromiso con los ciudadanos. Me produjo tristeza que abandonase en ese momento. Es una decisión que tomó él y no soy quien para valorarla. Me dio pena porque creo que habría desempeñado un trabajo parlamentario excelente y además acorde a los tiempos en los que estamos.
¿Qué habría hecho usted?
Es que es una decisión personal. No soy quién para juzgar porque entran en juego muchas circunstancias particulares de cada persona.
¿Cómo de profunda está siendo la crisis del PSOE?
Somos un partido que, por naturaleza, nos gusta el reflexionar y cuestionarnos a nosotros mismos. Estamos en una encrucijada que afronta no solo el PSOE, sino toda la socialdemocracia. Como dice Obama, son tiempos líquidos, y esos tiempos líquidos afectan a los partidos. Hoy, un partido que no esté en crisis me daría que pensar. En un momento en que la ciudadanía está constantemente cuestionando las cosas, de un día para otro hay acontecimientos que antes se daban en décadas y ahora se producen de una manera anual. Solo espero que el PSOE esté a la altura, como siempre ha estado.
¿Entonces es normal lo que ha sucedido en el PSOE en los últimos meses?
Normal no, creo que es una situación provocada por una serie de acontecimientos que se sucedieron en los últimos años.
Hubo varios diputados, como Margarita Robles o Zaida Cantera, que decidieron romper la disciplina de voto.
Yo respeto su decisión.
¿Debió hacer lo mismo Pedro Sánchez?
Pedro Sánchez tomó su decisión, no la juzgo. Mis compañeras Zaida y Margarita escogieron la suya, que contravenía la resolución del Comité Federal. En esa circunstancia excepcional creo que se podía haber sido excepcional en la decisión: se podía haber optado por abstener el número de votos que era necesario. Pero las decisiones del Comité Federal son las que dictan la posición política. Respetar esas decisiones es lo que te hace funcionar como organización. Pero respeto la decisión de mis compañeros por la excepcionalidad de la situación. Decidíamos algo inédito en la historia del PSOE.
Sánchez siempre ha defendido que su decisión fue coherente con lo que defendía.
Yo creo que si él lo entendió así es respetable. Yo habría entendido también que hubiera seguido. Es una decisión personal. La tomó él creyendo que en ese momento era lo más coherente para él y para el partido, lo mejor para el país. No creo que se habría juzgado si no hubiera dimitido.
Fue el mismo Comité el que en junio dijo ‘no’ a Rajoy el que cambió su postura. ¿Qué cambió en el PSOE en esos meses?
Hay personas que en junio consideraban que había que mantenerse en el bloqueo. Pasados unos meses, consideraron que esa opinión no contribuía a los intereses del país. Lo que no me cabe duda es que los compañeros del Comité Federal lo hicieron pensando lo mejor. Tengo claro que nadie en el PSOE votó nada pensando en otra cosa que no fuera eso.
Dos tercios de los votantes socialistas consideran que la decisión de abstenerse para facilitar un gobierno de Mariano Rajoy no fue la adecuada.
Yo me mantenía en el ‘no’. Pero hubo un cambio, se tomó una decisión y ahora lo que nos toca es hacer lo posible para que un gobierno en minoría funcione como un gobierno en minoría. Y eso es en lo que ahora tenemos que trabajar.
El PSOE tenía en 2011 en torno 11 millones de votos. Ahora tiene 5. ¿Qué ha pasado? ¿La culpa es de Pedro Sánchez?
Atribuir toda la responsabilidad a una persona sería mucho atribuir. El PSOE lleva perdiendo votos desde antes que llegase Pedro Sánchez, sobre todo desde 2008. Nosotros cometimos dos errores que la ciudadanía nos ha recriminado. Esos errores se produjeron en mayo de 2010 y agosto de 2011. Esos dos momentos marcaron la relación del PSOE con la ciudadanía de este país. La gente nos dejó de votar en noviembre de 2011 porque tomamos unas decisiones estando en el Gobierno que contravenían lo que nos habíamos comprometido a hacer: la reforma de la Constitución. Eso generó una decepción o una desconfianza en los ciudadanos.
Sin embargo, algunos líderes del PSOE han exigido responsabilidades cuando se producía un resultado desfavorable, apuntando directamente a Sánchez.
No creo que sea Pedro Sánchez el problema. Por supuesto tiene responsabilidades, pero cuando hay unos malos resultados es el sumatorio de distintas razones.
En estos cinco años han salido a la luz distintos casos de corrupción del PP, por ejemplo los de la Comunidad de Madrid. ¿Por qué no convence el PSOE frente al PP de la corrupción?
Es de las cosas que más me sorprende, que la corrupción no pase factura.
Bueno, se han dejado millones de votos por el camino.
Sí, pero siguen gobernando, y por eso me preocupa. Y a nosotros, cuando nos ha sucedido, nos han pasado una factura mayor que al PP. Los valores que se le presuponen al PSOE no se le presuponen a otros. Se nos exige un nivel de principios, de valores, de coherencia que en otros es más laxo.
La aparición de Podemos les ha debilitado. ¿Es complicado luchar contra ellos?
Obviamente nos hace más mella que la derecha unida en un único partido. Es difícil.
El otro día Susana Díaz comparaba a Donald Trump con Podemos. ¿Hay en el partido personas como ella, menos partidarias de llegar a acuerdos con ellos?
Habrá de todo, pero si haces un repaso en las comunidades autónomas, excepto en Andalucía, en otras se gobierna gracias a Podemos. Son dirigentes de comunidades muy importantes. Poner retos al diálogo es una contradicción. Hay que dialogar pensando en el bienestar de la gobernabilidad de los territorios.
¿Cuándo debe ser el Congreso para elegir al nuevo líder?
Necesitamos tener ya un horizonte de calendario. La gestora tiene como misión ese Congreso y debe ser cuanto antes. Antes de que el año acabe es preciso tener un calendario de recuperación de la realidad.
¿Ve a Pedro Sánchez presentándose ? Tiene mucha fe en la militancia.
Veo a muchos compañeros y compañeras. Ni sé si se va a presentar. No sé qué proyectos habría. Yo también tengo mucha fe en los militantes de este partido.
Sánchez dijo que se había equivocado con Podemos. ¿Está de acuerdo?
No creo que el PSOE se haya equivocado con Podemos, igual es Podemos quien se ha equivocado con el PSOE. Cuando Pedro Sánchez estaba en entrevista con el rey, el secretario general de Podemos ya había propuesto cómo debía ser el Gobierno. Yo no diría que el PSOE se hay equivocado con Podemos. No han ponderado el peso del PSOE. Y creo que hay que pensar que el adversario de la izquierda son las políticas de la desigualdad, no los partidos de izquierda.
En los últimos meses, daba la sensación de que a Pedro Sánchez no se le dejaba hacer nada: no podía pactar con Podemos, tenía que votar ‘no’ a Rajoy, pero también se le decía que era malo ir a terceras elecciones. ¿Estaba atado de pies y manos?
No sé si fue así porque yo no estaba, pero creo que las circunstancias de la primera convocatoria a la segunda cambiaron. Se tendría que haber intentado en junio. Pero no veía esa voluntad por parte de otros actores que podrían haberlo facilitado. Si Podemos hubiera sido consciente de lo que nos jugábamos, tenía que haber sido más generoso.
Sánchez se sumó a las críticas de Iglesias a los medios de comunicación. ¿Ha existido ese complot contra el secretario general socialista?
No lo vi. Lo desconozco.
Pero reconoce que se ha centrado en él la atención.
Todos recordamos el editorial de un medio de comunicación, que hasta los trabajadores protestaron sobre cómo estaba redactado. Creo que ha habido una focalización en el Partido Socialista que no ha habido en otros partidos. La responsabilidad que se le ha pedido al PSOE no se le ha pedido al PP.
Con el coche, con el discurso y las lágrimas… ¿Se está vendiendo Sánchez como un mártir?
Yo creo que no. Es que fue así como empezó. Sus primarias fueron él con su coche. Era un poco la simbología: me voy como vine. La política se ve con una frialdad que los que estamos en ella no percibimos. Es una vocación de servicio, no te aparece de un día para otro. Yo creo que Pedro mostró realmente lo que sentía en ese momento. Pedro renunció a su puesto de diputado, en el que puedes hacer lo que has querido hacer toda tu vida.
¿Es la hora de Susana Díaz para liderar el PSOE?
Si es su hora, tendrá que decirlo ella y luego la militancia.