Fugas, motines y huelgas de hambre. Los incidentes y los episodios violentos se han repetido en los últimos dos meses en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs) que hay repartidos en España. Sindicatos policiales lamentan la situación de salubridad y seguridad que se dan en estos espacios, aunque advierten que este repunte de situaciones puede deberse a un "efecto llamada".
De acuerdo a los datos ofrecidos por el Ministerio del Interior, en España hay alrededor de 7.000 personas internadas entre los siete CIEs. Algeciras, con unas 2.100, es el más concurrido, seguido del de Madrid (alrededor de 1.300), Las Palmas (850), Barcelona (740), Murcia y Valencia (unas 700) y Tenerife (60).
"Los centros no cumplen los requisitos", comenta Ramón Cossío, portavoz del Sindicato Unificado de Policías (SUP), el mayoritario en el Cuerpo. Según explica, hay una ley sobre los CIEs que no se cumple: "Hay que hacer que se cumpla -añade-. Y si no, derogarla o modificarla".
Colaboración con el exterior
Cossío admite que "es más que posible" que los internos se hayan fugado con colaboración del exterior: "En Madrid, hay una sola persona para controlar los doce locutorios". Precisamente este ha sido el escenario en el que se ha producido el último incidente, este mismo domingo: 15 personas -los primeros datos apuntaban a 13- se fugaron tras sabotear la instalación eléctrica. Cuatro de ellos fueron detenidos al intentar asaltar un supermercado en busca de comida.
Además de este episodio, en el CIE de Aluche (Madrid) se han registrado otros que han despertado la polémica sobre el funcionamiento de estos centros: el 3 de noviembre se escaparon dos internos y el 18 de octubre protagonizaron un motín en la azotea que se prolongó durante más de once horas.
Pocos días después, el 1 de noviembre, fueron los internos del CIE de Barcelona los que se amotinaron durante dos horas. En este lugar también se han registrado dos conatos de levantamiento. En Murcia, mientras, ha habido tres fugas en los últimos dos meses: 67 personas se escaparon el 5 de octubre, 5 lo hicieron el 31 del mismo mes y otras 9, el 14 de noviembre; éste último coincidió con un motín.
Además ha habido incidentes aislados y dos huelgas de hambre, una en Aluche y otra en Barcelona.
Heridas de arma blanca
"Los internos aprovechan los hierros de las rejillas de ventilación para hacer objetos punzantes", relata Ramón Cossío. Según denuncia, los agentes destinados en los centros "no tienen medios, formación, ni medidas de seguridad para cubrir los turnos necesarios en los CIEs": "Están desbordados".
Según fuentes policiales, muchos de los internos llegan a los CIEs sin más que lo puesto -especialmente en centros como Algeciras- y son los propios agentes los que les compran ropa al terminar sus turnos de trabajo.
El reglamento redactado por el Ministerio del Interior explica las normas a las que se someterá el internamiento: "Se mantendrá por el tiempo imprescindible para los fines del expediente, siendo su duración máxima de 60 días, y sin que pueda acordarse un nuevo internamiento por cualquiera de las causas previstas en un mismo expediente". Sindicatos policiales y ONGs, no obstante, ponen en duda el cumplimiento de esta norma.
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