El Partido Popular es consciente de que cerrar el primer paquete de reformas con el PSOE a espaldas de Cuidadanos tendrá consecuencias en la relación que el partido de Albert Rivera mantiene con los conservadores en distintas administraciones, sobre todo a escala autonómica y municipal. De hecho, fuentes cercanas a Mariano Rajoy creen que Albert Rivera "hará valer" el peso de su formación retirándole el apoyo en la Alcaldía de Burgos y la Presidencia de Murcia, donde gobiernan en minoría.
Ciudadanos está a la espera de que el Tribunal Superior de Justicia de Murcia impute al presidente de la región, Pedro Antonio Sánchez, para pedir públicamente su renuncia. El equipo de Rivera se aferra al "punto número uno" del acuerdo que firmó con el PP a cambio de la Presidencia: "Separar de inmediato de cualquier cargo, público o de partido, a imputados por corrupción política hasta la resolución completa del procedimiento judicial".
"Acuerdo de investidura"
En el PP, sin embargo, entienden que "cobrarse la cabeza de un presidente autonómico" tiene más que ver con "haber cerrado una subida de impuestos" con el PSOE y "no haber hecho caso a sus reivindicaciones en amnistía fiscal". Y se escudan en que los 32 diputados de Ciudadanos “son insuficientes” para sacar adelante "cualquier proyecto" si los socialistas "votan en contra". Una justificación que ya no le vale a la formación naranja, que apelará al "acuerdo de investidura" que obliga a abandonar de cualquier cargo público o de partido a "los imputados por corrupción política".
Génova defiende la honorabilidad de Sánchez, alega que "no está acusado de ningún delito de corrupción" y confía en que así lo entienda Ciudadanos. "En el peor de los escenarios es un error administrativo", recordó el vicesecretario de Organización del PP, Fernando Martínez-Maillo en una entrevista televisiva este lunes. El 'número tres' del PP comparó el caso de su compañero con la investigación abierta al actual alcalde de Granada, del PSOE. “Es un caso semejante y allí Ciudadanos ha dicho que es una cuestión administrativa”, añadió el popular.
Moción de censura en Burgos
En Burgos, el alcalde conservador Javier Lacalle consiguió gobernar tras las elecciones autonómicas de mayo de 2015 con el único apoyo de sus nueve concejales. Año y medio después, los siete ediles del PSOE contemplan lanzar una moción de censura para arrebatarle el bastón de mando municipal. Los seis concejales de Imagina Burgos, la marca de Podemos en la localidad, apoyarían la moción.
Ciudadanos, que cuenta con tres escaños en el Ayuntamiento burgalés, sigue "estudiando" su posición definitiva. "No hemos tomado una decisión al respecto", confesó José Manuel Villegas el pasado viernes, cuando el PP acababa de cerrar con el PSOE una subida de impuestos en tabaco, alcohol y bebidas azucaradas, además del Impuesto de Sociedades. El propio alcalde critica que el mero hecho de que el partido de Rivera se plantee apoyar la moción de censura de los grupos de la izquierda está "perjudicando" a la ciudad.