Tercer revés judicial a los cortes al tráfico de Manuela Carmena en la Gran Vía. Tras la autorización en los tribunales a los conductores de Uber y Cabify, vino el 'sí' a los transportistas. Este viernes, han ganado la batalla los autobuses turísticos, tengan relación comercial con el Ayuntamiento o no.
El auto es fruto de una petición de BusVision, una de las empresas que ofrece este servicio. La medida que entra en marcha, según el juez, es "provisionalísima y urgente", de ahí que quede suspendido "con carácter parcial" -una vez más- el decreto con el que el Ayuntamiento de Madrid puso en marcha las restricciones al tráfico.
El Consistorio, recoge lo dictado por el juez, tendrá la posibilidad de apelar durante los próximos quince días. En el apartado en el que explica su decisión, se refiere a "los graves e irreparables perjuicios de índole económica" que no circular por la Gran Vía en Navidad podría ocasionar a este tipo de empresas. "Una fecha con notable influencia de turistas y un incremento de usuarios de transporte destinado a estas actividades turísticas y de ocio".
En opinión del magistrado, los autobuses turísticos ofrecen el mismo servicio que los del parque público y no se les puede impedir el paso a pesar de "ser ajenos" al Ayuntamiento de la capital. La decisión busca "amparar los derechos de igualdad, de libre competencia y el de no sufrir discriminación alguna por una actuación arbitraria" de Carmena.
BusVision posee tres autobuses destinados al transporte turístico en la ciudad, Madrid City Tour cuenta con veintiséis y Naviluz dice tener alrededor de diez.
En BusVision, igual que la asociación de comerciantes, lamentan que Manuela Carmena tomara la decisión de cortar la Gran Vía "sin consultar a los agentes sociales involucrados". Unos cortes que consideran "confusos, contradictorios y discriminatorios, que benefician a aquellas empresas vinculadas al Ayuntamiento".