El PP establecerá un sistema de doble vuelta para elegir al presidente

El Partido Popular quiere cambiar su modelo para elegir al presidente y satisfacer aquellas voces internas que piden más participación de los afiliados en la elección de la cúpula. La dirección nacional del partido conservador incluirá en la ponencia de estatutos que se presentará en el congreso nacional de febrero un sistema de doble vuelta donde conjugarán dos votaciones: una, donde todos los afiliados del partido que así lo deseen podrán avalar una candidatura y otra, donde únicamente participarán los compromisarios asignados.

El aparato nacional del PP preguntará a todos los afiliados del partido si quiere participar en el proceso. En la primera vuelta, serán "los inscritos" los que voten en la urna a los candidatos que se presenten a las elecciones. "Así se cumple con la petición de un militante, un voto", resume el vicesecretario Fernando Martínez-Maillo, en la presentación de las líneas maestras de la ponencia más importante del congreso que él mismo dirige. Pasarán a la segunda vuelta "aquellos candidatos que estén respaldados como mínimo por el 10% de los votos".

Hecha la primera criba, en la segunda vuelta serán los compromisarios elegidos también a través de urnas los que finalmente elegirán en el congreso nacional, regional o provincial a su presidente. En este caso, el PP propone que haya candidato único si se cumplen tres condiciones: "Cuando un candidato obtenga más del 50% de los votos, si hay una diferencia de quince puntos entre su candidatura y la siguiente y si el más aclamado consigue más de la mitad de los votos en 30 de las 60 circunscripciones en las que se divide el PP".

Maillo ha asegurado que "defendemos nuestro sistema de representación porque si no sería cuestionar nuestro sistema de elección". A continuación, ha desglosado las votaciones que se han hecho en la elección de compromisarios que acudirán al congreso de febrero y que cerró ayer las urnas. De las 1.200 asambleas abiertas, solo se han celebrado elecciones en 208 de ellas. Son las federaciones donde se presentaron más militantes que plazas de compromisarios a cubrir.

Para controlar la idoneidad de los cargos públicos, la cúpula del PP creará un nuevo órgano que ha denominado la Oficina del Cargo Popular que formarán personas externas al partido y que se encargarán de "supervisar, vigilar y controlar el propio funcionamiento del partido". El objetivo de Génova es controlar a todos los cargos públicos, desde el ámbito territorial más pequeño al más grande, y evitar "algún tipo de irregularidad. Si lo comete, pillarle y mandarlo al juzgado".

El Partido Popular mantendrá en sus estatutos que los cargos públicos no sean apartados de sus cargos hasta la apertura del juicio oral. "Es el momento en el que tenemos que tomar medidas, excepto que haya flagrante delito de corrupción", adelantó Maillo.