Por fin en 13. Más de doscientos años después de que se celebrase el primer sorteo de la Lotería de Navidad, el Gordo termina con el número maldito. El 66.513 se ha hecho esperar y no ha sido cantado por los niños de San Ildefonso hasta las 12 de la mañana. Un primer premio, que a diferencia de los demás, no ha estado nada repartido y ha sido vendido íntegramente en Madrid: 400.000 euros cada décimo.
La administración número 32 de Madrid, en el barrio de Acacias, ha repartido todas las series que se han vendido del Gordo. En su mayoría, tal y como relantan los loteros, a vecinos y comerciantes de este barrio al sur de Madrid.
Felices, emocionados y botella de cava en mano, Agustín y María José han celebrado en su administración -que sólo llevan regentando cuatro meses- el primer premio entre los premiados que se han acercado hasta el lugar.Lorena y Nicol han cantado por segundo año consecutivo el Gordo, después de que movieran los bombos Nerea Pareja y Daniel Rodríguez.
“Te voy a decir lo típico, pero es verdad. Pagaré la hipoteca y taparé agujeros, que durante estos años muchas personas me han tenido que dejar dinero”, ha comentado a los medios Elena, de 42 años. También ha querido celebrar con los loteros el premio Vicente, un técnico de una compañía eléctrica que compró el décimo hace unas semanas: “No me lo creo, no me lo creo”.
Ramón, un jubilado “castizo, madrileño de toda la vida”, se ha enterado que los tres décimos que compró están premiados con 400.000 euros cada uno después de la caminata diaria que se hace por un parque del barrio. “He llegado a casa y he visto a los niños cantando y cuando han dicho la dirección ya he sabido que era el que llevaba”. Dice que lo compartirá con sus dos hijas y “a vivir, a vivir”.
Además de los vecinos, han resultados agraciados varios trabajadores de la sede de Ferraz del PSOE que compraron en esta administración los décimos y unos trabajadores de una residencia, situada a escasos metros del establecimiento de Lotería.