Guerra de libros en Madrid: Aguirre regala uno de Hayek a Carmena y recibe uno de Marx
El concejal de Economía se plantea obsequiar con el Evangelio a la líder del PP en Madrid.
16 enero, 2017 02:12Noticias relacionadas
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"Allí me colé y en tu fiesta me planté". Con Mecano en los auriculares, Esperanza Aguirre se vistió de reina maga para dejar un libro en el zapato de Carmena. También en el de todos sus concejales. "Camino de servidumbre", de Hayek. Porque a la líder del PP en Madrid le gusta este premio Nobel de Economía y lo regala con efusividad, sin contención: "Sí, sí, no me extraña, a mí también me lo dio", coinciden un par de amigos suyos. Durante su última entrevista con este periódico, aquel libro grueso, de tapa dura y verde, estaba en su despacho.
Friedrich von Hayek (1899-1992) fue uno de los mayores exponentes del liberalismo clásico y la Escuela Austriaca. También fue un tipo de americana y chaleco, orejas generosas, reloj de bolsillo y un adversario entre las cejas: el socialismo. Sin pudor, dedicó "a los socialistas de todos los partidos" la primera edición de "Camino de servidumbre", encuadernada en Reino Unido en 1944, en plena Segunda Guerra Mundial.
Cortés y amable, José Manuel Calvo, concejal de Urbanismo de Carmena y director de las obras en Gran Vía, ha sido el primero en obsequiar a Aguirre. Para ello, la otra cara de la moneda: Neil Faulkner (Londres, 1958) y su "historia marxista del mundo". "De los neandertales a los neoliberales", dice la portada.
¿El Evangelio?
Carlos Sánchez-Mato, delegado de Economía y comunista confeso, se 'disculpaba' entre risas por la sorpresa que causaba el libro de Hayek en la mesa de su despacho: "¡Me lo ha regalado Esperanza!". ¿Y usted, cuál le va a regalar? "Estoy dudando entre 'El capital', de Marx, y el Evangelio. Las dos cosas le vendrían bien".
Guerra de libros, el juego del amigo invisible; quizá del 'enemigo invisible', regalar lo que menos ilusión vaya a hacer al destinatario, una práctica ya de moda durante las últimas Navidades.
"Camino de servidumbre" fue, y es, un libro de guerra, escrito al calor de las bombas, con el objetivo de prevenir a las sociedades aliadas del "peligro" que entrañan las políticas intervencionistas, por aquel entonces encarnadas en Adolf Hitler y Joseph Stalin. Aunque el comunismo se llevó menos golpes en la primera edición. Rusia era 'socia' de guerra de los norteamericanos.
Hayek viene a decir que socialismo y totalitarismo son lo mismo, "incompatibles con la libertad humana". "Cuando se escribe un libro político hay que decirlo abiertamente", escribió el académico en el prólogo justo antes de reconocer: "Este libro molestará a muchos amigos y dañará la acogida de mis próximos trabajos".
"El capitalismo depredador"
Las páginas de Faulkner, las de la historia marxista del mundo, son justo lo contrario. Hablan del capitalismo "como el mayor responsable de la depresión actual". Se refiere a "los indignados, maltratados y despreciados por un sistema económico depredador" y a la economía de mercado como "la mayor catástrofe de la humanidad".
El profesor Carlos Rodríguez Braun, catedrático en la Universidad Complutense, saluda con una carcajada temprana y argentina la 'guerra de libros' en el Ayuntamiento. En resumidas cuentas, ¿qué dice Hayek en "Camino de servidumbre"? "Es un clásico del liberalismo. Venía a decir algo así como: 'Cuidado, nos estamos matando con los alemanes, pensamos que el nazismo es muy distinto al sistema democrático, pero las políticas intervencionistas también han sido apoyadas en Inglaterra y Estados Unidos'. Muy actual".
Juan Torres, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Sevilla, también alaba los regalos cruzados de Carmena y Aguirre: "Claro, lo ideal es leer al que piensa distinto. Creo que muchos españoles tienen el desgraciado hábito de centrarse en los autores con los que están de acuerdo. El ejercicio saludable es a la inversa. ¡Pero ahora hace falta que cada uno lea el libro que le han regalado!".
Rodríguez Braun: "Hayek es actualidad"
¿Qué puede aprender Carmena de Hayek? "La necesidad de compatibilizar las libertades individuales con el impulso de la Administración. Esta reflexión ha faltado muchas veces en la izquierda", relata Torres, en desacuerdo con los postulados del Nobel de la Escuela Austriaca.
Rodríguez Braun asegura que este libro palpita actualidad: "Hayek alerta de que a la servidumbre se puede llegar, no sólo mediante la dictadura, sino también en democracia, y en días como hoy. El fascismo al que odian no es tan distinto del populismo que propagan". ¿Cómo? "Eso, a fascistas, populistas y comunistas les unen más cosas de las que los separan".
Torres y el error de Hayek
Torres, en cambio, cree que Hayek erró al considerar el comercio el orden natural del ser humano y postergar su dimensión colectiva: "Prefiere la dictadura a la democracia si esa dictadura defiende la libertad individual y la democracia no". El catedrático de la Universidad de Sevilla recoge estas palabras que un día dijo Hayek al diario chileno El Mercurio, de las que se desprendía un apoyo implícito al Gobierno de Pinochet. "Mi preferencia personal se inclina a una dictadura liberal, y no a un gobierno democrático donde todo liberalismo esté ausente". Estas fueron las palabras de Hayek.
Pero Hayek también se equivocó. Y lo dice un liberal, Rodríguez Braun: "Creyó que el intervencionismo sería limitado por la democracia. En 1944, el gasto público de los nazis era la mitad de su renta nacional, algo que sólo era posible entonces en una dictadura. Esa cifra, antes espectacularmente elevada, ha terminado imponiéndose en muchos países democráticos".
Hace ya varios meses, casualidad, Rodríguez Braun reseñó la historia marxista de Faulkner en El Cultural. "Me pasó la vida leyendo a los que no coinciden conmigo. ¡Hasta hice una tesis sobre Marx!". En palabras del mediático economista, "se trata de una versión simple y delirante del comunismo".
"¡Los comunistas mataron a millones de personas de hambre. En Rusia, en China, en Camboya... Como ideología es un éxito, porque a pesar de todo, hay gente que se la cree. Como Faulkner no es tonto, dice que el socialismo no ha triunfado porque no se ha aplicado a la vez y en todo el mundo", critica Rodríguez Braun.
Los dos catedráticos, entusiasmados con el movimiento literario de Aguirre y Carmena, apremian: "¡Venga, venga! Ahora que lean".