Las personas que tienen que cruzar la frontera de Ceuta están sufriendo colas kilométricas que en algún caso han llegado a retenerles hasta cuatro horas. Para quienes se ven en la obligación de transitar a diario de un lado al otro se trata de un verdadero calvario.
La desesperación ha llevado a estos ciudadanos a crear varias páginas de Facebook en las que intercambian información sobre las retenciones en tiempo real. "Por dónde va la cola" reúne ya a más de 10.000 perfiles de la red social. "Cómo está la cola" es otra página en la que los usuarios se comunican y hasta se desahogan. El jueves pasado, alguien sugería hacer pintadas en los accesos de ambas entradas "para que vea todo el mundo lo que pasa aquí, antes de que llegue el verano, esto explote y corra la sangre".
Las quejas, que tradicionalmente se han trasladado a las autoridades españolas, van a llegar también a Marruecos, al propio rey Mohamed VI. El Club Residentes de Ceuta le va a enviar una carta, "porque la situación es inaguantable, ha adquirido una gravedad extrema al afectar ya a nuestra libertad de movimientos. Hay un estado de ansiedad general", dice el presidente de la asociación, Abdelmalik Mohamed.
Problema cotidiano
Miembros de esta entidad mantuvieron el martes pasado una reunión con el nuevo responsable de aduanas de Marruecos para tratar algo que ya es un problema cotidiano. Le entregaron un informe técnico. "Se ha mostrado muy receptivo, y nos ha pedido un poco de tiempo para incorporarse al cargo porque lleva pocos días al frente, pero ya ha habilitado un carril solo para turistas ceutíes", detalló Abdelmalik.
Una copia de ese dossier será entregada también a la Delegación de Gobierno de Ceuta, que tiene intención de ensanchar los carriles en la frontera, aunque a veces no dispone de los efectivos policiales necesarios para tanto tráfico.
Solo hay un paso fronterizo habilitado entre Ceuta y Marruecos: El Tarajal. Tiene seis carriles para circular, pero desembocan en dos únicas salidas donde se forma el embudo. Tres son para residentes en Ceuta y turistas, y otros tres están destinados al comercio atípico o porteadores de mercancía. En los últimos años Marruecos ha reformado su frontera con Ceuta en dos ocasiones, mientras que la ciudad autónoma todavía no ha llevado a cabo ninguna medida para evitar este atasco diario.
Faltan agentes
A pesar de que las autoridades locales quieren culpar a los porteadores de estos atascos -pues tienen que pasar dos veces en un día- desde la Asociación Española de Guardia Civiles (AEGC) en Ceuta confirman a EL ESPAÑOL la falta de personal en la frontera: "El aumento del tránsito de personas y vehículos ha dejado obsoleta la plantilla".
A veces se cierran carriles por falta de agentes y en ocasiones nadie regula el tráfico hasta que se forma el colapso. "Es imposible hacer un trabajo efectivo cuando para reconocer a miles de personas hay cuatro guardias por turno en la aduana de El Tarajal", advierte José Cobo, responsable de prensa de la AEGC.
La mafia en la frontera también existe: desde consentir pasar más de una ocasión a los porteadores -cuando solo está permitida una al día-, hasta pagar para agilizar la entrada. "Nos la hemos jugado porque no había manera de pasar, estábamos cansados y con un bebé. Le hemos dado un pasaporte con 20 euros a uno de los hombres que pasean por las colas con los formularios que hay que rellenar para entrar en Marruecos. Nos lo dijo bien claro, algo para ellos y otra parte para la Policía. Sellaron los pasaportes, nos los devolvió, vino un agente y nos preparó el camino hasta entrar", denuncia Souad Benkaddour. Le ocurrió entrando de Ceuta a Marruecos después de llegar en barco de la Península, donde reside.
Nuevo paso fronterizo
Los comerciantes ceutíes creen conveniente abrir el paso de Benzú y habilitarlo para los porteadores que pasan los bultos a pie. Sin embargo, para la AEGC, Benzú "solo serviría para trasladar el problema de un lugar a otro, porque es de pequeñas dimensiones". Los porteadores sí serán desviados al nuevo paso Tarajal II, pendiente de inauguración desde septiembre de 2016.
La prensa local apunta este mismo martes 13 de febrero como fecha de apertura, pero según explican los comerciantes dependerá de la seguridad, ya que el lugar no reúne las condiciones para absorber a 3.000 o 4.000 personas.
La inauguración del paso fronterizo Tarajal II se trató en la reunión bilateral que los ministros de Interior de Marruecos y España mantuvieron en noviembre en Rabat. Juan Ignacio Zoido no se atrevió a dar una fecha de apertura. Pero ni siquiera las fuentes consultadas en la Delegación del Gobierno de Ceuta consideran que este nuevo paso fronterizo acabará con las aglomeraciones.
Quejas del comercio
Las consecuencias se notan en el comercio. Entre el 70% y el 80% del comercio de Ceuta depende del cliente marroquí, que ha ido creciendo exponencialmente desde hace 15 años. En el pasado puente de noviembre en Marruecos, por ejemplo, que coincidió con la fiesta de La Independencia, los hoteles de Ceuta se llenaron al 100%. Se trata de marroquíes de poder adquisitivo alto que llegan de ciudades como Rabat o Casablanca.
Las horas de cola están espantando a esos clientes. "Los comerciantes vemos que al que podía ser el único cliente estable, fuerte, el marroquí, lo estamos rechazando con una frontera que no le permite acceder de una forma fácil, cómoda y segura", se queja a EL ESPAÑOL el presidente de la Cámara de Comercio de Ceuta, Karim Bulaix.
El pasado verano fue el peor en ventas desde 2006. La caída en los comercios fue de entre un 20% y un 30%, y las ventas en las agencias de viajes cayeron hasta un 40% porque, ante las colas, cada vez menos gente elige la ciudad para cruzar el Estrecho, ya que Tánger también está comunicado por ferri con la Península.
"Si sumamos todo el tiempo que les dedicamos, se van muchas días y semanas de nuestras vidas en colas, colas y colas", se queja desesperado el presidente del Club Residentes en Ceuta, Abdelmalik Mohamed.