Manuela Carmena ha hablado de "hacer historia" con mayúsculas. El concejal de Participación, Pablo Soto, ha confesado el típico nerviosismo "de la noche de reyes". En la calle, alrededor de sesenta urnas. Sobre la mesa, varias consultas: la reforma de la Plaza de España, la peatonalización de la Gran Vía, ¿un Madrid 100% sostenible?, y un billete único para el transporte público. Casi novecientos voluntarios regentarán los 'colegios electorales' entre este lunes y el 19 de febrero.
Apenas una hora después de que la alcaldesa de Madrid introdujera sus papeletas en la urna, María Ángeles se mostraba "chafada". A las 9 de la mañana ha llegado al centro social de la calle de la Farmacia, en el distrito Centro. Pero no ha podido sacar la urna de la caja. Los voluntarios que iban a constituir la mesa han fallado a última hora. "No se puede votar, es una pena. El primer turno, que va desde las 9:30h hasta las 14:30h ha quedado inhabilitado".
"Los madrileños no se han enterado"
Viste chaleco naranja, una chapa amarilla que reza "Decide Madrid", unos sesenta años y una sonrisa perenne, a pesar de la mañana en balde, por culpa de los voluntarios que no llegaron a serlo. "Claro que me desilusiona. Como dice la alcaldesa, estamos haciendo Historia, con mayúsculas, aunque los madrileños no se han enterado".
En el salón donde María Ángeles hace pedagogía con las papeletas, tan sólo tres personas. Al fondo, distraídas, juegan a las cartas. La segunda planta de este edificio en la calle de la Farmacia es un centro para personas mayores. Una planta más arriba también hay espacio para el deporte.
"La gente no sabe lo que se vota"
¿Por qué dice que no se han enterado? "La gente no sabe lo que se vota. Ha venido un señor quejándose, diciendo que no quiere que se corte el tráfico. Oiga, pues que vote". Esta ha sido una de las pocas visitas en este 'colegio electoral' donde uno puede informarse, pero no votar "por la falta de compromiso de esos voluntarios".
"Me he paseado, he hablado con la gente... Al principio, no me querían dejar informar. Esto es un centro de mayores, lo rige una empresa externa. Decían que no querían política, pero protesté y aquí estoy", explica con calma. Su protesta es la de la ilusión, la de la sonrisa de una profesora de Lengua y Literatura jubilada que dedica su tiempo libre a enfermos de alzhéimer.
"Estoy decepcionadísima"
"He llegado y me ha dicho el director del centro que no había venido nadie. Ha llamado al Ayuntamiento y le han explicado que los voluntarios se han caído a última hora", resume.
María Ángeles se dibuja "decepcionadísima". "El Ayuntamiento ha hecho un esfuerzo enorme por algo que vale la pena. Tenemos que subsanar esto". Esta profesora cuenta que en las sesiones de formación para los voluntarios que ya custodian las urnas se les facilitaron vídeos de Suiza. "¡Claro, pero es que nosotros no somos suizos! Manuela, aquí no viene nadie, creo que ha fallado la campaña de información".
La urna, en la caja
Una campaña que no ha 'engatusado' a un hombre que sube en el ascensor hacia el gimnasio. ¿Sabe que aquí se puede votar? "¿Cómo? No entiendo. ¿Votar el qué?".
El director del centro abre la puerta de su despacho y señala un par de cajas. En una de ellas reposa la urna. "Todavía está precintada, ni siquiera la hemos sacado". En otra hay varios bolígrafos, papeletas y sobres. "Me ha sorprendido, no sé. Una empresa de mudanza ha traído esto, pero no hemos hecho nada con ello. Me han dicho en el Ayuntamiento que por la tarde sí que vendrán", explica.