Dos semanas después de convertirse en el 'número dos' y en el 'número tres' del PP, María Dolores de Cospedal y Fernando Martínez-Maillo actúan ya de manera radicalmente distinta. El coordinador general, que es también presidente del partido en Zamora, deja la Alcaldía de Casaseca de las Chanas alegando que no puede compaginar el trabajo orgánico de su partido con ser alcalde de esa minúscula localidad zamorana.
El coordinador general ha optado por no retener un tercer cargo de gran responsabilidad en plena polémica sobre si Cospedal debía o no presentarse a la reelección como presidenta del partido en Castilla-La Mancha. Ya es ministra de Defensa y mantenerse en la Secretaría General le supuso protagonizar la única polémica del congreso nacional: la enmienda que pedía que un político no pudiera acumular más de un cargo fue tumbada por solo 25 votos.
Este fin de semana, pesos pesados del partido en Castilla-La Mancha iniciaron una campaña mediática a través de las redes sociales pidiendo abiertamente a la ministra de Defensa que volviera a presentarse para liderar el partido en la región. Era un intento de evitar que la polémica sobre la acumulación de cargos no volviera a activarse en un momento tan delicado.
Cospedal ha desvelado el misterio este martes. En su discurso ante el Comité de Dirección del PP de Castilla-La Mancha, al que han acudido más de cien personas, ha asegurado que ha tomado la decisión de volver a optar a la reelección "después de hablar con muchas personas, muchos de los cuales no tienen cargos, algunos están aquí, muchos afiliados del partido, muchos compañeros de partidos casi todos de Castilla-La Mancha, pero también de fuera".
"Así lo quiere mi partido"
La ministra de Defensa aseguró que se presenta porque cree "humildemente que así lo quiere mi partido en Castilla-La Mancha. Es lo que he percibido tras muchas conversaciones". Además, añadió que asume la candidatura "como una responsabilidad" y aunque "algunos hablen de cargos, para mí es una responsabilidad".
La gran incógnita que no se revelará hasta 2019 es si María Dolores de Cospedal será la cabeza de cartel del PP para disputar de nuevo la presidencia de la región a Emiliano García Page. Según fuentes cercanas a la presidenta del PP castellanomanchego, es una decisión que no tomará hasta que no se acerquen las elecciones autonómicas. Si finalmente da un paso al frente, fuentes internas del partido aseguran que tendrá que dejar el ministerio de Defensa para centrarse en la "reconquista del Palacio de Fuensalida", la sede actual de Presidencia de Castilla-La Mancha.
La propia Cospedal dio instrucciones al PP en el congreso nacional de que el gran objetivo al que se enfrenta el partido ahora es reconquistar en la cita electoral de dentro de dos años los votos perdidos. Todo el mundo entendió que el objetivo es 'comerse' a Ciudadanos. Ahora que ha dado el paso al frente para retener la presidencia del partido en su región, fuentes internas del partido entienden aquellas palabras que ofreció en la Caja Mágica "como el modo de decir que su deseo es volver a ser presidenta de su región". Es la manera, insisten las mismas fuentes, "de estar en una posición privilegiada para la siguiente batalla: la sucesión de Mariano Rajoy".
La sucesión
Si Rajoy consigue que la presente legislatura sea más o menos duradera, las elecciones generales no están previstas hasta 2020. En este punto, los populares se dividen en dos corrientes: los que creen que "hay Rajoy para rato" y los que están absolutamente convencidos de que esta es la última legislatura en la que será presidente del Gobierno. "Nueve años de presidente es suficiente para dejar tu legado, dará un paso al lado y tutelará su sucesión". Será entonces cuando la guerra entre todas las familias que ahora conviven como pueden en el seno del PP se recrudecerá para ver quién consigue hacerse con el beneplácito del actual líder del PP.