Francisco Risueño, el compromisario de Cuenca que no sacó adelante por los pelos en el congreso nacional del PP una enmienda contra la acumulación de cargos, continúa batallando para que María Dolores de Cospedal no acumule puestos de alta responsabilidad. Una vez que no ha conseguido regular en los estatutos que cada persona se dedique en exclusiva a un único trabajo, el militante conquense está impulsando ahora una candidatura paralela que dispute el liderazgo del partido en Castilla-La Mancha a la ministra de Defensa.
Cospedal anunció el lunes en una comparecencia pública que optaba de nuevo a la reelección como presidenta del PP de su región después "de hablar con muchas personas, muchos de los cuales no tienen cargos, algunos están aquí, muchos afiliados del partido, muchos compañeros de partido". Este jueves ha dado el paso al frente Tomás Medina (54 años), presidente del PP de Puebla del Príncipe, un municipio de Ciudad Real.
Bombero de profesión, el objetivo de Medina durante los próximos días es recoger los 90 avales que necesita para presentar su candidatura contra Cospedal en la sede del partido regional el lunes. En conversación con este periódico, Risueño, que apoya ciegamente la candidatura de Medina, pide al aparato regional que "no menosprecie al 85% de los afiliados que no están al corriente de pago" y les deje participar en la elección de su presidente.
Imparcialidad
El precandidato de "los rebeldes", la etiqueta con la que han bautizado a aquellos compromisarios que apoyaron en el cónclave nacional la enmienda de Riseño, ha reconocido que el objetivo de esta candidatura alternativa es "aunar el descontento que hay en una gran parte de las bases del partido" por esa acumulación de cargos de su presidenta. "Es el momento de actuar", ha insistido.
Para Medina y su equipo es positivo que haya más de una candidatura, ya que así se enriquece el proceso democrático de elección de su partido. Por eso pide a la Comisión Organizadora que garantice la imparcialidad y la igualdad de todos los participantes y que no se pongan obstáculos a todos aquellos militantes que quieran presentarse.
El aspirante a presidente del PP castellanomanchego revela, sin dar ni un solo nombre, que algunos de los compañeros que le acompañan en esta aventura han recibido "presiones desde el aparato del partido". Medina también ha criticado los "nuevos requisitos impuestos" para poder participar en las votaciones, como que los militantes estén al corriente de pago para poder depositar su voto en urna.
El equipo de Cospedal, tranquilo
"El 15% de los afiliados que abonan su cuota son personas que están en nómina y sus familiares. Todos del aparato", critica Risueño, que piensa que esta fórmula beneficia única y exclusivamente a la candidata oficial. "Si pudieran votar todos los militantes se llevarían otro susto bien gordo", vaticina.
Desde el equipo regional de Cospedal se muestran "tranquilos" y no creen que haya ninguna posibilidad de que esta candidatura paralela prospere. De hecho, apuestan porque el hecho de que haya más de una candidatura beneficia a la ministra. "Así se podrá mostrar a los afiliados que este es un partido democrático y que cualquiera que lo desee se puede presentar".
La acumulación de cargos y los tres puestos que ocupa Cospedal han centrado gran parte de las polémicas previas a la cita congresual. Fernando Martínez-Maillo, coordinador de la ponencia de estatutos, recibió al menos cincuenta proposiciones donde se pedía expresamente que los estatutos restringiese mucho más el régimen de incompatibilidades. El propio Maillo renunció a la Alcaldía de Casaseca de las Chanas (Zamora) cuando Mariano Rajoy le nombró 'número tres' del partido, un puesto que alterna con la presidencia del PP en Zamora. Una vez más y sin quererlo, Cospedal se convierte en el centro de la polémica.