Albert Rivera se ha cansado ya de que Mariano Rajoy actúe como si gozara de mayoría absoluta y no cumpla con sus promesas. Por eso Ciudadanos, socio de gobierno preferente para el PP, ha dado este miércoles un giro a su estrategia y se ha aliado con PSOE y Unidos Podemos para forzar que Génova rinda cuentas sobre su presunta financiación ilegal en el Congreso. Los conservadores han respondido al poderío de la oposición con otra comisión de investigación en el Senado -donde gozan de mayoría suficiente- para desentrañar la forma de financiarse de todos los partidos, no solo del PP, y poner contra las cuerdas a los socialistas, también acusados de financiarse ilícitamente en Andalucía a través de cursos de formación.
El Partido Popular y Ciudadanos firmaron un acuerdo el 28 de agosto para que Mariano Rajoy pudiera sacar adelante su investidura. A cambio del voto afirmativo de los 32 diputados de Ciudadanos, los del PP firmaron con su puño y letra 150 medidas para ejecutar en los meses siguientes a la investidura. En una de ellas, desarrollar en el Parlamento una comisión sobre financiación ilegal del Partido Popular durante los primeros noventa días de legislatura, los conservadores han dado largas todo lo que han podido a sus socios de Gobierno.
La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Ciudadanos ha llegado este miércoles en la sesión de control al presidente. Mariano Rajoy ha deslizado la idea de que esa comisión podría abrirse en el Senado, ya que el documento pactado no especifica en qué Cámara debe realizarse. El Parlamento lo forman Congreso y Senado, pero los de Albert Rivera solo cuentan con tres senadores por designación autonómica en la Cámara Alta. Por eso creen que solo insinuar que la comisión se puede celebrar allí porque el archivo no especifica la palabra Congreso "es un insulto", critican los de la formación naranja.
La tensión se mascó en la propia sesión de control. Cuando escuchó la insinuación, Albert Rivera no pudo evitar golpear su mano contra su cara, dando a entender que el presidente del Gobierno tiene la cara muy dura por buscar cada recoveco que encuentra para escapar de la mayoría simple con la que gobierna.
Cumplir o no cumplir
Los diputados de Cs escuchaban incrédulos cómo miembros del PP insistían en que no había sido "una ocurrencia" de Rajoy, sino que estaban estudiando muy concienzudamente la posibilidad de llevar a aquella Cámara esa comisión. "Estamos cumpliendo escrupulosamente el pacto", se aferran los del PP. Antes de que terminara el Pleno, los de Albert Rivera ya adelantaron que "en las próximas horas" se tendrían noticias sobre una comisión de investigación que iban a poner en marcha inmediatamente con el PSOE. Los socialistas habían optado por registrar hace un año una petición con el mismo propósito, pero se han comprometido a retirarla y lanzar una conjunta con la bancada de la oposición para demostrar "que el PP está en minoría".
La fotografía de los portavoces de PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos juntos contra el PP ha activado la maquinaria en Génova. "¿A los socialistas les interesa que se investigue su financiación?", se preguntaban en privado diputados populares antes de que saltara por los aires el cruce de comisiones. Apenas dos horas después de la oposición, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, registraba una petición para abrir otra investigación sobre financiación de todas las fuerzas políticas, incluidas Podemos y Cs.
Hernando centró todas sus críticas hacia Ciudadanos, partido al que acusó de “fabricar una coalición con Podemos y PSOE para intentar desacreditar al PP con mentiras”. El portavoz popular fue más allá y tildó de mentiroso a Rivera "cuando ha dicho que no queríamos crear una comisión de investigación. ¿Por qué sólo se pueden investigar las cuentas del PP?”, preguntó.
La tensión en Murcia
La caja B del Partido Popular no ha sido el único ultimátum que Ciudadanos ha dado al Partido Popular. Albert Rivera ha dado un plazo de veinte días a los conservadores para que Pedro Antonio Sánchez presente su dimisión como presidente de Murcia por estar investigado en el 'caso Auditorio'. Si no cumple o el PP no convoca elecciones, Ciudadanos ha anunciado que presentará una moción de censura también con PSOE y Podemos para acabar con el jefe del Ejecutivo regional. La palabra la tendrían los ciudadanos con su voto en urna, ya que la maniobra conllevaría proponer un candidato de paja cuyo único objetivo sería disolver el Parlamento. Los de Rivera no se plantean "en ningún momento" formar un gobierno tripartito junto a los socialistas y a los morados.
La relación que mantiene Ciudadanos y Partido Popular atraviesa uno de sus peores momentos. "Como las parejas", dicen desde Génova, donde aseguran no tener "ningún miedo" a "ninguna" cita electoral y siguen poniendo a prueba a Rivera: "Nuestro candidato es y seguirá siendo Pedro Antonio Sánchez", mantienen. Al menos de forma oficial, Rajoy y Rivera siguen sin cruzarse una llamada para destensar la difícil situación que atraviesan los dos partidos. Si antes del 27 de marzo el PP no ha cambiado de presidente o ha disuelto las Cámaras, Cs amenaza con volver a unirse a la oposición para forzar a los conservadores a cumplir con su exigencia.