El presidente del Gobierno planea anunciar una lluvia de millones en infraestructuras en Cataluña justo en un momento en el que el desafío independentista está más vivo que nunca. Mariano Rajoy inaugurará una jornada en Barcelona el martes titulada 'Conectados al futuro' y, según fuentes cercanas al presidente, será el escenario elegido para adelantar los planes de inversión del Ejecutivo a corto y medio plazo en la región.
El día que el Gobierno ha marcado en rojo en el calendario para hacer un anuncio de tal envergadura no ha pasado desapercibido para nadie. Rajoy acudirá a Barcelona el martes, aprovechando que el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, está de viaje oficial a Estados Unidos para ofrecer una conferencia en Harvard. Con su ausencia, Moncloa ha invitado al acto al vicepresidente del Gobierno catalán, Oriol Junqueras, y al conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, que todavía no han respondido a la invitación. Sin embargo, desde la Generalitat han decidido que sea Rull y no Junqueras quien se haga la foto con el Ejecutivo central.
Con esta jugada, el objetivo de Moncloa era que Junqueras, el hombre del Ejecutivo catalán con el que la vicepresidenta del Gobierno mantiene una "relación fluida", fuera el miembro del Govern que saliera en la fotografía con el Gobierno central y escenificar la unidad frente al desafío de la cúpula del Ejecutivo regional actual. El anuncio que el Gobierno planea hacer podría incluir empezar las obras del Corredor Mediterráneo, un proyecto que reclaman Cataluña, la Comunidad Valencia, a Murcia y Andalucía para cohesionar las cuatro autonomías.
Las reivindicaciones de Cataluña
El objetivo del Gobierno es dar respuesta a las peticiones que el president Puigdemont dejó en La Moncloa en abril de 2016, cuando visitó a Mariano Rajoy y le pidió una retahíla de reivindicaciones para Cataluña. Desde ese momento, el Ejecutivo central se ha puesto manos a la obra y, según ha podido saber este diario, ya tienen cuantificadas "45 de las 46 medidas que se reclamaban". La única que han dejado en un cajón es el referéndum de independencia.
Desde Madrid se ha hecho saber a Puigdemont que "ya está todo listo" para "sentarnos y negociar" qué puede aportar el Estado a Cataluña en inversiones. Sin embargo, fuentes gubernamentales aseguran que el Ejecutivo catalán ha hecho "caso omiso" a esa oferta que está preparada "desde hace meses".
La operación diálogo que el Gobierno mantiene con Cataluña sigue en pie gracias a la "buena sintonía" que mantiene Santamaría con el propio Junqueras, un interlocutor con el que la vicepresidenta habla "continuamente" y con el que trabaja cómodamente. En Madrid se niegan a tirar la toalla e insisten en que "no se va a celebrar otro 9-N" como pretende Carles Puigdemont y otros líderes independentistas. No obstante, desde el Gobierno central se guardan las cartas que tienen para desactivar el desafío si sus líderes continúan adelante con sus planes de desconexión.
"España invierte en Cataluña"
El paso más inmediato que quiere dar el Gobierno es "presentar en Cataluña los planes que el Estado tiene para ellos. Demostrarles que el dicho de que España nos roba no solo es mentira, sino que España invierte en Cataluña". Desde Madrid confían que la "puesta de largo" del acto del martes, donde estará el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, "sea un triunfo frente al independentismo".