Sevilla

¿Cómo erradicar la inseguridad de la Madrugá? La pregunta tantas veces repetida después de los incidentes que ocasionaron decenas de heridos (solo uno de carácter grave) e histeria colectiva durante la madrugada del Viernes Santo empieza a recibir algunas respuestas. Una de las propuestas más atrevidas es la realizada por el presidente del Consejo de Cofradías de Sevilla, Joaquín Sainz de la Maza, que en declaraciones a El Correo de Andalucía ha llegado a pedir que se imponga la ley seca en la noche más larga del año.

Sainz de la Maza, depositario del malestar de las hermandades que procesionan en la Madrugá, ha anunciado que solicitará a las autoridades unas "drásticas medidas" para evitar que se reediten las carreritas en la Semana Santa de 2018."“Tiene que haber un antes y un después de lo ocurrido si verdaderamente queremos preservar la Semana Santa", ha concretado el presidente del Consejo de Cofradías a El Correo de Andalucía.

La Madrugá de 2017 podría suponer un punto de inflexión respecto a la seguridad venidera, habida cuenta de que los incidentes registrados en ella han superado, como asegura el presidente del Consejo, a los ya acontecidos en los años 2000, 2005, 2009 y 2015.

En el punto de mira Sainz de la Maza pone al alcohol, a su juicio, germen de las conductas incívicas que empezaron a registrarse a partir de las cuatro de la mañana.

Hora a la que, por ejemplo, la Esperanza de Triana avanzaba por el puente de Isabel II en busca de la calle Reyes Católicos. A su paso, EL ESPAÑOL pudo comprobar cómo algunas botellas de bebidas alcohólicas quedaban vacías en el suelo junto a vasos y envases de refrescos. En mitad del puente de Triana, el conato de avalancha sorprendió a un par de vendedores ambulantes ilegales —con su carro de Mercadona ya medio vacío de latas y varias luces tipo led rojas de reclamo— que habían estado horas vendido cervezas y bebidas azucaradas mientras que la gente esperaba el paso de la procesión.

En otros puntos de la ciudad, los vecinos alertaban a EL ESPAÑOL de la presencia de jóvenes bebiendo en la vía pública. Escena que se ha repetido todos los días de la semana en las inmediaciones de la plaza de la Alfalfa. En concreto en la calle Pérez Galdós, donde según quienes residen en la zona, se veían a chavales —de traje y chaqueta— con evidentes signos de embriaguez.

“LA LEY SECA ES ABSURDA”

"La ley seca es absurda, nadie podrá impedir que la gente beba", explica a EL ESPAÑOL el presidente de la Asociación de Hosteleros de Sevilla, Pablo Arenas. A su juicio, el presidente del Consejo deberá matizar su propuesta, puesto que a la hora a la que se produjeron los incidentes "no había ningún bar o restaurante abierto, es más llevaban horas cerrados".

Sí coincide Arenas con Sainz de la Maza en que hay que encontrar una solución para el problema que afecta a la Madrugá, "pero estudiando las medidas con la cabeza fría".

El representante de los hosteleros sevillanos advierte que el problema del consumo de alcohol está en la venta incontrolada que se produce en establecimientos que no tienen el pertinente permiso para tal fin. Y señala a tiendas regentadas por personas de nacionalidad china, a locutorios o tiendas de souvenirs, que aprovechan la Semana Santa para variar su actividad pese a carecer de licencia. Arenas también pone el acento en los vendedores ambulantes ilegales, "que han existido siempre" y que escapan al control de las autoridades.

Altercados durante la 'Madrugá' Efe

"Tenemos documentado varios como el del Puente de Triana, con su carro del Mercadona o de Carrefour cargado de cubos de bebidas, cajas de hielos… Uno de ellos en la calle Argote de Molina, aunque hay más", explica Arenas.

Según la patronal, la Semana Santa sevillana está llegando a un punto de saturación. "Parece que hemos tocado techo, ya no se cabe más", admite. El sector aumentó su crecimiento en la facturación un 30 por ciento con respecto al año anterior. Incremento que Arenas justifica por la lluvia registrada en Lunes y Martes Santo de 2016. "Pero si nos atenemos solo al puente, de Jueves Santo a Domingo de Resurrección, las cifras solo han subido un cuatro por ciento, el crecimiento se ha estancado", argumenta el representante de los hosteleros.

Saturada e insegura, la Madrugá pide con urgencia una reflexión sobre su deriva.

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