Dos directivos del periódico La Razón se mostraron preocupados, en una conversación interceptada por la Guardia Civil, porque el Canal de Isabel II les había dejado una deuda de 650.000 euros. Sin embargo, para los investigadores es sospechoso que si se tratase de una deuda por un contrato público no ejecutado “en ningún momento barajan la opción de reclamar ese pago a la Administración, sino más bien todo lo contrario”.
Los interlocutores de esta conversación mantenida el pasado 21 de septiembre, y a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, son el consejero delegado del diario, Edmundo Rodríguez Sobrino, y el presidente del Consejo de Administración, Santiago Barreno, cuyo nombre también ha estado encima de la mesa del juez del caso, Eloy Velasco. Para la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, encargada de la operación Lezo, es “extraño” el comentario de Barreno sobre que el presidente del periódico, Mauricio Casals, estaría buscando fondos para cubrir la ausencia de los pagos del Canal.
“Estas circunstancias son extrañas ya que si estuviéramos hablando de una deuda correspondiente a un contrato público, lo lógico sería que el diario La Razón reclamase esos pagos agotando todas las vías formales posibles, máxime tratándose de la cantidad de 650.000 euros”, subrayan los investigadores.
"Eso no se va a cobrar"
“Tenemos colgados del Canal de Isabel II 650.000 euros y no arrancamos”, explica en esa conversación Barreno a Rodríguez Sobrino -en prisión incondicional por orden del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco. “Eso yo te digo que no se va a cobrar ¡eh!”, le contesta.
“Ya, no llevamos camino porque además ahora parece que el concurso que habían lanzado entre agencias para adjudicar publicidad lo han impugnado y ahora el concurso está paralizado y pasan los meses nos plantamos en noviembre y ya no se puede hacer nada”, subraya Barreno, quien en el momento de la conversación se encuentra preparando el presupuesto del año siguiente. “Eso no se va a cobrar, ya te lo digo pero porque no quieren”, insiste Rodríguez Sobrino.
“Me imagino que todas estas cosas, estos tropezones me imagino que no son casualidad que los están buscando y nos van poniendo algo de publicidad pero vamos yo qué sé, 30.000 euros debemos llevar, 40.000 euros en lo que va de año”, le explica el presidente del Consejo de Administración. “Digamos que eso va a provocar un agujero de ¿600.000 euros?”, pregunta Rodríguez Sobrino.
"En sentido figurado ¿creo?"
“Sí, salvo que saquemos dinero de otros sitios, que ahora está Mauricio pistola en mano en sentido figurado ¿creo? buscando dinero para compensar, porque si no nos hacen agujero. Se está moviendo con los patrocinadores para sacar algún añadido, a patrocinadores digo que tenemos ya patrocinios con ellos firmados y cerrados y consumidos, sino sacar con ellos algún resto más importante y ahí andamos o sea que esa parte la estamos pasando regular. Pero en fin, saldremos adelante”, añade Barreno.
En relación a este pago que el Canal de Isabel II tendría pendiente efectuar a La Razón, la Guardia Civil cree que se están refiriendo a los actuales dirigentes del Canal. Según la investigación, el tema que Rodríguez Sobrino y su interlocutor abordan en esta conversación podría guardar relación con varios artículos periodísticos que algunos medios de comunicación publicaron algunos meses antes en los que se exponía de forma crítica el elevado pago efectuado en los últimos años por el Canal a algunos medios de comunicación en concepto de publicidad institucional.
Estas informaciones ponían el acento en la falta de objetividad en cuanto a los criterios tenidos en cuenta para la adjudicación de las cantidades a pagar a cada uno de los medios, indicando por ejemplo que el diario La Razón habría recibido entre los años 2006 y 2015 de este ente público la cantidad de 1,87 millones de euros.
Marhuenda y "Marisa"
Los investigadores se hacen eco también de otra conversación recogida en el marco de sus pesquisas que podría guardar relación con el asunto de la deuda. En este caso quienes hablan son Edmundo Rodríguez y el director del periódico Francisco Marhuenda. Este último relata a su interlocutor una charla mantenida con una persona llamada "Marisa" y que la Guardia Civil cree que se trata de la jefa de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes.
Según Marhuenda, "Marisa" le había preguntado si la postura crítica que mantenía La Razón contra Cifuentes se debía al “tema de la publicidad, y lo de Edmundo”. Los investigadores apuntan a que la cuestión de la publicidad a la que se hace alusión en esa charla sea la deuda de 650.000 euros.
Las "putadas" a Cifuentes
Tanto Marhuenda como Casals tuvieron que acudir a declarar a la Audiencia Nacional como investigados por un presunto delito de coacciones contra Cifuentes y su jefa de gabinete y obstrucción a la Justicia. En el marco de la investigación constan grabaciones en las que se les escucha a ambos presumir de inventarse noticias para dar “una leche” a la dirigente popular. El juez Velasco acabó archivando esta parte de la causa después de que la presidenta madrileña y su ayudante declarasen no haberse sentido presionadas.
En el caso obran numerosas conversaciones entre Marhuenda y Casals encaminadas a que los actuales responsables de la Comunidad de Madrid no remitan a la Fiscalía información sobre el Canal que pueda incriminar a Rodríguez Sobrino, durante diez años presidente de una de las filiales de la compañía pública de aguas.
En una de estas conversaciones, Casals, hombre fuerte de Atresmedia, se jactó de haber ideado un plan para perjudicar a Cifuentes a través de las páginas de La Razón. Consistió en publicar los resultados de una encuesta en la que la presidenta de la Comunidad de Madrid aparecía como la favorita a suceder a Rajoy al frente del PP. “Es la mayor de las putadas que tú le puedes hacer a alguien. Porque coño, en un momento en que no se discute para nada el liderazgo del otro (en referencia a Mariano Rajoy) la metes a ella en el foco para que le den entre todos", se jactaba el empresario de la comunicación en una conversación telefónica.
En otra conversación Marhuenda también se jactaba de esta iniciativa. "Le hemos hecho una putada a Cifu poniéndola por delante de Soraya. La matarán las otras", decía en referencia a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
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