A Manuela Carmena le han metido un banderón de España en la casa consistorial. Han sido los concejales del PP, con Albert Boadella al frente. Como nunca antes, quizá como nunca después. La enseña, de varios metros y también photocall de un escenario improvisado, ha pretendido sembrar anticuerpos contra el independentismo, que el próximo lunes ocupará el mismo lugar gracias a un alquiler negociado con la alcaldesa.
Boadella, americana, zapatos, gesto serio y sin guión -ruge contra el nacionalismo desde hace treinta años- ha sido el invitado estrella del Partido Popular en este "concierto" contra Carmena y su "alfombra roja" a los nacionalistas.
¿Va a alquilar el Ayuntamiento a unos señores que se ciscan en la Constitución?
Incrédulo, irónico, el dramaturgo ha empezado: "¿Pero, alcaldesa, ¿va a alquilar el Ayuntamiento a unos señores que van a explicar cómo ciscarse en la Constitución?". Esto ha suscitado alguna risa "por lo bajini", pero Boadella ha seguido serio. "¿Por qué la izquierda está tan interesada en romper España? ¿Quieren pescar en río revuelto?". Así una pregunta tras otra, "lanzadas al aire", para que Carmena, varios pisos arriba en su despacho, pueda cazarlas al vuelo.
Tanta culpa tienen los independentistas como aquellos que les prestan la gasolina, ha espetado Boadella. Se ha referido al populismo, igual que Andrea Levy, vicesecretaria del PP hoy compañera de cartel: "Vienen aquí porque se entienden a la perfección, no tendrán que discutir. Será un monólogo".
Con Jordi Pujol aquel día en la Caja
Albert Boadella rueda, de escenario en escenario. Ahora ante un cartel político, pero con el mismo guión que esboza estos días con la luz apagada y los focos apuntándole: sus memorias recogen lo más histriónico del nacionalismo.
De ahí que haya empezado su discurso con un "esto ya lo venía venir hace treinta años". Eran aquellos días en los que Jordi Pujol le recibió en su despacho de Banca Catalana. Le dijo no poder prolongar el préstamo a su compañía por no percibir en sus guiones ese amor por la causa nacionalista.
Boadella: "El nacionalismo es un accidente sexual"
Esta mañana, quizá por ser viernes y el calor que se filtraba por la cristalera del patio, Boadella ha escogido sólo una frase para explicar a Carmena qué es el nacionalismo: "Un simple accidente sexual". Tras su discurso, rotulador en mano, lo ha estampado en la bandera que el PP le ha colado a la alcaldesa. Una bandera efímera, que han tenido que desmontar después. Como también harán los independentistas tras su mitin del lunes.
Andrea Levy, culpable del mayor de los aplausos de este mediodía, ha concluido su discurso llevándose la mano al corazón: "No podemos permitir que jueguen con nuestra nación, y menos en la casa de todos los madrileños".
La diputada del PP en el Parlament ha clamado contra Carmena en la misma línea, "por dar cobijo al discurso de la ruptura", por haber contratado un número independentista que encontrará su hueco en el Ayuntamiento de Madrid.
Todavía con la sal en las heridas y confeso seguidor del Atleti, el portavoz del PP en el Consistorio, José Luis Martínez-Almeida, ha expresado: "Prefiero que venga a Cibeles el Madrid con una Liga a que lo hagan Puigdemont y Junqueras con su discurso". Para su desgracia, lo más probable es que se cumplan los dos supuestos.