Sánchez llama a Rajoy para apoyarle frente al independentismo catalán

Pasó una semana y Mariano Rajoy no llamó. Así que al final ha sido Pedro Sánchez, el nuevo líder del PSOE, elegido el domingo pasado, el que ha descolgado el teléfono para llamar al presidente del Gobierno, que hasta ahora había asegurado que no tenía tiempo para felicitar al nuevo líder socialista ni quería molestarlo. El motivo ha sido Cataluña.

En un breve comunicado, el equipo de Sánchez ha explicado que la conversación telefónica, mantenida minutos antes de que el presidente participase en una cumbre hispano-lusa, fue "fluida y normal", a pesar de la frialdad tradicional entre ambos líderes.

"Oposición al referéndum ilegal"

"El PSOE estará en la defensa de la legalidad y de la Constitución contra cualquier intento de romperla", ha manifestado Sánchez a Rajoy. El recién elegido líder del PSOE, que defiende el carácter plurinacional del Estado, también ha mostrado su "oposición al referéndum ilegal que pretende el Gobierno de la Generalitat", explican las mismas fuentes.

El nuevo portavoz del PSOE en el Congreso, José Luis Ábalos, se ha pronunciado en los mismos términos y ha recordado que "el hoy secretario general, cuando ya lo era, ya se alineó con el Gobierno en la defensa de la legalidad. Nuestro límite es la defensa de la legalidad. Vamos a estar siempre ahí", ha dicho. 

Desde Moncloa, al mismo tiempo, la vicepresidenta del Gobierno comentaba la reunión de esta tarde entre los partidos catalanes que apoyan el referéndum de independencia. En su comparecencia, Soraya Sáenz de Santamaría ha dicho que "la CUP marca los pasos" del president de la Generalitat, Carles Puigdemont, conminó a los partidos independentistas a "no reunirse consigo mismos" y a acudir al Congreso de los Diputados a defender sus ideas. 

En esa reunión, a la que acuden los partidos independentistas y Podemos, pero no el partido de Ada Colau ni Iniciativa per Catalunya, se pretende acelerar los preparativos de un referéndum de independencia y perfilar la fecha y la pregunta. Los mecanismos que utilizará el Gobierno para impedirlo, y el apoyo que lograrán del PSOE y otros partidos, es todavía una incógnita.