Aitor Soler tiene 44 años y años de experiencia apagando fuegos. Asegura que el incendio que estos días arrasa Portugal y ha segado la vida de más de 60 personas se parece al que asoló hace dos años las provincias de Valencia y Castellón. Ejerce de portavoz para esta entrevista de los 31 efectivos enviados por la Comunidad de Madrid para colaborar en la extinción de las llamas en el país vecino. Se enfrentan a fogonazos que alcanzan hasta 20 metros de altura y que la mañana de este martes les ha llevado a vivir una situación crítica para su seguridad. Afirman que los medios con los que cuentan sus compañeros portugueses son adecuados, pero advierte de la peligrosidad añadida por los barrancos de la zona que provocan que el fuego se extienda a mucha velocidad.
(Vídeo grabado por los efectivos españoles desplazados a Portugal para extinguir el fuego)
¿Cuántas horas están empleando al día en la extinción del incendio?
Mejor no lo pensamos, desde que sale el sol hasta que se pone.
¿En qué está consistiendo exactamente su función?
Vamos al puesto de mando y allí nos asignan una zona, vamos a puntos calientes e intentamos enfriarlos. Lo más normal es que no dé para poder acabar con todos y al final se reavivan algunos de ellos, cuando eso pasa el fuego coge mucha fuerza por la pendiente que hay. Nos enfrentamos a llamas de 20 metros, hay mucho combustible en la base y cuando llega a las copas ya llega muy seco y es peligroso.
[Soler es uno de los miembros del Equipo de Respuesta Inmediata de la Comunidad de Madrid (ERICAM) desplazado a Portugal para colaborar en la extinción de los incendios forestales. El Grupo se activó el pasado domingo a las 19 horas y salió hacia Portugal a las 23.30 horas. Comenzaron a trabajar el lunes, una vez asignada la zona de Alvares como zona de actuación. En concreto, ese día estuvieron trabajando en un sector con un frente activo que amenazaba a la población de Amioso Cimeiro. Consiguieron controlar ese frente].
¿Se han topado con cadáveres de víctimas?
Nosotros hemos estado en una zona aislada, los cadáveres en su mayoría ya habían aparecido antes, aunque siguen encontrando algunos muertos. Nuestra labor es netamente forestal, aunque al principio trabajamos en una zona pegada a una aldea.
¿Qué es lo que les está resultando más difícil?
El tema de los horarios. Te despiertas por la mañana y ya no sabes cuando vas a parar, cuando vas a sacar un hueco para poder comer algo y después seguir trabajando.
¿Es el incendio más grande al que se han enfrentado?
Yo personalmente estuve en un incendio en la Comunidad Valenciana y éste viene a ser un poco lo mismo.
¿Cómo les han recibido sus colegas portugueses?
De maravilla, la verdad. En el foco en el que hemos trabajado este martes por la mañana hemos solicitado medios y rápidamente nos han asistido, lo mismo con la logística. Somos 31 españoles, 29 bomberos y dos sanitarios. Tenemos en el equipo algunos jóvenes que acaban de entrar y que vienen con muchas ganas, y otros más mayores que siguen con las mismas ganas y además cuentan con experiencia.
[Los medios materiales con los que trabajan estos bomberos son: tres autobombas forestales pesadas, tres autobombas forestales ligeras, un vehículo de logística, una UVI de SUMMA112 y un vehículo de Mando. Además de las autobombas equipadas con material de extinción por agua, llevan equipos y herramientas manuales para el combate de incendios forestales y antorchas para la posible realización de contrafuegos].
¿Cómo ha podido llegar a alcanzar unas consecuencias tan devastadoras este fuego?
El terreno es muy malo. Cuando se llega a un incendio, a la hora de solicitar información lo primero que preguntas es el viento porque en casi todos sitios es lo más importante, pero aquí no. Siendo importante el viento, aquí el mayor inconveniente es la topografía, los barrancos. Estás en la carretera y estás viendo la copa del árbol que está a tu altura. Es casi vertical y así el incendio es explosivo, sube a una velocidad de vértigo.
¿Habéis temido por vuestra vida?
Hoy estaba avanzando un frente con llamas de 20 metros y la situación ha sido crítica porque se nos estaba acabando el agua y el fuego avanzaba. Han llegado una bombas de potencia de los portugueses que nos han abastecido y con eso lo hemos podido controlar.
[Este martes el equipo está trabajando en el control de flancos en la zona de Amoreira Fundeira, en la Pampilhosa da Serra].
¿Cuánto ha durado esa situación crítica?
No te puedo decir porque en esos momentos el tiempo es muy relativo.
¿Están en contacto con sus familias?
Hablamos de vez en cuando con ellos, están preocupados por la cantidad de muertos que ha habido.