Protección Civil de Portugal ha desmentido que se haya estrellado un avión cisterna en el país. Contactada por EL ESPAÑOL, la misma fuente ha dicho que todos los medios aéreos involucrados en las labores de extinción del incendio "han sido contactados y están operativos". Esta tarde, varios medios y agencias de noticias daban cuenta de la caída de un avión cisterna en Portugal durante las labores de extinción del incendio que afecta la zona centro del país desde el pasado sábado y que ya ha provocado la muerte de 64 personas. Horas más tarde se desmentía la información.
Según datos de la Protección Civil, cinco medios aéreos están involucrados en las labores de extinción y más de 743 efectivos terrestres se encuentran en el lugar. Esos efectivos se reforzarán en las próximas horas con 256 elementos, entre ellos un grupo de 40 bomberos españoles, que se juntarán a los 34 de la misma nacionalidad que ya habían sido enviados a la zona para ayudar en las tareas de extinción.
Además de los bomberos, alrededor de 200 militares de la Unidad de Militar de Emergencias del Ejército español colaboran en las tareas de extinción del incendio, a petición del Gobierno de Portugal, según el Ministerio de Defensa.
40 pueblos evacuados
Góis, situada a 40 kilómetros al norte de Pedrógão Grande, es ahora "la zona más peligrosa" dentro del área afectada por el incendio. Se han evacuado ya 27 pueblos en la zona de "manera preventiva" y se ha pedido a la población que coopere y que no se permanezca en sus casas. Además, se han evacuado también a 13 pueblos de Pedrogão Grande, la zona más afectada el pasado sábado. Las condiciones meteorológicas no son favorables por el viento y las altas temperaturas, que en algunos lugares alcanzan los 43 grados centígrados.
La ministra de Administración Interna de Portugal, Constança Urbano de Sousa, ya avanzaba esta mañana, en una entrevista con EFE, que, pese a los avances registrados durante la noche "no hay que bajar la guardia".
"Todo esto es muy volátil, ya que el incendio puede estar dominado y, de repente, los vientos cambian", añadió la ministra que se encuentra en el lugar de la tragedia desde el sábado.