Sí, vale, sabrás de memoria que el 7 de julio es San Fermín. Pero las mejores fiestas del mundo comienzan el día 6, cuando el chupinazo estalla en la plaza del Ayuntamiento de Pamplona. Si ya tienes la mochila preparada pero no sabes por dónde te da el aire, esta es una guía básica para que estos Sanfermines, con sus nueve días de jolgorio, se te hagan más llevaderos.
Al mediodía del 6 de julio la fiesta estalló
El primer día de las fiestas se madruga. Es así, no queda otra. Hay que ir a almorzar con la cuadrilla, el grupo de amigos. Quien dice almorzar, dice estar a las 9.30 de la mañana con el primer pintxo de txistorra en la mano. Por supuesto, no hay que escatimar en el vino para que aquello siente bien.
Si no tienes bajera (el local que compartes con los amigos) o no formas parte de una peña o sociedad, todos los bares de Pamplona y alrededores reservan mesas para este evento. Suelen ofrecer platos combinados con huevos fritos, patatas, jamón, txistorra...vamos, que te olvides hasta después de las fiestas de la operación bikini.
Hay que aparecer en el almuerzo con la ropa blanca impoluta, aunque acuérdate de elegir la camiseta a la que menos aprecio tengas. No quieras dar el cante y colócate el pañuelico rojo anudado en la muñeca, que todavía no ha estallado el cohete. Si ni te has molestado en preguntarte cómo viste la gente en las fiestas, que no cunda el pánico. Cuando llegues, Pamplona estará repleta de puestos y tiendas donde podrás adquirir lo indispensable para sentirte parte de aquello.
Una vez que el estómago está lleno y dispuesto para lo que le espera en este primer día, las cuadrillas se dirigen hacia el chupinazo o txupinazo, a gustos. Que por cierto, es una palabra que no solo se utiliza en Pamplona y que la propia RAE recoge (“Disparo hecho con un cohete que señala el comienzo de un festejo”).
Si eres de los que se agobian hasta yendo de compras en rebajas, haz el favor y no trates de vivir el chupinazo en la propia Plaza del Ayuntamiento, ya que es muy probable que quieras salir, no puedas, y haya que sacarte en volandas. El Consistorio instala pantallas tanto en la Plaza del Castillo como en la Plaza de la Cruz, donde podrás seguir lo que ocurre en el balcón del Ayuntamiento junto a otros cientos de personas que no tienen complejo de sardinas enlatadas. Si aún así quieres vivirlo en la plaza consistorial, átate bien las zapatillas -no serías el primero que aparece felizmente en chancletas- y ármate de paciencia. Y atento a lo que se oye desde el balcón a partir de las 12 del mediodía.
Pamploneses, pamplonesas, ¡viva San Fermín!
Iruindarrak, gora San Fermín!
ssssssssssPUM
Y la fiesta estalló. Ahora sí, pañuelo al cuello y a los bares del Casco Viejo.
Si algo tienen de bueno los Sanfermines es que cualquiera es bienvenido. A diferencia de las fiestas de otras ciudades, en Pamplona todos los recintos están abiertos para todo el mundo, por lo que podrás tanto bailar en cualquier bar como frente a los escenarios instalados en la Plaza de los Fueros, la Plaza de la Cruz, la Plaza del Castillo o en Antoniutti. Podrás llegar a todos los lugares a pie. Lo de abiertos para todo el mundo es literal: durante las fiestas podrás conocer a australianos, británicos, mexicanos y todas las nacionalidades que se te ocurran.
¿Cómo me muevo? ¿Dónde duermo? ¿Qué hago con mi vida?
Si has llegado con coche hasta Pamplona, apárcalo y olvídate de él. El centro de la ciudad está reservado durante las fiestas para los residentes, por lo que tendrás que hacerlo bien a las afueras, bien en párkings de pago habilitados en el centro de la ciudad. La villavesa -el autobús urbano- es la mejor opción en estos días si vas a salir del centro: te llevará a donde necesites. En su web puedes consultar todo sobre horarios y recorridos.
Además, si has llegado a la capital navarra con muchas ganas de fiesta pero con poca organización y sin alojamiento, el Consistorio cuenta con consignas donde podrás dejar el equipaje y con unas maravillosas duchas donde asearte. Por el bien común, ¡úsalas! Lo de llevar la camiseta apestada de vino durante una semana no es de recibo.
En Pamplona, como no podía ser de otra manera, el vaso de tubo ni está ni se le espera. Qué sacrilegio. Así, todas las bebidas que te sirvan las tomarás en vaso ancho y este año, como novedad, el Ayuntamiento ha lanzado unos vasos reutilizables para tratar de generar menos basuras. Podrás llevarlo todos los días contigo y se te descontará del precio del cubata.
En cuanto a la comida, ten en cuenta que los pamploneses llevan meses haciendo reservas para estas fechas en los restaurantes. Aun así, puedes intentarlo en alguno de ellos o conformarte con bocatas, perritos calientes y demás manjares festivos. Si no, en plazas como la de Antoniutti instalan puestos en los que podrás degustar un menú mejor.
Los encierros, a partir del día 7
El día 7 de julio, San Fermín, también es el primer día en el que hay encierro. Los seis toros bravos de las diferentes ganaderías (Jandilla, Cebada Gago, Victoriano del Río, Miura, Fuente Ymbro, …) recorren guiados por los pastores y cabestros todos los tramos del encierro -875 metros desde la cuesta de Santo Domingo hasta la Plaza de Toros- junto con los mozos que se animen, siempre que tengan más de 18 años y respeten las normas para que todo discurra sin disgustos.
A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro dándonos su bendición / Entzun arren San Fermín, zu zaitugu patroi, zuzendu gure oinarrak entzierru hontan otoi
Poco antes de las 8 de la mañana, los mozos comienzan a aglutinarse bajo la hornacina de San Fermín para encomendarse al santo antes de la carrera. Si no te sientes preparado para correr delante de unos cuantos toros, no te preocupes. A pesar del mito, la mayoría de la gente no se lanza a tamaña aventura. Entonces, ¿desde dónde puedes verlo?
Para los más madrugadores o los que todavía dan los últimos coletazos por los bares, el vallado del encierro es un lugar desde poder disfrutar de algún tramo del recorrido. Hay que ir pronto a coger sitio, a partir de las siete de la mañana. Ten en cuenta que la atención médica, seguridad, cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas tienen preferencia, por lo que tu espacio será muy limitado.
Si no estás dispuesto a tratar de mantener el equilibrio en las vallas y quieres ver el encierro completo, la plaza de toros es el lugar que buscas. Por 5 o 6 euros, según el día, podrás verlo en una pantalla gigante y esperar a que lleguen todos, mozos y toros, hasta allí. Después, hay una suelta de vaquillas con la que, seguro, te reirás.
Es la jota de tu Navarra la que hoy te reza, la que hoy te canta; Es la jota de tu Navarra, Fermín bendito, la que hoy te ensalza
La procesión de San Fermín es otro de los momentos cumbre del día 7. Creyentes o no, la figura del 'santo morenico' despierta la simpatía de todo navarro que se precie. Podrás ver a la corporación municipal, bailar al son de los txistus y las gaitas y, por supuesto, correr delante de los kilikis.
Pásalo bien sin pasarte / Ongi pasa pasatu gabe
Pamplona es una ciudad repleta de gente simpatiquísima que estará encantada de compartir sus fiestas con todo el que quiera apuntarse. Eso sí, no es una ciudad sin ley. Tu libertad, también en Sanfermines, acaba donde empieza la del otro. Vaya novedad, ¿no?
Cientos de actividades infantiles, el baile de la alpargata, las corridas de toros, el Pobre de Mí, los fuegos artificiales, la comparsa de gigantes y cabezudos... Los nueve días dan para tanto que sería imposible resumirlos en un artículo. Descubre todo lo que te ofrece Pamplona, consulta el programa de fiestas y nuestro especial San Fermín y no te cortes, en todos los actos eres bienvenido.
¡Viva San Fermín! Gora San Fermín!
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