Abdellatif Housni había construido una vida aparentemente idílica instalado en la sierra de Madrid. Vivía en la localidad de Collado Mediano y trabajaba como cajero en el supermercado DIA del cercano municipio de Moralzarzal. Pero este joven de 31 nacido en Ait Aissa (Marruecos) ocultaba una profusa actividad en internet donde consumía la propaganda de Estado Islámico, según cree la Guardia Civil, que ha procedido a su detención este martes en el marco de la llamada operación Tahmil.
Según informan a EL ESPAÑOL fuentes de la lucha antiterrorista, la alerta sobre el abundante consumo de contenido yihadista por parte de Housni saltó en octubre de 2016, momento en el que comenzaron las pesquisas en el Servicio de Información del Instituto Armado. Es el detenido número 181 por delitos relacionados con el yihadismo desde que el Ministerio del Interior elevase el nivel de alerta antiterrorista en junio de 2015. Van diez en apenas dos semanas.
Forma parte de la estrategia preventiva que siguen las fuerzas de seguridad españolas en su apuesta por actuar antes de que estas personas en fase de radicalización puedan dar el paso de entrar en acción y llevar a cabo un atentado imbuidos por los mensajes que reciben en las redes.
Incautan dos ordenadores
Los investigadores creen que Abdellatif Housni no sólo consumía, sino que también distribuía este tipo de material yihadista. Por ello los agentes se han llevado de su domicilio dos ordenadores para proceder a su análisis. Además, varios efectivos se desplazaron también a su puesto de trabajo en el supermercado para solicitar más información, según las fuentes consultadas por este periódico.
Abdellatif ha pasado en apenas tres años de disfrutar en la playa con sus amigos durante un viaje al norte de Marruecos a pasar la noche en un calabozo de la Comandancia de la Guardia Civil de Tres Cantos, donde permanecerá recluido hasta que preste declaración ante el juez de la Audiencia Nacional José de la Mata.
El Ministerio del Interior le relaciona con las estructuras propagandísticas del grupo terrorista DAESH en España y dice que mantenía relación con personas tanto fuera como dentro de España. Para la explotación de esta operación, se han desplazado a Madrid varios funcionarios de Europol, que participan activamente en el análisis de los datos al objeto de esclarecer las relaciones internacionales del detenido. Además de esta colaboración, los investigadores han contado con el apoyo de servicios policiales y de inteligencia de otros países.
Aplicaciones para móviles
El Departamento que dirige Juan Ignacio Zoido añade que Estado Islámico ha desarrollado aplicaciones para su uso en dispositivos móviles. Los contenidos accesibles a través de estos canales restringidos resultan especialmente peligrosos, pudiendo encontrarse entre ellos los manuales que DAESH distribuye para alentar a la comisión de acciones terroristas, en los que facilita explicaciones concretas sobre la forma de llevarlos a cabo, hecho que resulta especialmente preocupante para los investigadores al encontrarse el detenido residiendo en España.
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