El inspector jefe José Ángel Fuentes Gago organizó la cita en Interior entre el exministro Fernández Díaz y el exjefe de la Oficina Antifraude de Cataluña que acabó filtrada en la prensa. Se le vincula a otros episodios polémicos de la Policía en la pasada legislatura como la investigación de una cuenta falsa atribuida al exalcalde de Barcelona Xabier Trías, también con una grabación a miembros del CNI o el informe PISA sobre la financiación de Podemos que nunca fue judicializado. Hombre de confianza del exnúmero dos de la Policía, Eugenio Pino, fue nombrado jefe de seguridad operativo de la Casa Real sin que llegase a ejercer funciones en ese puesto. Actualmente se encuentra destinado en La Haya, donde cobra 10.000 euros mensuales. Por todas estas cuestiones ha sido preguntado este miércoles en el Congreso de los Diputados. “Yo aquí soy un soldado”, ha argumentado Fuentes Gago para defender que nunca hizo nada sin que se lo ordenasen, si bien se ha desvinculado de la llamada policía política.
Sus explicaciones han tenido lugar en la comisión de investigación sobre las maniobras bajo la gestión de Fernández Díaz para investigar casos de corrupción que afectasen a políticos nacionalistas catalanes. El mando policial ha admitido que fue él quien propició las dos citas en Interior entre el ministro y De Alfonso. Ha desvelado que aquellas reuniones se las encargó el exresponsable de la Unidad de Asuntos Internos, Marcelino Martín Blas, pero ha afirmado desconocer quién las grabó. Fuentes Gago tampoco ha dado una explicación clara de la razón por la que el jefe de Asuntos Internos, Unidad dedicada a investigar delitos dentro de la Policía, le encargó esa cita en la que se abordaron presuntos casos de corrupción en Cataluña.
“Las dos veces que yo llevé a De Alfonso, por la amistad que tenía con él, de Atocha a Interior no pasé de las escaleras”, ha declarado Fuentes Gago. Ante la incredulidad de la mayoría de los parlamentarios de la Cámara, ha afirmado que no ha escuchado todavía las grabaciones de aquellos encuentros en los que se le alude directamente como persona clave, pero ha insinuado en varias ocasiones que lo que se filtró a la prensa fue manipulado: “Están aceptando como dogma de fe que esas conversaciones no han sido confeccionadas y maquetadas para que tengan el fin que quieren tener las personas que las han sacado”.
Admite la existencia de la Unidad de Inteligencia
Ha negado la existencia de una brigada creada de forma específica para estas maniobras de investigación bajo la dirección de Eugenio Pino al que ha querido elogiar: “Es un absoluto profesional he hizo un trabajo muy bueno y tuvo siempre presente que cuando cualquier policía necesitase algo fuera atendido”. Sí ha admitido en cambio la existencia de “una Unidad de Inteligencia”, que estaba integrada dentro de la Unidad de Planificación y Coordinación de la Dirección Adjunta Operativa. Desde Podemos se le ha advertido de que esa estructura no figura en el catálogo de puestos de trabajo de la Policía. “Entonces le llamaremos nosotros así y se llamará de otra manera”, ha despejado el mando policial, quien en varias ocasiones ha recurrido a la siguiente comparecencia de Eugenio Pino para eludir explicaciones.
En dos ocasiones ha tenido que explicar cuáles eran sus funciones concretas en la Dirección Adjunta Operativa. En una de ellas ha descrito que su trabajo era estar “pendiente de la agenda, mantener relaciones con los sindicatos y asesoramiento jurídico y legal, preparar conferencias que tenía que dar el Director Adjunto Operativo...”. “Le acompañaba en los actos para no estar solo”, ha añadido. En otro momento ha dicho que sus superiores eran tanto Pino como Martín Blas, un aspecto que ha generado las dudas de la comisión por la imposibilidad de tener dos superiores jerárquicos de unidades distintas.
Sobre la investigación en torno a la cuenta suiza de Trías que se demostró falsa, Fuentes Gago ha detallado que su participación llegó después del desmentido que hizo el cargo de CiU. “Me encargaron verificar la información que teníamos nosotros y el desmentido de la información que había hecho Trías. Ese era mi cometido, verificar. No tengo por qué dudar de la fuente de un compañero policial que ha dado resultados en otras ocasiones”, ha explicado este mando, quien ha reconocido que se desplazó para ello al país helvético en un avión oficial de la Policía.
El informe PISA contra Podemos
Sobre el informe PISA (Pablo Iglesias Sociedad Anónima) que afecta a Podemos, ha negado haber escrito “una sola palabra” de ese documento, que se trasladó a la UDEF sin sello policial ni autor conocido. También ha negado que miembros del CNI fuesen grabados por agentes de la Policía hablando sobre el pequeño Nicolás y se ha remitido a informes de la Policía Científica que niegan la posibilidad de que esa charla fuese grabada a distancia.
El diputado de ERC Gabriel Rufián le ha presentado como “el policía que creyó ser el James Bond patrio”. “Veremos si no fue más Torrente”, ha apostillado el portavoz independentista antes de explicar que PP y PSOE aceptaron la comparecencia de Fuentes Gago y Pino a cambio de no solicitar las del exministro socialista Alfredo Pérez Rubalcaba y el excomisario ya jubilado José Villarejo, quien en sede judicial dio cuenta de la llamada operación Cataluña.
Eugenio Pino encargó a Fuentes Gago la investigación interna sobre el patrimonio de Villarejo después de que el diario El País publicase que tenía presencia en una veintena de sociedades con un capital de 16 millones de euros. Fuentes Gago fue designado para ese trabajo pese a que lo habitual es que las pesquisas internas las realice un funcionario del mismo rango o superior que el investigado.
El compareciente cerró aquella investigación dando por bueno que las actividades económicas privadas de Villarejo eran compatibles con su actividad policial, pero este miércoles ha admitido que hubo aspectos que le generaron dudas y las trasladó al comisario general de Policía Judicial, que a su vez se lo remitió a Fiscalía. Según ha explicado el propio Fuentes Gago, el Ministerio Público determinó que no había ninguna irregularidad.
“Nuestro trabajo era investigar delitos o actividades presuntamente delictivas y nada más”, ha zanjado el inspector jefe en otro momento de su exposición en la que ha negado conspiraciones o la existencia de la llamada operación Cataluña. Sobre su destino como jefe de seguridad de la Casa Real, ha explicado que fue una solución para poder prestar servicios en Madrid sin cobrar dietas al estar destinado oficialmente en otro lugar.