El momento más incómodo durante los actos de homenaje a Miguel Ángel Blanco, también regado de abucheos, ha sido el encontronazo entre Mari Mar Blanco, hermana del concejal de Ermua asesinado por ETA hace veinte años, y la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena.
En público y durante el primer homenaje de este miércoles, organizado por el Partido Popular en la Plaza de la Villa, Blanco ha aprovechado su discurso para criticar a Carmena por no haber desplegado en el Ayuntamiento el cartel con el rostro de su hermano: "Ya no lo digo como hermana, sino también como presidenta de la fundación de víctimas, por favor, coloca la pancarta”.
Junto al estrado, donde lucía una bandera de España en la que todos los concejales han estampado sus manos con pintura blanca, Carmena y Mari Mar Blanco han cruzado las siguientes palabras:
-Blanco: “Alcaldesa, te lo tenía que decir, como hermana y presidenta de la fundación”.
-Carmena: “Estoy segura de que tú entiendes que no es la manera de decirlo, hay que hablar, hay que llamar. Este acto lo has preparado con el Partido Popular”.
El cruce de reproches captado por los micrófonos de Onda Cero reviste el entierro del espíritu de Ermua por parte de los partidos durante los últimos días, incapaces de organizar un gran y único homenaje a Miguel Ángel Blanco en el vigésimo aniversario de su asesinato.
La alcaldesa capitalina, con estas palabras, se quejaba a Blanco de que, tras lo costoso que había sido reunir a todos los grupos, hubiera utilizado su discurso para exigirle la colocación de la pancarta. De las palabras de Carmena se desprende que la diputada del PP no la llamó en ningún momento a lo largo de la semana. Además, Blanco vertía su crítica en un evento organizado exclusivamente por los populares, en teoría tras una reunión de acuerdo entre todos los portavoces donde se pactó rebajar los rejonazos entre las distintas organizaciones.
Por otro lado, la crítica de Blanco es fruto del “no” de la regidora desde el primer momento a desplegar el rostro de Miguel Ángel en la fachada de Cibeles. “No es razonable porque no conviene singularizar a una víctima y ponerla por encima de otras”, explicó Carmena al comenzar la semana.
Cuando ya moría el mediodía, Carmena extendió ante el Ayuntamiento una pancarta en homenaje a Blanco y también al resto de víctimas del terrorismo, lo que en el Partido Popular, incluyendo la hermana del asesinado, conciben como una rectificación a medias e insuficiente.