La presencia de miembros de la Guardia Civil en el Teatro Nacional de Cataluña donde Carles Puigdemont presentó en público la denominada ley de referéndum ha sido recibido en el seno de Esquerra Republicana de Cataluña y de Compromís como un jarro de agua fría. El portavoz en el Congreso de ERC, Joan Tardà, afirmó a EL ESPAÑOL que este requerimiento es "irracional, absurdo" y aprovechó para lanzar graves acusaciones contra el Gobierno: "Quieren dar la impresión de que estamos en un Estado de Sitio".
Para el parlamentario independentista, que conoció la noticia en plena sesión de investigación de la supuesta caja B del Partido Popular, el Gobierno busca "amedrentar a la ciudadanía". Pero su actuación, insiste, sólo responde a una realidad: "Denota que el referéndum se va a celebrar".
El portavoz de Compromís, Joan Baldoví, entiende que este no es el camino que el Ejecutivo debe seguir si su objetivo es que el 1-O no se celebre el referéndum. "Creo, sinceramente, que esto lo que va a provocar es que haya más independentistas y que se sientan más reforzados. Es un camino equivocado".
"Fiscalización"
Desde el Juzgado número 13 de Barcelona se ha ordenado este jueves a la Guardia Civil que pida la documentación relativa a cómo se contrató el acto de presentación de la ley de desconexión y ha dado cinco días a los responsables del Teatro para aportar la documentación. Tras conocerse estos hechos, la portavoz de Junts pel Sí, Marta Rovira, el presidente del grupo, Jordi Turull y el parlamentario Lluís Llach han convocado a la prensa para arremeter contra esta "fiscalización".
Para Llach, la presencia de la Guardia Civil en el Teatro es volver a la época del "tardofranquismo". "Es un atentado contra la libertad política", añadió. Turull, por su parte, ha pedido el apoyo al resto de grupos parlamentarios porque este hecho atenta, a su juicio, contra la libertad de reunión. Además, añadió que las contratación del teatro las pagó el grupo parlamentario y asegura que el acto costó 17.609 euros.
"Intentar dar un golpe de Estado"
Por su parte, el portavoz del PP en Cataluña, Xavier García Albiol, ha calificado a Puigdemont y sus consejeros de "independentistas de fin de semana, siempre que no les afecte la cartera". El popular ha insistido en que el 1 de octubre no se celebrará ningún referéndum mientras que en España "haya un Gobierno del PP liderado por Mariano Rajoy".
A su juicio, anunciar un referéndum como el 1-O es "intentar dar un golpe de Estado" ante el que el Gobierno central responderá con proporcionalidad. "Nos gustaría ser más contundentes, que más de uno no pudiera pisar el Parlament por desleal, pero debemos actuar con responsabilidad", sentenció.